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Publicado el 13 de noviembre del 2014

En la UBB presentan estudio que explica la percepción que tiene el ciudadano común del 1% más rico del país

Por Dagoberto Pérez
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Con una invitación del Centro de Estudio Urbano Regionales de la Universidad del Bío-Bío, para conocer los resultados obtenidos en el marco del proyecto FONDECYT Regular «Del juicio crítico micro a la crítica sistemática: para una sociología de la crítica en Chile”. Los efectos de esta investigación fueron expuestos por el equipo del proyecto liderado por Oscar Mac-Clure (Universidad de Los Lagos, Investigador Responsable), Emmanuelle Barozet (Universidad de Chile, Co-Investigadora), Ana María Valenzuela (Universidad de Santiago, Investigadora), Magaly Mella (Universidad de Bío-Bío, Investigadora) y Cristóbal Moya (Universidad de Chile, Investigador). La actividad se realizó el viernes 7 de noviembre,  en Auditorio de la Facultad de Ciencias Empresariales, FACE, Concepción.

¿Cómo se identifica a la élite socioeconómica y qué opinión tiene la clase media sobre la misma?, ¿Cómo la califican y cómo toleran las desigualdades que encarna ese 1%?, ¿Surge una percepción de injusticia, descontento, crítica?.

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Precisamente el proyecto busca indagar sobre cómo en la práctica los chilenos y las chilenas de clase media formulan juicios críticos en su vida cotidiana y en interacción con otras personas. Se entiende por “crítica”, -destacan los responsables del proyecto-, la expresión de una discrepancia, basada en criterios evaluativos desde el punto de vista de los propios actores, entre una situación existente y un marco referencial de acuerdo al cual se le juzga.

Para el responsable del proyecto el sociólogo y doctor en historia Oscar Mac-Clure de la Universidad de Los Lagos, señala que el objetivo que perseguían con este estudio era saber qué piensa el ciudadano común de la élite económica de Chile. “Existe en nuestro país, un número pequeño de un 1%, que concentra la riqueza. Y la gente los percibe a través del trato que entregan estas personas. Las identifican como discriminadores, abusivos, les gusta humillar a los demás y prepotente”, resalta el investigador.

Mac-Clure, destaca que  este tema es de interés no sólo nacional, también es una práctica que se percibe y se vive a nivel mundial. Aclara que en EE.UU, la gran mayoría quisiera pertenecer a esta élite, cosa que no pasó con el estudio realizado en Chile. “Acá se sienten más cercanos a un modelo de clase media, esforzada. Esto demuestra que no en todo el mundo va haber la misma percepción acerca de la élite económica”.

Oscar Mac-Clure valoró el aporte de la Universidad del Bío-Bío en este estudio ya que el trabajo de campo (focus grup) se realizó en Concepción y  Chillán.  Valoró el trabajo de grupo y la participación de las diversas casas de estudios superiores involucradas.

El estudio aspira a contribuir al desarrollo de una sociología de la crítica, indican sus autores.

La investigación tiene la pretensión de describir de qué modos se elaboran y expresan juicios críticos de distinto tipo acerca de desigualdades sociales, cuando las personas interactúan en su propio contexto social. Se busca tipificar la forma en que los juicios críticos sobre la desigualdad se extienden y articulan, pasando de criterios de evaluación individuales a criterios más colectivos.

Durante la exposición se dejó claro que el estudio busca examinar empíricamente en qué medida esto varía en diversos estratos de clase media, apreciando también la influencia relativa del sexo, la edad y el lugar del país en que se sitúan los ciudadanos que conviven con diversas realidades económicas.

El proyecto contempló una metodología experimental, basada en juegos (juegos del personaje desconocido y juego del dictador) que replican ejercicios similares aplicados por cientistas sociales en estudios realizados en diversos países. A partir de una diferenciación de las clases medias según el tipo de territorio donde residen y se desempeñan laboralmente, el trabajo de terreno se localiza en ciudades de distinto tamaño, particularmente Santiago, Concepción y Chillán, y tiene una duración de dos años hasta marzo 2015.

El estudio ha sido presentado a la fecha en Argentina, Japón y se espera hacerlo luego en Francia y Brasil.

Dagoberto Pérez

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