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Publicado el 02 de junio del 2016

Ex rector de la U. de Chile Dr. Luis Riveros Cornejo criticó falta de visión estratégica del desarrollo nacional

Por Cristian Villa Rodríguez
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“Investigación y Desarrollo en Chile: Síntoma de una crisis”, se denominó la conferencia en la Inauguración del año Académico del Departamento de Ciencias Básicas, brindada por el ex rector de la Universidad de Chile, Dr. Luis Riveros Cornejo. Actividad que se realizó en el Salón Andrés Bello del Centro de Extensión de la sede Chillán.

El acto de la clase inaugural fue presidido por el decano de la Facultad de Ciencias, Dr. Mauricio Cataldo Monsalves, y contó con la participación del Director del Departamento de Ciencias Básicas, Dr. Luis Lillo Arroyo; el Secretario Académico de la Facultad de Ciencias, Sr. Humberto Valenzuela Moliné; el Jefe del Departamento de Investigación Dr. Rodrigo Romo Muñoz; académicos, investigadores, estudiantes e integrantes de la comunidad universitaria.

Durante su conferencia, el ex rector expresó que Chile carece de una visión estratégica de desarrollo de largo plazo, lo que se evidencia, entre otros aspectos, en la falta de certidumbre respecto de las fuentes energéticas a desarrollar o en la excesiva dependencia económica como el caso del cobre, por mencionar solo algunas situaciones que respaldan dicha premisa.

En el plano de la educación, dicha realidad se manifiesta en la inexistencia de una política definida de Educación Superior y por consiguiente, para la formación de recurso humano de alta especialización. Es así como estudiantes que logran cursar exitosamente estudios de Doctorado en el exterior, regresan al país y no encuentran espacios laborales idóneos, según manifestó el académico Luis Riveros Cornejo.

A través de distintos indicadores, el ex rector de la Universidad de Chile, evidenció la escaza inversión del Estado y del mundo privado en generación de conocimiento y la paulatina baja de la productividad económica, situación completamente inversa en los países que han logrado alcanzar mayores niveles de desarrollo y bienestar.

Asimismo, dio cuenta del insuficiente rol que se asigna a las universidades, las que son concebidas mayoritariamente como “fábricas de profesionales”, y no como espacios donde se investigue o genere nuevo conocimiento.

-Usted advierte que Chile carece de una visión estratégica de desarrollo.

-“No tenemos una visión estratégica de desarrollo. Si nos preguntamos qué será de Chile en 10 años más, la verdad es que no lo sabemos. No sabemos si continuaremos siendo un país productor de cobre, si incentivaremos otros sectores, o si tendremos una educación distinta a la de hoy; no sabemos nada”.

-“Funcionamos un tanto a ciegas y eso es malo para Chile. Nuestro país merece tener una visión y lineamientos claros. No digo que eso se deba publicar en un libro sino que existan lineamientos. Creo que nunca hubo un plan estratégico en la época del Presidente Pedro Aguirre Cerda, pero probablemente, si en 1940 alguien se preguntaba hacia dónde iba el país, estaba claro que se quería apostar por el desarrollo industrial, se buscaba proteger la producción nacional, se quería desarrollar fuertemente el aparato educacional. Es decir, había una línea de largo plazo y estimo que siempre lo hubo en el pasado. Hoy hemos perdido esa noción, y por lo tanto es como si el mundo volviera a aparecer para nosotros cada cuatro años. No hay líneas estables, y eso yo lo considero muy malo, porque justamente actúa en detrimento de aspectos como la Educación o la Investigación, que son actividades que requieren lineamientos de largo plazo”.

-Chile destina un gasto insatisfactorio a Investigación y Desarrollo. Entre 2004 y 2007 el país destinó en promedio alrededor del 0,4% del PIB a este fin.

-“Así es. A los menos debemos triplicar el gasto respecto del porcentaje del PIB, y digo triplicar porque fue lo que alguna vez se comprometió. Alguna vez se dijo que debíamos alcanzar el 1,2% del PIB. Creo que eso debe ser un compromiso de país, darnos un plazo y alcanzar esa meta, porque el país necesita generar conocimiento. Hay fenómenos como la marea roja, por ejemplo, en lo cual, increíblemente, estamos desprovistos de conocimiento aplicado, ya sea para controlarla, aminorarla, en fin”.

-“Hoy sabemos que el Litio es la gran industria del futuro pero ¿qué vamos a hacer? ¿sacar el litio, ponerlo en camiones y enviarlo en barcos? Creo que necesitamos tener un programa más sólido y sustantivo, y que requiere además un sistema integrado de investigación, porque actualmente la investigación, que está dispersa en muchas universidades, no colabora a este propósito. Creo que al menos deberíamos favorecer mayor interacción entre las universidades estatales en materia de investigación, de manera que puedan coordinarse. Hoy eso es muy fácil, antes había que viajar, hoy están los medios para poder comunicarse, para poder hacer experimentos en línea, para poder colaborar activamente, y siento que tampoco tenemos una política adecuada para incentivar eso”.

La idea de “competencia” entre las universidades estatales no les ha beneficiado.

-“La idea de competencia ha hecho mucho mal, porque no todo es competencia. Estoy de acuerdo con la competencia, naturalmente, pero también debe haber espacio para la colaboración, y siento que esa perspectiva la hemos perdido en materia educacional en general”.

-Usted propone Centros Nacionales de Excelencia en Investigación.

-“Creo que esa es una materia a definir. Hay que definir cuál es el espacio regional en el concepto nacional, entendiendo lo nacional como la preocupación por los problemas del país. Muchos de esos problemas radican en regiones, no son problemas naturalmente radicados en una región, ni menos en la Región Metropolitana. Creo que que estos centros de excelencia debieran concentrar el financiamiento, a lo mejor en la modalidad de proyectos Fondecyt de mayor extensión, con la misma metodología, los mismos instrumentos, con una asignación distinta, pero sobre todo con una extensión mayor en el tiempo”.

-Usted propone la generación de una Política Científica.

-“Considero que falta una ley sobre Ciencia y Tecnología que ponga lineamientos de largo plazo y le dé estabilidad al sistema. No creo que esto se pueda hacer necesariamente a través de un ministerio. Estimo que se puede hacer a través de una suerte de Conicyt de mayor rango, presidencial posiblemente. En mi opinión, lo más importante es que haya lineamientos y financiamiento de largo plazo. Y ciertamente, que haya normas que permitan control de resultados porque eso es muy importante como forma de renovar recursos y programas”.

-Usted advierte que la figura de un ministerio podría verse entrampada por otras lógicas…

-“El ministerio podría caer en lógicas más propias del mundo político y eso es un riesgo. En lugar de un ministro preferiría que fuese un presidente de Conicyt, empoderado, más imbuido en la materia, en lugar de un ministro que puede pertenecer al partido A o al partido B, pero que no necesariamente esté compenetrado con la materia, y es natural que sea así, porque así se designan los ministros. Uno entiende que hay prioridades políticas y reparto de cuotas, y me dolería mucho que en Investigación pase lo que ha ocurrido con Educación, donde llega un ministro porque la correspondía al partido A o al partido B, y cuando se debe reemplazar al ministro, debe llegar otro que necesariamente debe ser del mismo partido. Así, no estamos buscando las mejores competencias, en mi opinión”.

¿Qué rol asigna a las universidades regionales en materia de investigación?

-“El rol de las universidades regionales es esencial en advertir lo que los economistas llamamos ‘externalidades’, es decir, mirar aquellas cosas que tienen un efecto social en materia propiamente científica, en materia de humanidades y ciencias sociales. Por lo tanto, es muy importante definirles claramente ese rol así como los incentivos apropiados para las universidades del Estado que están en las regiones. Claramente, las universidades del Estado deben coordinarse. Por mencionar un ejemplo, me parecería completamente fuera de lugar que la Universidad del Bío-Bío sienta o estime que está compitiendo con la Universidad de Chile, solo por mencionar un ejemplo”.

 

Liderazgo del Departamento de Ciencias Básicas

Durante el acto, y previo a la conferencia del ex Rector Luis Riveros Cornejo, el Director del Departamento de Ciencias Básicas, Dr. Luis Lillo Arroyo, dio cuenta del actual pie de fortalecimiento en que se encuentra el departamento, así como de su compromiso con el devenir institucional.

“Nuestro departamento se encuentra inserto en un contexto de profundas transformaciones que son propias de la Universidad del Bío-Bío, como lo son el Sistema de Evaluación Académica, el Modelo Educativo, la nueva institucionalidad universitaria, y de otras iniciativas que obedecen a políticas del desarrollo nacional. Responder a cada uno de estos desafíos, nos lleva a preguntarnos sobre los estados de desarrollo que hemos alcanzando, de modo que a partir de ellos seamos un aporte al desarrollo institucional”, manifestó el académico.

El Dr. Luis Lillo destacó que durante los últimos años el Departamento de Ciencias Básicas ha liderado los indicadores de productividad científica de la Universidad del Bío-Bío, lo que ha permitido un estado de desarrollo favorable y expectante, vivenciando significativas transformaciones en concordancia con el Plan General de Desarrollo Universitario (PGDU).

“Sin duda que mantener y consolidar los resultados de productividad y concretar las iniciativas, constituye en sí un gran desafío. Lo que hemos construido, lo que estamos construyendo y lo que deseamos construir, es consecuencia del compromiso y de compartir una misión entre todos los integrantes del Departamento de Ciencias Básicas”, valoró el Dr. Luis Lillo Arroyo.

Cristian Villa Rodríguez

Cristian Villa Rodríguez, Periodista. cvilla@ubiobio.cl 042-2463015

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