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Publicado el 04 de julio del 2018

Escuela de Psicología UBB entregó diplomas de título a nueva generación de profesionales

Por Cristian Villa Rodríguez
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El Premio Universidad del Bío-Bío, máximo galardón del nivel de pregrado recayó en Claudia Soto Carrasco, quien recibió la distinción de manos de la prorrectora Gloria Gómez Vera. En tanto, el Premio Dirección de Desarrollo Estudiantil fue conferido a la egresada Dorka Ruiz Salinas. El Premio Espíritu de Escuela, a su vez, fue otorgado a Ignacio Ferrada Parra.

La ceremonia, realizada en el Aula Magna del Campus Fernando May, fue presidida por la prorrectora Gloria Gómez Vera, junto con la participación del decano de la Facultad de Educación y Humanidades, Marco Aurelio Reyes Coca; el director de la Escuela de Psicología, Nelson Zicavo Martínez; el subdirector de Desarrollo Estudiantil, Jorge Sánchez Villarroel; el jefe del Departamento de Pregrado de la sede, Álvaro González Concha, académicas y académicos, estudiantes de la carrera y familiares y personas significativas de las y los egresados.

El decano de la Facultad de Educación y Humanidades, Marco Aurelio Reyes, expresó que la carrera de Psicología ha respondido con creces a las expectativas formuladas al momento de generarse la carrera, puesto que siempre se pensó que la escuela estaba llamada a forjar un amplio prestigio institucional.

“A las madres y padres, así como a los familiares que hoy les acompañan, les decimos que deben sentirse muy orgullosos por la formación que se ha dado a estos nuevos profesionales. La Escuela de Psicología cultiva, además, una gran vinculación con el medio. El Centro Psicosocial que lleva el nombre del primer director de escuela, José Luis Ysern de Arce cumple una gran función, porque no solamente es una centro de práctica para nuestros estudiantes, sino que proyecta su acción a través de múltiples atenciones a la comunidad y eso nos prestigia”, aseveró el decano.

El decano Reyes Coca también se refirió al profundo espíritu crítico de las y los estudiantes de Psicología, quienes han sabido plantear diferentes problemáticas sociales en el seno de la contingencia universitaria.

“Sabemos que estas nuevas 54 psicólogas y psicólogos cumplirán un trascendente rol en una sociedad totalmente distinta a la que nos tocó vivir a los profesionales que tenemos más años de experiencia. El mundo universitario es complejo, y las y los académicos debemos saber comprender y recibir el estímulo que las nuevas generaciones de jóvenes nos presentan en el tapete, nuestros estudiantes nos estimulan a asumir estos temas. En la Universidad no existe ningún tema tabú, la Universidad es el espacio donde se piensan las ideas y se aportan a la sociedad. Nosotros hemos estimulado y definido que nuestra misión es esa: formar profesionales para el servicio de la sociedad, que tengan esta conciencia crítica y muy democrática”, reseñó.

Posteriormente, se procedió a la entrega de títulos profesionales, tarea que recayó en las madres o padres, o bien en un familiar o persona significativa de las egresadas y egresados.

Durante la ceremonia se hizo entrega del Premio Universidad del Bío-Bío, máximo galardón del nivel de pregrado, orientado a resaltar la excelencia en el desempeño académico, que en esta ocasión recayó en Claudia Soto Carrasco, quien recibió la distinción de manos de la Prorrectora de la Universidad del Bío-Bío, Gloria Gómez Vera.

En tanto, el Premio Desarrollo Estudiantil, que reconoce en las y los estudiantes el pensamiento crítico, la actitud resiliente, la conciencia social y la responsabilidad valórica, fue conferido a la egresada Dorka Ruiz Salinas, quien recibió el galardón de manos del subdirector de Desarrollo Estudiantil, Jorge Sánchez Villarroel.

El Premio Espíritu de Escuela, a su vez, fue otorgado a Ignacio Ferrada Parra, quien recibió la distinción de manos del primer director de la Escuela de Psicología, José Luis Ysern de Arce. El Premio Espíritu de Escuela se otorga al o la estudiante que destaca por su espíritu de cooperación, condiciones de liderazgo positivo entre sus pares, correcto desempeño ético, compromiso con la formación profesional en forma colaborativa y solidaria, entre otros aspectos.

Tras la entrega de este reconocimiento, el académico José Luis Ysern de Arce felicitó a las nuevas y nuevos profesionales a la vez que les inquirió sobre las tareas y desafíos que asumirían ahora ya profesionales.

“¿Qué van a hacer ustedes ahora con sus títulos? ¿Para qué se han titulado? Salen a un mundo donde se encontrarán con una enorme competencia por los puestos de trabajo, en una sociedad que no se caracteriza precisamente por un aprendizaje de humanización; la nuestra es una sociedad muy cargada hacia el individualismo, al éxito fácil, éxito medido en términos de logros económicos y materiales (…) Se van a topar con una sociedad donde prima lo superficial, la apariencia, sin grandes referentes valóricos, una modernidad líquida al decir de Zygmunt Bauman, una sociedad donde todo se nos escurre por los dedos como el agua”, ilustró el académico.

“No hay una firmeza estructural con sólidos puntos de referencia. En nuestro mundo hay mucho de precario y provisional. Estamos ansiosos de novedades y con frecuencia esto es agotador. Nos vemos cansados, estresados, nos hemos acostumbrado a vivir en un tiempo veloz, pensado que las cosas no van a durar mucho, todo nos parece desechable. Esto nos pasa tristemente con los objetos materiales, pero más triste aún porque nos pasa con las personas, todo es provisional y se busca la satisfacción más inmediata posible de nuestros deseos”, prosiguió.

El académico Ysern de Arce también alertó sobre lo que denominó “mentalidad quejicosa” que lleva a adoptar actitudes pasivas, donde incluso se escucha como queja común la llegada de inmigrantes pobres que buscan un trabajo. “Hemos experimentado en Chile un notorio crecimiento económico, pero también una preocupante disminución de confianza y credibilidad”, aseveró.

Ante estas interrogantes, el académico José Luis Ysern anticipó que precisamente para ello se reciben como profesionales, para responder a una sociedad que demanda mayores muestras de humanidad.

“El título de ustedes es para responder a esta sociedad, para que desde su saber y hacer psicológico promuevan una sociedad mejor formada por hombres y mujeres de mejor calidad humana. En esta Escuela de Psicología creemos en el ser humano y nos hemos esforzado porque crean y vivan ustedes también ese espíritu de humanitarismo. Para eso nació nuestra Escuela de Psicología y para eso ingresaron ustedes. Esa fue nuestra motivación fundamental cuando quisimos insistir en el sello social comunitario, queríamos y queremos promover otro tipo de cultura, y ustedes son ahora quienes son enviados a realizar ese anhelo”, manifestó.

“Felicitamos a cada uno porque en cada uno de ustedes hay un agente de liberación, liberación que quiere construir puentes donde otros levantan muros, y quieran repartir abrazos donde otros sólo ven desconfianzas y sospechas. El título que hoy reciben dice que están capacitados para aportar cada uno, lo mejor de sí mismos en la construcción de un mundo mejor y más humano. Me consta que esta tarea la quieren cumplir a cabalidad. Y acuérdense de mi muletilla desde primer año, no se olviden de los pobres”, reflexionó José Luis Ysern.

Finalmente, el egresado Aníbal Acuña Contreras fue el encargado de dirigir el mensaje de despedida de la promoción, recordando experiencias y vivencias de los años de estudio, así como los logros e hitos que fueron configurando la identidad del grupo y de cada uno de los estudiantes.

El acto fue amenizado por la Orquesta de Cámara Estudiantil de la Universidad del Bío-Bío.

Cristian Villa Rodríguez

Cristian Villa Rodríguez, Periodista. cvilla@ubiobio.cl 042-2463015

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