Desarrollar una museografía en torno a un guión sobre el legado de la artista para la mediación de la obra y que además sea segura para la conservación de las colecciones es el principal objetivo de este proyecto.
El proyecto, postulado a través de la Dirección de Extensión de la Universidad del Bío-Bío, denominado “Plan Equipamiento Museográfico para el Museo Marta Colvin”, fue seleccionado recientemente por el Servicio Nacional del Patrimonio Cultural – Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, y se financiará a través del Fondo para el Mejoramiento Integral de Museos. Su puesta en marcha estará liderada por la encargada del Museo y responsable del proyecto, Katerin Henríquez Millar.
Los principales objetivos del proyecto son diseñar un guión museográfico que permita un recorrido coherente, generar espacios de circulación para que las obras sean apreciadas en su totalidad, implementar estabilizadores ambientales y monitores para el control ambiental de las salas, implementar una iluminación adecuada para la exposición, teniendo presente la conservación y puesta en escena de la exposición.
El director de Extensión UBB, Leonardo Seguel Briones, destacó que “la adjudicación de este proyecto permitirá la deseada y necesaria amplia accesibilidad en la percepción y disfrute de la valiosa obra de Marta Colvin, considerando que la vivencia de la escultura, por su carácter volumétrico y tridimensional, es una experiencia altamente sensitiva y dinámica, que puede implicar, no sólo la detención, sino también un recorrido en torno al espacio que la contiene, en el cual participa tanto lo visual, como lo táctil, y otros sentidos. Esta optimización en las condiciones de exposición de las obras del Museo nos permitirá cumplir en forma más plena e inclusiva la noble misión social de la Universidad del Bío-Bío, de difundir las Culturas, las Artes y el Patrimonio, en bien del estratégico desarrollo de la creatividad como un valor a cultivar, tanto a nivel birregional, cómo nacional”.
En cuanto a la relevancia de esta adjudicación, la encargada del Museo y responsable del proyecto, Katerin Henríquez, señaló que “una vez implementado el proyecto esperamos que las salas cuenten con las condiciones ambientales para resguardar y exponer las obras de forma óptima, además de lograr un recorrido coherente, dinámico, cronológico y de fácil lectura por el visitante. El recorrido permitirá al visitante conocer la vida y obra de Marta Colvin y el proceso de la creación artística, pero todo esto con la seguridad de mantener la colección en un buen estado de conservación. Se ha considerado con esta nueva museografía el tránsito/circulación de los visitantes, abriendo aún más los espacios, para que quienes los visitan puedan observar las obras desde todos los ángulos posibles”.
Marta Colvin trabajaba la textura como parte de la comunicación de la obra. Siguiendo este referente, el Museo permite que las esculturas puedan ser tocadas, sentidas. En este sentido, la encargada del Museo destaca que “se incluirán cédulas de identificación de las obras en braille, además de 4 reproducciones en impresión 3D a escala de las esculturas más grandes, para que puedan ser sentidas en su totalidad por el público no vidente, y con esto lograr que el Museo sea más inclusivo y participe en él toda la comunidad”, concluyó.
El Museo Marta Colvin, inaugurado el 15 de julio del 2011 en dependencias de la Universidad del Bío-Bío, Campus Fernando May (Chillán), nace a partir de la clara y noble Misión de poner en valor la vida y obra de la destacada artista, a través de custodiar, exhibir, preservar, conservar y restaurar sus obras, así como difundir su valioso legado.
Para el Museo, dependiente de la Universidad del Bío-Bío, es importante conectar desde una mirada pluralista a la escultura como expresión artística con la comunidad, de esta forma resignificar en conjunto, museo-comunidad, el legado artístico de la escultora Marta Colvin.
