Alumnos realizaron una práctica en el Cesfam Sol de Oriente, donde asistieron a pacientes con problemas de salud mental.
Cincuenta y ocho estudiantes recibieron la certificación del primer nivel de reiki. Durante un semestre, los alumnos recibieron instrucción acerca de esta terapia, para, posteriormente aplicarla en pacientes del Centro de Salud familiar, Sol de Oriente de Chillán.
“Cada estudiante tuvo 10 horas de práctica en el Cesfam para tratar a pacientes con problemas de salud mental, en especial en mujeres, pues tienen mayor apertura a estas terapias”, explicó Lorenzo Pulgar, orientador de la Dirección de Desarrollo Estudiantil y guía del taller de reiki.
Acerca de esta experiencia, Roxana Alarcón, estudiante de segundo año de la carrera de Trabajo Social y certificada en primer nivel de la llamada terapia complementaria, compartió que “fue bastante gratificante conocer más de la terapia, porque ayuda al propio bienestar y por supuesto al de otras personas. La gente del Cesfam lo agradeció y se notó en ellas un cambio”.
Durante el verano 2014, un grupo de 20 terapeutas viajará hasta Chiloé, específicamente hasta Achao y en el marco de un proyecto de trabajo colaborativo en salud complementaria se plegarán a una ronda médica con el fin de hacer un aporte a la comunidad en esa área.