Al alero del Centro de Actividades Prácticas de la Universidad del Bío-Bío se implementó programa de atención y apoyo fonoaudiológico a adultos mayores. Alrededor de 70 personas accedieron a talleres de estimulación.
Un balance a todas luces positivo y que superó los logros estrictamente disciplinares, fue el realizado durante el acto de clausura del programa de atención y apoyo fonoaudiológico a población adulta mayor mediante estimulación cognitiva. La actividad realizada en el Salón Andrés Bello del Centro de Extensión de la UBB contó con participación de alrededor de 70 adultos mayores de Ñuble.
La coordinadora del proyecto de Extensión, y directora del Departamento de Ciencias de la Rehabilitación en Salud, Mónica Cardona Valencia, destacó que el proyecto pretendió desarrollar nuevas estrategias con miras a ampliar el rango etario de atención fonoaudiológica, desde recién nacidos hasta el adulto mayor y es así como se inserta el programa efectivo de atención y apoyo fonoaudiológico a población adulta mediante la estimulación cognitiva. De ese modo, también se buscó ampliar el tipo de atención que se brinda a los usuarios del Centro de Actividades Prácticas de la UBB.
Durante la ceremonia de clausura, las participantes María Cristina Castillo, Gloria Cid, Nelda Moraga, Cecilia Morales, María Isabel González y Eliana Fuentes, representantes de los seis grupos de trabajo, valoraron y reconocieron el espacio brindado por la UBB a las necesidades propias de los adultos mayores, quienes muchas veces son invisibilizados por la sociedad, justamente en una etapa de la vida en que surgen necesidades distintas, y que además requiere de mayores cuidados y atención.
En dicho contexto las participantes Filomena Alarcón y María Durán, compartieron expresiones poéticas dando cuenta de su sabiduría, sensibilidad y experiencia.
Los encargados de realizar la serie de talleres del proyecto de inclusión en el Centro de Actividades Prácticas, los fonoaudiólogos UBB Salomé Pulgar y Patricio Faúndez, también valoraron la experiencia.
“Se cumplieron los objetivos mucho más allá de lo planteado a nivel cognitivo. Para las personas que participaron esta experiencia forma parte de su buena calidad de vida; estimo que eso fue lo más gratificante. La mayoría de ellos no se conocían en un principio y así fueron generando amistades, lazos y más instancias de comunicación, lo que es muy importante porque la mayoría vive solo. Nos comentaban que extrañarán los días martes y miércoles, días en que se desarrollaban los talleres, porque ya lo habían asimilado con un espacio necesario y eso es muy reconfortante”, expresó la profesional Salomé Pulgar.
Similar opinión manifestó el fonoaudiólogo Patricio Faúndez. “Creo que al evaluar el desarrollo de este proyecto debemos considerar otros elementos más allá de la gestión, y me refiero a los vínculos afectivos que se fueron generando entre las personas y el acercamiento que logramos como Universidad del Bío-Bío con la comunidad. En ocasiones se produce cierta distancia entre el quehacer de las instituciones y la propia comunidad, pero en este caso se dio una relación muy estrecha, y además se entregó un beneficio muy requerido y valorado por las personas. En nuestro país, los adultos mayores en general son un grupo desvalido que no siempre encuentra espacios. Estimo que debemos seguir apoyando y cubriendo parte de esa necesidad manifiesta en los adultos mayores”, aseveró.