“Arqueologías y Genealogías en Salud Pública: Otro Foucault es posible”, se denominó la conferencia brindada por el médico Yuri Carvajal Bañados, Dr. en Salud Pública de la Universidad de Chile, en el marco de la clase inaugural de la versión número 14 del programa de Magister en Salud Pública de la UBB.
Durante la clase inaugural, la decana de la Facultad de Ciencias de la Salud y de los Alimentos, académica Patricia Letelier Sanz, destacó que desde un principio este programa ha concitado el interés de profesionales de la salud y otras profesiones afines lo que da cuenta de su pertinencia. “Para esta versión hubo 75 postulantes y finalmente se seleccionó a alrededor de 30. Asimismo, otro antecedente que da cuenta del interés por cursar este programa es que a la fecha ya son alrededor de 118 los graduados”, explicó.
La Decana también expresó el compromiso de la Facultad de Ciencias de la Salud y de los Alimentos y de sus académicos, con la mejora permanente del programa y con los propios estudiantes, todo ello con el propósito de cumplir las expectativas y acompañarles en el nuevo ciclo formativo por el que han optado.
En tanto, durante su presentación, el Dr. Yuri Carvajal Bañados, académico de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Chile, se refirió a la necesidad de visualizar más claramente el componente tecno-científico en la salud y la enfermedad. “Intento tirar una hebra que me parece que está floja en la Salud Pública, que es el olvido del componente tecno-científico que hoy tiene la salud y la enfermedad. Me parece que hoy, el 80 o 90% de la vivencia en torno a una enfermedad se da alrededor de exámenes, laboratorios, equipamiento, medicamentos, y todo eso es un aparato tecno-científico muy potente que tiene una serie de efectos. Entonces, el título refiere a un par de categorías que inventó Foucault, que fueron las arqueologías y genealogías, que posiblemente nos sirven para mirar aquello”, explicó.
El Dr. Carvajal Bañados expresó que el enfoque que usualmente se tiene de la Salud Pública, olvida el componente tecno-científico y releva el aspecto de las relaciones humanas. “Al no considerar eso (componente tecno-científico), no tenemos pensamiento o guías para responder a alguien que plantea que no quiere seguir un tratamiento, y ese es un problema de salud pública. Cuando alguien tiene una enfermedad grave y dice -yo no quiero hacerme una quimioterapia y quiero morir en mi hogar-, está dando la espalda a todo este desarrollo tecno-científico, y paradójicamente es posible hacer eso sólo porque tenemos ese desarrollo; si no lo tuviéramos ni siquiera nos preguntaríamos eso, estaríamos como en la época de la mortalidad infantil, pensando que a las guaguas hay que abrigarlas para que no tengan neumonía. Hoy estamos frente a problemas muy distintos, ¿me quiero trasplantar o no?, ¿es correcto que le dé mi riñón a mi novia? Esos problemas están muy marcados por el nivel de ciencia que tenemos hoy, y creo que ese es un problema de salud pública y me parece que son los problemas de salud pública más importantes”, aseveró.
Por su parte, la directora del programa de Magíster en Salud Pública, Dra. Jacqueline Araneda Flores, se refirió al continuo afán por mejorar las capacidades académicas y la atingencia de las asignaturas. “Trabajamos para fortalecer diversos aspectos. Por lo pronto nos interesa continuar apoyando a nuestros propios académicos para acreditarlos de mejor manera, y eso significa propiciar condiciones desde los diferentes departamentos de la Facultad para que nuestros académicos mejoren su productividad, dicten clases y también puedan dirigir tesis. Asimismo estamos trabajando en la continua readecuación de la malla curricular. Los tiempos van cambiando y es así como hay asignaturas que deben modificarse, agregando nuevos componentes que sean más atingentes a la salud pública”, expresó.