En simbólica ceremonia realizada en el Salón Auditorio Miguel Jiménez Cortés del Campus La Castilla, la Escuela de Psicología hizo entrega de los respectivos Diplomas de Licenciatura a 37 estudiantes que ahora deberán realizar su práctica profesional, y que de este modo inician la fase final de su formación.
El acto contó con la participación de académicos, funcionarios administrativos, junto a familiares y amigos de los nuevos licenciados.
En la oportunidad, la directora de la Escuela de Psicología, Mónica Pino Muñoz, manifestó que en el actual contexto social y económico caracterizado por desigualdades, inequidades e incertidumbres, la Psicología está llamada a desempeñar un rol preponderante. “La Psicología, -asumimos-, tiene el deber de aportar al bienestar integral de las personas y comunidades desde una perspectiva incluyente, liberadora y tolerante, para lo cual las competencias teóricas y actitudinales que han adquirido durante su formación profesional constituyen un valioso tesoro para el despliegue de sus destrezas técnicas y prácticas al servicio de las personas y de la comunidad donde hoy se encuentran insertos”, aseveró.
Del mismo modo, la académica Mónica Pino Muñoz, instó a los jóvenes a asumir los nuevos desafíos y experiencias en el desempeño práctico e investigativo, desde la certidumbre de que en dicha Escuela contarán con el apoyo de sus académicos quienes “esperan de ustedes el despliegue de todas sus potencialidades humanas y profesionales en pro del desarrollo y felicidad, en congruencia con el sello psicosocial de nuestra Escuela de Psicología”, explicó.
Tras la intervención de la directora de Escuela, los académicos Félix Martínez, Nelson Zicavo, Dámaris Opazo, Claudio Pereira, José Luis Ysern, Claudia Vásquez, Cristóbal Bravo e Ingrid Quintana, hicieron entrega de los respectivos diplomas de Licenciatura.
A su vez, el ex académico José Luis Ysern de Arce, director fundador de la Escuela de Psicología UBB, también compartió un mensaje con los asistentes, y recordó que desde un principio se orientó a la carrera con un sello diferente, que no replicara esquemas ni modelos ya conocidos. “Siempre quisimos que nuestros estudiantes egresaran de la Escuela con un sello característico que se expresara en una serie de fidelidades. Fidelidad al sello social y comunitario como sicólogos de la liberación que levantaran yugos de los más necesitados; fidelidad a la sensibilidad social, pues les hemos inculcado tener mucho tacto y olfato para detectar los principales problemas de la sociedad que siempre resumo en la frase –No se olviden de los pobres-, pues estamos para servir a los pobres con dignidad; fidelidad por el trabajo en equipo pues el hombre y la mujer viven en sociedad; y fidelidad al sentido crítico, a desarrollar un criterio propio para que no nos domestiquen, en síntesis, a ser fieles a sí mismos”, describió.
En tanto, en representación de los nuevos Licenciados se dirigió a los asistentes el estudiante Renzo Jiménez quien recordó los primeros días del año 2010, cuando su generación recién iniciaba los estudios. De igual modo los hizo la estudiante Lorena Parra. Ambos valoraron los espacios generados en la Universidad, así como los lazos y relaciones que se fueron tejiendo durante estos años. “Lo de hoy es el resultado de salir airosos de todos los desafíos y de los esfuerzos realizados por salir adelante”, coincidieron. Igualmente, destacaron como fundamental el sello psicosocial plasmado en su formación, graficado previamente por la directora de escuela Mónica Pino Muñoz y por el ex académico José Luis Ysern de Arce.