Positiva acogida del medio nacional llevó a Ediciones Universidad del Bío-Bío a relanzar la obra, cuya autoría corresponde a los académicos del Departamento de Ciencias de la Educación, Fancy Castro Rubilar y Hugo Lira Ramos.
En un ambiente de reconocimiento a la labor académica y de investigación, se desarrolló el acto de presentación de la segunda edición del libro “Currículum y Evaluación Educacional”, obra de los académicos del Departamento de Ciencias de la Educación, Dra. en Diseño Curricular y Evaluación Educacional, Fancy Castro Rubilar, y del Magíster en Orientación Educacional, Hugo Lira Ramos.
La actividad, presidida por el decano de la Facultad de Educación y Humanidades, Marco Aurelio Reyes, junto a la directora de Extensión, Ninón Jegó Araya, se desarrolló en el Salón Miguel Jiménez Cortés del Campus La Castilla, ocasión en que académicos, y estudiantes de pre y postgrado, pudieron escuchar de parte de los propios autores, las motivaciones que les llevaron a publicar el libro y las novedades que incluye esta segunda edición.
Esta segunda edición fue presentada oficialmente por el académico del Departamento de Ingeniería Industrial, Patricio Ojeda Pérez de Arce.
Según explicó la académica Fancy Castro, el libro primeramente estuvo pensado para los profesores de aula, de manera que pudiera ayudarles a afianzar sus conocimientos en currículum, en evaluación y didáctica, pero luego ocurrió que los docentes que no son profesores de profesión, comenzaron a manifestarles que dicha obra les permitió comprender mucho mejor el concepto de la educación. “En esa relación, yo diría que una de las cosas que hacemos con el relanzamiento es poner este libro en sintonía con los nuevos marcos curriculares, con la reforma curricular, con los ajustes que tuvo esta reforma, hablando ya de bases curriculares más que de marcos curriculares. Esta edición ofrece la oportunidad de encontrar materias actualizadas, retomar aquellas que ya se habían planteado y ofrecer un conjunto de instrumentos de evaluación para que los profesores puedan tener material que les pueda ayudar; que puedan tomar como referencia algunos instrumentos para construir los propios instrumentos de evaluación, planificación, etc.”, explicó la académica.
La autora comentó que no se espera que el libro sea considerado un manual que debe seguirse al pie de la letra, sino que se trata de una obra referencial. “Creo que los profesores necesitan contar con un mecanismo que les ayude a encontrar algunas referencias, pero fundamentalmente para que ellos mismos puedan inspirarse, mejorarlas y replantearlas. En general, nosotros tenemos la idea de que el profesor tiene que tener elementos y herramientas para construir sus propias propuestas curriculares, sus propias planificaciones y no ser solamente un reproductor de las indicaciones ministeriales”, aseveró.
Por su parte, el académico Hugo Lira explicó que el libro, si bien presenta un marco teórico inicial, destaca por su carácter práctico. “Pretendemos que una persona que lo lea pueda comprender el currículum, la evaluación y también pueda usar instrumentos y procedimientos para ponerlos en práctica en su quehacer. Junto con eso, debería tener un carácter reflexivo, es decir, que ayude a pensar su práctica y también a poder mejorarla. Creo que el aporte que ha hecho este libro, sobre todo esta segunda edición, es que hemos ampliado aún más los instrumentos; sustentarlo también en el uso del enfoque basado en competencias que está vigente, entregando las bases para que los lectores entiendan de estos modelos y también los instrumentos y dispositivos didácticos para poder usarlos en un contexto de aula”, argumentó.
El profesor Hugo Lira también destacó la valoración del libro formulada por el académico Cristián Cox Donoso, decano de la Facultad de Educación de la Pontificia Universidad Católica, quien destaca el carácter práctico del texto. “Este libro sirve para la docencia, para los estudiantes en formación, pero también es útil al profesor que está desarrollando el ejercicio profesional, pues todo el contenido vale para la práctica cotidiana, praxis de la docencia, para su mejoramiento, sobre todo considerando que actualmente, la evaluación docente demanda a los profesores el ser capaces de justificar su quehacer pedagógico. Nuestro libro apunta a que se realicen mejores enseñanzas, una evaluación mucho más eficaz, no solamente pensada en los productos sino también en los procesos, y eso orienta la evaluación para mejorar los aprendizajes”, describió el autor.