Trabajo del académico del Departamento de Artes y Letras fue presentado en la última edición de Anales de Literatura Chilena, publicación del Centro de Estudios de Literatura Chilena de la Pontificia Universidad Católica de Chile.
“Eugenio María de Hostos: Una Visión de Chile”, se denomina el trabajo desarrollado por el académico y literato del Departamento de Artes y Letras de la Facultad de Educación y Humanidades, Juan Gabriel Araya, recientemente publicado en la Revista Anales de Literatura Chilena de la Pontifica Universidad Católica de Chile, publicación indizada, entre otras bases de datos, en SCOPUS y Thomson Reuters (ISI).
Dicho artículo profundiza en el notable aporte cultural, político, periodístico, filosófico y educacional del intelectual puertorriqueño Eugenio María de Hostos (1839-1903), quien desarrolló parte de su trascendente obra en Chile. Sin embargo, pese al tonelaje de su trayectoria y aporte, su figura en Chile no ha sido destacada en justo mérito. Es así como a través de este trabajo, el académico Juan Gabriel Araya se propone dar cuenta del nutrido y múltiple quehacer de este intelectual americanista puertorriqueño, que dedicó buena parte de su vida a buscar apoyos con miras a lograr la independencia de Puerto Rico, que en ese entonces era colonia de España. Asimismo, destacó por sus aportes a la educación y la cultura americana. “Llegué a la figura de Hostos hurgando los archivos del Diario La Discusión de Chillán, y es así como reproduje 6 o 7 noticias relativas a Hostos, entre ellas la información referida a que este puertorriqueño venía a hacerse cargo del Liceo de Hombres de Chillán, en fin, noticias importantes que a mí me permitieron construir la figura de este hombre tan importante”, aseveró el literato Juan Gabriel Araya.
Según describe el académico de la UBB, Eugenio María de Hostos registra dos estadías en Chile; la primera entre 1872 y 1873, obedece al afán de buscar apoyo entre las naciones sudamericanas para la emancipación de Cuba y Puerto Rico de la corona española. La segunda se prolonga entre 1889 y 1898 en respuesta a la invitación que le formularon los gobiernos de Domingo Santa María y José Manuel Balmaceda en atención a la Reforma Educacional de la época. “En ambas visitas, Eugenio María de Hostos se destaca como un incansable impulsor de ideales libertarios sustentados en principios progresistas. Del mismo modo, actuó como activo difusor de las doctrinas filosóficas europeas en boga (racionalismo, positivismo, idealismo) y las realidades, identidades y territorios caribeños. La contribución intelectual de Hostos se suma a las de otros extranjeros ilustres como Andrés Bello, Domingo Faustino Sarmiento, Amadeo Pissis, José Joaquín de Mora, Claudio Gay e Ignacio Domeyko, en la conformación de la nueva República de Chile, y repercuten hasta hoy”, describe el académico Juan Gabriel Araya.
El escrito da cuenta de las acciones emprendidas por el puertorriqueño para “obtener en las repúblicas australes el apoyo moral y material para su proyecto de fundar una ‘Confederación de las Antillas’ que uniría Puerto Rico, Cuba y República Dominicana. Por qué digo yo que hay que hablar de Hostos a partir de una visión de Chile, porque el año 1872, el intendente de Santiago Benjamín Vicuña Mackenna, organizó la Primera Exposición Nacional de Artes e Industrias, y Eugenio María de Hostos realizó un estudio acerca de los productos culturales, la minería, las artes, y fue así como realiza una memoria titulada -A Chile en su exposición de Septiembre- donde analiza cómo es la nación chilena que se desenvuelve de manera independiente, y compara la República de Chile con su país natal Puerto Rico. Entonces, él dice -así seríamos nosotros si fuéramos independientes de los españoles-“, explica el académico Juan Gabriel Araya.
Durante su permanencia entre 1889 y 1898 Hostos se desempeña como rector del Liceo Miguel Luis Amunátegui de Santiago y del Liceo de Hombres de Chillán, además de ejercer como profesor de Derecho Constitucional de la Universidad de Chile. “Lo importante de este periodo es que participó en la Reforma Educacional. En la época de Balmaceda hubo dos reformas importantes, una educacional y una médica, y Eugenio María de Hostos fue el gestor de la Reforma Educacional. Esta reforma cambió el régimen del sistema Lancasteriano heredado de los tiempos de O`Higgins por el régimen Concéntrico de aquella época. Fue un reformador educacional y en ese sentido hay que compararlo con otro educador importante chileno como Valentín Letelier”, explicó Juan Gabriel Araya.
Entre las obras señeras de Eugenio María de Hostos se cuentan La Peregrinación de Bayoán (1863); Lecciones de Derecho Constitucional (1887), Moral Social (1888), y sus artículos más sólidos referidos a los problemas americanos se encuentran reunidos con el título de Cartas públicas acerca de Cuba (1896).
“La máxima aspiración de Hostos fue la de contribuir a echar las bases de una democracia efectiva en el país que sintió como suyo, sin ingresar a obstinadas y aristocráticas frondas que luchaban por el poder. Estimamos que al comenzar el siglo XX, la tarea crítica de Hostos, desde otras vertientes del pensamiento y la ideología, fue retomada – en relación con el examen de los problemas del país y sus males- por destacados chilenos, quienes pusieron el acento, con mayor o menor intensidad, en descubrir y perfilar la personalidad del país; entre ellos Alejandro Venegas (Dr. Valdés Cange), Luis Emilio Recabarren, Francisco Antonio Encina, Nicolás Palacios y Alberto Cabero”, recordó Juan Gabriel Araya.
