Estudiantes y académicos elaboran propuesta gráfica en atención a solicitud del propio curador del museo. La Hacienda San Agustín de Puñual fue reinaugurada en enero, luego de ser sometida a reparaciones tras el terremoto de 2010. Reposicionar la figura de Prat y facilitar la comunicación visual considerando los diferentes tipos de público que visitan el lugar, aparecen como algunos de los desafíos.
Vincular estrechamente a la Escuela de Diseño Gráfico con instituciones y agrupaciones de la región, con el propósito de proyectar el trabajo de los estudiantes y académicos, aparece como uno de los objetivos clave de la dirección de la Escuela que dirige la académica Jacqueline Santos Luarte, quien por estos días impulsa un trabajo cooperativo junto al Santuario Cuna de Prat. Éste permitirá dotar al museo de una nueva marca gráfica que reflejará fielmente la identidad e importancia histórica de la antigua casona que data de 1789.
“Luego del terremoto de 2010 se debió reparar el museo y posteriormente fue reinaugurado en enero de 2014. En ese momento también se encargó un trabajo de comunicación visual a una empresa de Santiago, pero finalmente dicha propuesta no satisfizo a los responsables del museo. Y es por ello que el curador del Santuario Cuna de Prat se contactó con nosotros para ver cómo podíamos colaborar. Nosotros abordaremos el desafío a través de nuestra línea de talleres, y es así como ya realizamos una visita para realizar el diagnóstico y comenzar a trabajar”, explicó la académica Jacqueline Santos Luarte.
De este modo, cada taller guiado por los respectivos académicos realizará propuestas de solución a diversos problemas o falencias de comunicación visual descifrando la identidad visual, elaborando señalética, productos multimedia, elementos publicitarios, entre otros.
El docente Norman Ahumada, destacó la pertinencia de esta iniciativa pues permitirá a los estudiantes “aprender haciendo”, y abordando una situación real. “Es lo que en educación se denomina aprendizaje basado en problemas. Y el problema es precisamente diseñar lo que debería ser la imagen gráfica del Santuario Cuna de Prat. Diseñar todos los elementos necesarios para publicitarlo ya sea en avisos de prensa, vallas camineras, letreros, hitos de la ciudad… Nosotros en ese sentido también queremos diseñar algo para que quede en algunos lugares de mayor afluencia de público”, explicitó.
Además, el académico recordó que en el periodo anterior a 1979, la Escuela de Diseño Gráfico, en ese entonces dependiente de la sede Ñuble de la Universidad de Chile, también colaboró en las tareas de creación del Santuario, trabajo que lideró Walter Grohmann Borchers. “Hicimos toda la campaña gráfica y parte de la campaña de muebles y cobertores, porque en ese entonces impartíamos Diseño Textil. Por eso, en el libro “Como se hace un Santuario” que escribió el señor Grohmann, nos menciona a los profesores, estudiantes y a la Escuela de Diseño Gráfico”, recordó.
En tanto, el docente Gino Álvarez recalcó la importancia de que la Escuela de Diseño Gráfico se haga cargo de las necesidades del entorno y proyecte su quehacer al medio. “Aquí me nace una duda, ¿por qué cuándo hay una necesidad local siempre se recurre a empresas que no son de la región? Hacía muchos años que no iba al museo y me encontré con que había algo nuevo, muy distinto a lo que yo conocía. Nos encontramos con sorpresas pues falta información, hay otra que no está expuesta a cabalidad. Además, el núcleo central del museo ya no es Prat, sino que se relevó el entorno agrícola. Para nosotros es importante tomar una necesidad de nuestro entorno y hacer una intervención pues eso ayuda al desarrollo histórico, cultural, y turístico de nuestra región. Lo primero a lo que nos abocaremos es a lograr una identidad visual y luego se analizarán otras áreas como la publicidad, algún elemento informativo interno, elementos exteriores, infografías, señalética, entre otros recursos”, explicó.
A su vez, la académica Dra. Leda María Muñoz, fue enfática en relevar que se trata de “una oportunidad con múltiples proyecciones, un acuerdo de mutuos beneficios que brinda la posibilidad de una acción sistémica continua en el tiempo, con acciones docentes y o acciones académicas de vinculación con el medio desde el ejercicio profesional, como asesorías o capacitación sobre temas de imagen, comunicación y marketing, tan necesarios para su proyección como patrimonio nacional y proyección turística”.
“Desde el Taller de Fundamentos de Diseño que me corresponde impartir en el 4º nivel, los alumnos han aceptado el desafío, y están abordando el primer proyecto que involucra un sistema de Identidad Visual del Museo que se inicia con el diseño de su marca. La asignatura tiene centrado su aprendizaje en la Competencia Sistemas de Comunicación Visual, de modo que es posible que otros sistemas necesarios salgan al paso como su Señalética e infografías. Esta es, sin lugar a dudas, una oportunidad para mostrar a la comunidad, todas las posibilidades del Diseño como Comunicación Visual para potenciar la imagen de una institución o empresa y sus servicios, y agregarle valor e innovación a su misión y visión. Una Disciplina que va de la mano con el desarrollo y progreso país”, argumentó.
Pablo Escobar, académico del Taller de Diseño Contextualizado IV, compartió con sus alumnos algunas de las impresiones preliminares tras visitar el museo. “Nosotros generaremos la imagen de marca del Santuario Cuna de Prat. Habrá bastante experimentación, búsqueda de soluciones, y lo que quede será la producción del proyecto donde se contempla armar el manual de marca, normalizar la marca, y aspectos más formales para presentar la propuesta”, explicó.
En esta línea la alumna María Fernanda Rodríguez se refirió a algunas de las primeras tareas ya realizadas. “Estamos en la etapa de investigación de campo. Necesitamos recopilar toda la información necesaria para realizar un brief y así llegar a la conclusión acerca de qué es lo que podemos desarrollar para realizar la marca gráfica. Tuvimos que investigar acerca de quién era Arturo Prat, qué se hacía previamente en el museo como tal, y qué se hacía en dicho espacio antes de que se convirtiera en museo. Conocimos la Hacienda de San Agustín de Puñual, qué hizo Prat ahí; y todo eso era necesario porque queríamos saber qué estaban buscando”, acotó.
A su vez, el estudiante Julio Navarro aportó una visión crítica sobre lo observado. “Creo que falta darle un enfoque más preciso al santuario, pues parece un museo agrícola. Un sector importante ilustraba sobre la hacienda, mostrando técnicas de sembrado, molinos, arados, instrumentos del siglo XIX. Otro sector se destinaba a la familia de Prat y finalmente había algo de Arturo Prat. Me dio la impresión que no es mucho lo que se muestra de Prat”, aseveró.
Los estudiantes Jorge Salgado y Bárbara Fonseca también entregaron sus impresiones. “Creo que el museo de Prat también sirve para mostrar la forma de vida que había en Chile en ese tiempo, y quizás influyó que predomine ahora el aspecto agrícola porque Prat vivió poco tiempo en esa hacienda. Quizás por eso se muestra más aspectos de la agricultura”, comentaron.
“Es interesante para nosotros porque veríamos la aplicación real de un trabajo nuestro en un lugar que además es conocido internacionalmente. Entonces, el hecho que se encuentre nuestra marca, nuestra señalética, que depende de cada uno de los talleres que estamos desarrollando es importante. Es un paso relevante para nuestra formación, pues se trata de un lugar externo y de gran importancia para la historia de Chile, es algo enriquecedor que podemos incorporar en nuestro currículo”, graficó María Fernanda Rodríguez
El académico Jaime Castro precisó que se trata de una oportunidad para que los estudiantes fortalezcan la vinculación con el medio y puedan trabajar más allá de la teoría que se explica en el aula. “Hay una diferencia muy grande entre un trabajo de corte teórico y uno sobre presunciones reales, porque se empiezan a presentar problemas reales, y los estudiantes deben ir ajustando su trabajo. Estimo que esta acción también permite que nuestra carrera se visibilice más en nuestra provincia y en la región”, argumentó.
La directora de Escuela, Jacqueline Santos Luarte, comentó que las acciones de vinculación con el medio no se agotan en esta experiencia, y es así como se avizoran nuevos espacios donde plasmar la creatividad y calidad de las propuestas de académicos y estudiantes de la Escuela de Diseño Gráfico de la Universidad del Bío-Bío.
