El profesor Nelson García ha sido homenajeado en diversas oportunidades. Sin embargo, por primera vez sus colegas de las universidades del Cruch valoraron su trayectoria profesional.
Cuarenta y tres años al servicio de la investigación y formación de tantas generaciones de profesionales en el área del Trabajo Social, hicieron merecedor al académico de la Universidad del Bío-Bío, Nelson García de un reconocimiento otorgado por las Escuelas de Trabajo Social pertenecientes al Consejo de Rectores de Chile. El homenaje se realizó en el marco del Congreso Nacional e Internacional “Desafíos para la formación en Trabajo Social en contextos de demandas sociales”, organizado por la Escuela de Trabajo Social de la Universidad Católica del Maule, y por la Red de Escuelas de Trabajo Social del Consejo de Rectores de Chile, en el que estudiantes de nuestra casa de estudios de la sede Chillán, tuvieron una destacada participación.
Junto a otros ocho profesionales del área, de distintas universidades del país, el profesor García fue merecedor de este galardón que valora en esta etapa de su vida profesional.
¿Cómo recibe este reconocimiento?
He recibido distintos homenajes y premios, varios por parte del Senama, por colaboraciones que he realizado, porque formo parte del Consejo Consultivo, pero sin duda que en esta oportunidad fue muy emocionante, porque es la primera vez que se reconoce a un forjador de Trabajadores Sociales en Chile. Comencé con la carrera aquí en la Universidad con 60 alumnos y luego estuve cerca de 18 años trabajando en la Universidad de Cuenca en Ecuador y no es que uno busque estos homenajes, pero cuando se ha dedicado la vida a la formación de profesionales, es significativo que los propios pares, muchos de ellos exalumnos, que ahora son académicos, valoren lo que uno realizó en su momento.
¿Qué opinión le merece la formación de Trabajadores Sociales hoy en día en Chile?
Pienso que se ha difundido exageradamente la formación de profesionales en el país, hay muchas escuelas tanto en universidades, institutos y centros de formación técnica, en estas instancias no siempre existe un control de calidad de los docentes ni de los alumnos egresados.
Esa masificación ha desvirtuado la formación académica, porque con fines mercantilistas egresan profesionales que no siempre cuentan con la calificación necesaria. De las universidades que otorgan el título profesional, son pocas las acreditadas, por eso la Red Chilena de Escuelas de Trabajo Social ha hecho bastantes esfuerzos para que se dignifique la carrera, porque el rango universitario que se reconquistó hace poco tiempo es un hecho importante, pero de igual modo existen institutos que forman profesionales y que después sólo con un año de licenciatura los estudiantes quedan en la misma condición que los egresados de cinco años de estudio. Por eso, es necesario modificar las mallas curriculares y los planes de estudio para estar en consonancia con el país y el continente.
¿De qué manera evalúa la evolución de la Escuela de Trabajo Social en Chillán?
Noto que los estudiantes se encuentran muy comprometidos con su trabajo, constantemente están postulando a proyectos con fondos concursables tanto internos como externos para llevar a cabo sus objetivos.
En ese sentido, el Centro de Intervención e Investigación de la Escuela de Trabajo Social, Ciisets, es una muy buena iniciativa, ya que los chicos se vuelven más autónomos y ven que hay que competir para triunfar y no hay que tenerle miedo a la competencia, pues hay que superarse cada día.