La actividad convocada por el Centro Dominicano de Teología y Biblia, el Centro Santo Domingo, el Grupo de Investigación de Género, Ciudadanía y Equidad, y el Programa de Derechos Humanos de la Universidad del Bío-Bío, contó con la participación de conferencistas de gran nivel donde destacaron la hermana Teresa Forcades i Villa, el sociólogo Manuel Antonio Garretón y el periodista Pedro Cayuqueo Millaqueo, entre otros.
Generar una reflexión en torno a temas fundamentales en la sociedad de hoy, tanto a nivel local como nacional, fue el principal propósito del Seminario Responsables de la Vida Cotidiana convocado por el Centro Dominicano de Teología y Biblia, el Centro Santo Domingo, el Grupo de Investigación de Género, Ciudadanía y Equidad, y el Programa de Derechos Humanos de la Universidad del Bío-Bío, según explicó la académica del Departamento de Ciencias Sociales, Dra. Soledad Martínez Labrín.
“El eje es la espiritualidad y ciudadanía. Y los tres temas que trabajamos se vinculan con la salud, la ciudadanía en términos de los conflictos étnicos, los procesos constituyentes y también la ciudadanía vista como libertad y responsabilidad, y ahí se circunscribe el tema del feminismo y el medioambiente”, explicó la académica.
Medicalización de la Salud
Entre los expositores destacó Teresa Forcades i Villa, teóloga y monja española de la Orden de San Benito, conocida por sus posiciones críticas sobre la gestión de la gripe A por parte de instituciones sanitarias como la Organización Mundial de la Salud y las empresas farmacéuticas productoras de las vacunas. Ha denunciado lo que ella considera crímenes y abusos cometidos por la industria farmacéutica. Asimismo, es una de las promotoras del movimiento independentista Procés Constituent a Catalunya. Es además Licenciada en Medicina y especialista en Medicina Interna.
La teóloga criticó la actual manifestación de la medicalización de la salud, concepto que tradicionalmente se entendía como aquellas recomendaciones médicas que tenían por objetivo lograr una mejor salud de la comunidad, como podía ser el abogar por instalación de alcantarillado. Sin embargo, en la actualidad, la medicalización, según expresó Teresa Forcades, se evidencia en intervenciones médicas que hacen aumentar la enfermedad y no la salud. “Como por ejemplo, el tema del colesterol. Hay unos estudios que nos decían que el colesterol podía estar por encima de los 250, luego hubo otros estudios que dijeron que eso era peligroso y que debía estar por abajo, y solo por esto, muchas personas pasaron a estar enfermas y antes no lo estaban. O sea que hoy en día, mientras más se medicaliza, más personas están enfermas”, expresó.
Otros ejemplos de medicalización se advierten, expresó la conferencista, cuando se diagnostica con depresión juvenil a los adolescentes, en circunstancias que en dicha etapa del desarrollo conocida usualmente como edad del pavo, un adolescente muestra cambios bruscos de humor, y puede estar un día excitado y feliz, y al otro todo lo ve todo mal. “Eso se puede enfrentar diciendo, bueno, eso es normal porque te estás enfrentando a la vida sin el apoyo familiar por primera vez, o se puede decir, le voy a dar un diagnóstico, usted tiene depresión juvenil”, ejemplarizó.
Siguiendo el desarrollo del argumento, la Dra. Teresa Forcades se refirió al DSM 5 (Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders) o Manual Diagnóstico y Estadístico de Trastornos Mentales. “Estamos hablando de un manual que una entidad privada de los EE.UU. produce, que es de diagnósticos de patología mental. Pero son diagnósticos estadísticos; entonces se dice: la mayoría de la población cae entre estos dos límites, y quien esté por encima o por debajo es enfermo. Si hiciéramos eso con el coeficiente de inteligencia, los que estén por encima están enfermos, lo que es absurdo. Lo mismo sería en el caso de los atletas, pues la mayoría de la gente no corre los 100 metros en tan pocos segundos, y a quienes lo logran los consideramos positivamente. El criterio estadístico por sí mismo no puede dar lugar a la patología. La definición patológica tiene que venir dada por algo demostrable que tiene efectos nocivos, pero no porque esté fuera de la estadística”, argumentó.
Según manifestó la expositora el último DSM 5, por ejemplo, permite el diagnóstico de Trastorno Bipolar a los niños a partir de los 2 años. “¿Cómo puedes diagnosticar a un niño de 2 años de trastorno bipolar? ¿Porque a veces grita mucho y a veces está quieto? Eso es un absurdo médico. Lo mismo ocurre con los niños tímidos. En dicho manual, a la timidez se le cambia el nombre y se dice que tiene fobia social, y se le pone otra etiqueta diagnóstica al niño, con lo cual hay una medicación asociada y tú tendrás a ese niño estigmatizado como enfermo. Lo preocupantes es que el DSM 5 es elaborado por una institución privada, pero luego lo toman de referencia la mayoría de las sociedades psiquiátricas del mundo, y se convierte en referencia mundial que los países adoptan para sus políticas de salud pública”, explicó.
Durante sus exposiciones, la investigadora también fue crítica de la vacuna que supuestamente ayuda a combatir el virus papiloma humano, así como llamó a los padres a poner atención a los diagnósticos de hiperactividad, pues más que recetar medicamentos a dichos niños, lo primero que debería realizarse, en su concepto, es analizar el efecto de los azúcares de absorción rápida presentes en las golosinas, conocer cabalmente el efecto de las radiaciones electromagnéticas de las wifi, y la intensidad y frecuencia de las imágenes que se observan hoy en día en televisión y videojuegos, pues diversos estudios científicos dan cuenta de los efectos que estas situaciones tendrían en la población infantil.
Teresa Forcades i Villa también se refirió a los peligros que supone el haber dejado en manos de las farmacéuticas, empresas privadas con ánimo de lucro, aspectos de la salud de las personas. “Son empresas con un poder económico inmenso, y a ese grupo le estás fundamentando su poderío económico en el hecho que la gente consuma medicamentos, pues bueno, estás creando un mecanismo de retroalimentación y eso para poner los casos concretos les recomiendo un libro escrito por el médico danés Dr. Peter Gotzsche que se llama ‘Medicamentos que matan y crimen organizado’, y ahí habla de la hiperactividad. Este libro acaba de ganar el primer premio de la Asociación Británica de Médicos. Esto quiere decir que son muchos los médicos conscientes de que este conflicto de intereses no debe continuar y que debemos desmantelar eso, que no será fácil, pero pongámonos manos a la obra porque esto tiene unas consecuencias obvias”, manifestó.
La Responsabilidad Ciudadana en la elaboración de un nuevo marco constitucional
En tanto, el sociólogo Manuel Antonio Garretón, Premio Nacional de Humanidades y Ciencias Sociales, analizó el nuevo ciclo político en Chile, caracterizado por la aparición de una nueva problemática histórica y de nuevos sujetos políticos y sociales. Según explicó, la emergencia de un nuevo ciclo es paralela al agotamiento y término del anterior y ambos tienden a coexistir por tiempos más o menos largos.
Manuel Antonio Garretón explicó que a partir de 1990 en Chile se inicia un ciclo histórico cuya problemática central era la democratización política luego de la dictadura y la superación de los problemas socio-económicos más flagrantes como la pobreza. Si bien, se reconocen grandes avances en estas materias, el politólogo explicó que la sociedad permaneció atada al ciclo de la dictadura por dos grandes cadenas. “La primera, el modelo socio-económico neoliberal, caracterizado por producir y reproducir desigualdades y segregaciones; una enorme concentración del poder, la riqueza y la comunicación; y el predominio del mercado y lo privado en todos los ámbitos de la vida social por sobre el interés público, reduciendo y debilitando la acción del Estado. La segunda, un modelo político-institucional, consagrado principalmente en la Constitución impuesta por la dictadura en 1980, pero también en una amplia gama de normativas que se deducían de aquella, que reproduce el empate entre fuerzas de la dictadura y las fuerzas democráticas para asegurar la intangibilidad del modelo socio económico. Los gobiernos de la Concertación corrigieron tanto el modelo socio-económico neoliberal como el modelo político institucional, pero no los superaron y en esa misma medida contribuyeron a consolidarlos. Y entretanto se fue erosionando también el sistema de relaciones entre lo político y lo social que había caracterizado a la sociedad chilena desde inicios del siglo pasado”, explicó.
El Premio Nacional de Humanidades explicó que el nuevo ciclo debe considerar nuevas relaciones entre Estado, política y sociedad que deberían establecerse en una nueva Constitución, señalando que el proceso que lleve a ella es el único que puede asegurar la reconstrucción de la comunidad política y la identificación de la ciudadanía con el orden político institucional. “Y en este sentido, no hay otra forma de llegar a una nueva Constitución legítima que una Asamblea Constituyente. Al mismo tiempo es la única fórmula que genera un espacio de encuentro entre el mundo social y el mundo político, entre lo institucional y lo participativo, permitiendo la rearticulación de sus relaciones y el respeto de sus autonomías”, manifestó.
Conflicto Mapuche, Perspectivas
El seminario también tuvo entre sus expositores al periodista Pedro Cayuqueo Millaqueo, activista mapuche, quien se refirió precisamente, a las perspectivas que ofrece el actual conflicto mapuche. Entre otras cosas, y a propósito de la Conferencia Mundial de Pueblos Indígenas realizada en la sede central de la ONU en Nueva York, donde los Estados miembros de la Asamblea General reafirmaron su compromiso de “respetar, promover, impulsar y no menoscabar” los derechos de los pueblos indígenas, contemplados en la Declaración Universal aprobada el 13 de septiembre de 2007, el conferencista criticó la falta de coherencia entre el discurso de las autoridades chilenas y las acciones que se despliegan en La Araucanía, donde a su juicio no se respetan ni promueven los derechos de éstos.
Asimismo, manifestó su disconformidad con el tratamiento que se da al conflicto mapuche en los medios de comunicación, al circunscribirlo exclusivamente a la demanda de tierras, a hechos de la crónica roja, a la visión negativa de los empresarios sobre el pueblo originario, y al enfoque de pobreza desde el que lo asume el gobierno. “Discusiones de primer orden mundial en torno a nuevos modelos de Estado, tipos de ciudadanía y estándares democráticos están ausentes del debate público en materia indígena”, sostuvo.
Cayuqueo explicó que la mera restitución de tierras no concluye el conflicto chileno-mapuche, pues la autonomía es un concepto que ha calado fuerte en las nuevas generaciones de mapuches ahora instruidos, profesionales y orgullosos de su origen. “La autonomía territorial, política, administrativa, es el debate que viene; autonomía, con Parlamento propio y autoridades ejerciendo soberanía sobre diversas materias”, comentó.
Pedro Cayuqueo explicó que los pueblos indígenas no sólo demandan hectáreas, políticas sociales o reconocimientos culturales, sino que buscan además, ejercer derechos políticos y gobernar aquellos territorios que legítimamente identifican como su hogar nacional. “Es la aspiración de las viejas y nuevas generaciones de ciudadanos mapuche en La Araucanía o el Wallmapu, el País Mapuche de nuestros abuelos y abuelas”, precisó.
El seminario también contó con la participación de la Dra. en Antropología Sonia Montecino Aguirre; el sociólogo Manuel Antonio Garretón, el médico ginecólogo Dr. Manuel Parra, el Arzobispo de Concepción, Doctor en Teología Moral y Master en Bioética Fernando Chomalí, el Bachiller en Teología y Doctor en Filosofía Iván Canales, y el médico general Miguel Ángel Solar.