Tras ocho meses de arduo estudio y trabajo durante los días sábado, entre 9 y 15 horas, 42 estudiantes de carreras de pregrado de la sede Chillán, lograron culminar sus estudios del Diplomado de Habilidades Sociales e Inserción Laboral, brindados por la Unidad de Formación Integral de la UBB. La malla académica consideró 6 módulos: Habilidades personales, Habilidades sociales, Habilidades sociales avanzadas, Inserción laboral, Relaciones laborales, y Ética y responsabilidad social, totalizando un total de 20 talleres.
Al cabo de este periodo, coinciden en que se han visto enriquecidos y fortalecidos, pues ahora son mucho más conscientes de algunas de sus fortalezas, y asumen que cuentan con más herramientas de las que pensaban para sumarse al mundo laboral de manera exitosa. El conocimiento disciplinar ciertamente es relevante y las carreras dan cuenta de ello a través de distintas instancias que permiten asegurar la calidad de la docencia, sin embargo, también hay otros factores que considerar en el proceso formativo, que permiten a los jóvenes ampliar las posibilidades de desarrollo profesional y empleabilidad.
Por ello, los rostros de los jóvenes que asistieron a la última clase del módulo de Ética y Responsabilidad Social, impartido por la ingeniero comercial Erna Ugarte Soto, reflejaban el cansancio del año, pero también la satisfacción de haber alcanzado una meta que en principio, en el mes de marzo, se veía lejana y dura, toda vez que las clases del día sábado implicarían una exigencia más al ya exigente ritmo de clases y evaluaciones propias de cada carrera.
Sin embargo, el Diplomado de Habilidades Sociales e Inserción Laboral es ampliamente demandado por los estudiantes, pues complementa una serie de habilidades y competencias que la formación curricular no aborda necesariamente.
“Los alumnos finalizaron con una alta motivación y agradecieron la oportunidad. Por nuestra parte, quedamos muy conformes con el trabajo realizado este año”, precisó la encargada de Formación Integral institucional de la Unidad de Formación Integral, Andrea Pradenas.
La estudiante de Pedagogía en Ciencias Naturales mención Química, Marlene Pradenas, comentó que el Diplomado coincidió con el desarrollo de su práctica profesional durante el primer semestre, por lo que muchas de las cosas aprendidas en él, le sirvieron en su primera aproximación al trabajo profesional, donde el modo de relacionarse con los alumnos es un punto determinante. “Estoy postulando a un Doctorado y también me ha servido para ello, pues siento que me permite desenvolverme mejor en distintas situaciones. He sentido mayor seguridad al expresarme, y además, el tema de las habilidades sociales no es menor. Precisamente, ese módulo fue el que más me llamó la atención, pero en general todos eran muy buenos”, describió.
La práctica para enfrentar una entrevista de trabajo, las preguntas más habituales que realizan los entrevistadores, el modo correcto de elaborar un currículo, son solo algunos de los puntos valorados por los estudiantes, quienes reconocen que la entrega de estos ayuda memorias o tips son verdaderamente útiles.
“Durante el Diplomado realizamos una pasantía a Lota, y además de conocer aspectos históricos y sociales, reforzamos y aplicamos todo lo que habíamos aprendido, porque compartimos con nuestros compañeros y en particular siento que practiqué mucho la tolerancia, porque hay distintas formas de pensar y diferentes personalidades, y ahí es cuando uno debe tratar de ser más tolerante, empático y asertivo para saber decir las cosas. Hay mucho aprendizaje y muchas experiencias de por medio”, valoró Marlene Pradenas.
Para Felicinda Burgos en tanto, el Diplomado representó más de una sorpresa. En principio, pensaba que se encontraría con un programa más teórico, pero prontamente se dio cuenta que debería trabajar sus habilidades creativas y disponerse cada sábado con las mejores energías, pues la dinámica de las clases exigía atención y despliegue de trabajo en equipo la mayor parte de las veces. “Me gustó mucho el área de inserción laboral pues en la carrera se nos enseña lo que es propio de la profesión, pero nadie se detiene a decirnos cómo debemos presentarnos ante una entrevista de trabajo, o qué debemos destacar en nuestro currículo. Uno muchas veces sale a buscar trabajo sin mayor idea. Pienso que lo aprendido en el Diplomado es aplicable a cualquier ámbito de la vida diaria”, aseveró.
En el caso de Katherine López fue muy relevante abordar aspectos del desarrollo personal, pues se hizo más consciente acerca de la necesidad de desarrollar y cultivar la empatía, considerando que el trabajo moderno demanda vincularse con muchas personas, quienes no necesariamente comparten la misma profesión. “Hoy se valora mucho las competencias blandas, pues una empresa puede invertir para capacitar a una persona, pero la empatía hay que cultivarla desde antes. Eso lo encuentro muy relevante”, señaló.
A su vez, Cristian Carrasco recalcó que el Diplomado viene a coronar el concepto de Formación Integral, ya que permite complementar contenidos que no se consideran en las mallas curriculares tradicionales. “Se nos entrega habilidades sociales que nos sirven en forma transversal en nuestras vidas, tanto en la familia como en el trabajo. Si tenemos habilidades sociales, cultivamos una comunicación efectiva, y eso nos ayuda igualmente a insertarnos en el mundo laboral y a permanecer en el trabajo. La Universidad nos forma, pero si a la hora de buscar trabajo no tenemos las herramientas adecuadas, uno tiene más inseguridades. Justamente todas esas herramientas las obtuvimos aquí en el diplomado”, recalcó.
Al momento del ingreso, Carla Ruiz tenía como objetivo desarrollar nuevas habilidades sociales, pues asumía que esa podía ser una oportunidad para mejorar. Como estudiante de pedagogía, está clara que debe manejar dicho ámbito para entablar relaciones óptimas con sus alumnos, pues el clima que se genera en el aula es de vital importancia en el proceso de enseñanza aprendizaje.
“Me sirvió muchísimo, por ejemplo, yo practiqué una entrevista laboral aquí en el Diplomado, y a la semana siguiente tuve que enfrentar una real. Apliqué lo que había aprendido y quedé de inmediato seleccionada. Pude comprobar directamente que es efectivo. El Diplomado te entrega los tips que necesitas, que no siempre conoces, y que a la larga pueden ser una chance importante”, ilustró.
Yoceline Cifuentes vive por estos días su práctica profesional y asegura que aplica a diario lo aprendido en el Diplomado. Sostiene que en su caso, el Diplomado fue útil para darse cuenta que algunos aspectos que creía dominar, en realidad estaban al debe. Y como muchos de los jóvenes consultados, destacó el módulo de Habilidades Sociales y Empatía. “Creo que la empatía es la base de todo lo demás, porque si somos capaces de interpretar como se siente el otro, seremos capaces de saber llegar a él. A veces pensaba y decía ¡por qué me metí en esto!, pero después, cuando veo todo el beneficio que me ha traído, me convenzo que fue lo correcto”, reflexionó.
En tanto, la estudiante Natalia Villa, aseveró que el Diplomado fue una muy buena oportunidad para darse cuenta de sus muchas habilidades latentes y manifiestas en las cuales no había reparado. Lo adquirido en estos meses también fue de gran ayuda en su práctica profesional, logrando incluso destacar entre sus pares. “Mucho de lo aprendido lo apliqué en la práctica y eso tuvo como resultado que marqué una diferencia respecto a otros compañeros de la práctica porque tocaba temáticas que eran distintas que las había visto aquí; eso significó que me hayan felicitado por hacer un trabajo diferente. En lo personal me sirvió mucho el módulo de debate y oratoria para expresar mejor mis ideas y argumentar mejor. Igualmente, el módulo de habilidades sociales me permitió desarrollar la empatía, aprender a resolver conflictos de manera eficaz, saber expresar lo que siento de manera efectiva y sin ofender a los demás. La idea de venir a clases los sábado, de 9 a 15 horas no suena alentador, sobre todo cuando se ha tenido clases durante toda la semana, pero uno lo pasa tan bien y se aprenden tantas cosas nuevas, que vale la pena. Se conocen personas de otras carreras y otras percepciones”, valoró.
Y así como los estudiantes realizan una evaluación positiva, la docente Erna Ugarte Romero, ingeniero comercial y responsable del módulo de Ética y Responsabilidad Social, también comparte un diagnóstico similar
Creo que el Diplomado permite cubrir un espacio importante, pues hay ciertas habilidades laborales y sociales que nuestros estudiantes requieren y que el mundo laboral demanda. Lo ideal es que pudiera crecer en cobertura y en disponibilidad de recursos. Pienso que es una tremenda oportunidad que tiene la Universidad y es un desafío importante porque los conocimientos técnicos están, ellos los pueden buscar incluso en internet, pero el desarrollar habilidades y competencias personales, es lo que hoy en día el mercado valora más”, explicó.
Si bien, la docente reconoce que a esta altura del año académico los jóvenes pudieran estar más cansados, destacó la excelente disposición y compromiso que demostraron en todo momento. “Veo que son activos, que están dispuestos a expresar sus opiniones, a defenderlas, que tienen una posición crítica que me parece tremendamente valiosa. Siento que el espacio interdisciplinario que genera el módulo también es un aprendizaje más para el trabajo, porque ellos no trabajarán solos ni con colegas de su profesión solamente, entonces, yo también les pido que constituyan equipos interdisciplinarios. Estoy conforme con el módulo, para mí es un desafío todos los años y es muy enriquecedor también”, concluyó.