Estudiantes del Grupo de Robótica de la sede Chillán, liderados por el académico Miguel Pincheira, brindaron talleres prácticos a escolares de entre tercero y octavo año de enseñanza básica, respondiendo a una invitación de la Dirección de Educación Municipal de Chillán. Asimismo, aportaron las claves para el diseño de la competencia de robots que debían cumplir diversas pruebas sobre un plano que representó a la provincia de Ñuble.
Por Carla Aliaga H. y Cristian Villa R.
Elaborar robots a partir de kits Lego, que debían cumplir diversas misiones con el propósito de ayudar a construir la región de Ñuble, fue el desafío de los escolares de 17 escuelas chillanejas que compitieron en el V Torneo Escolar de Robótica, convocado por la Municipalidad de Chillán, que contó con la valiosa colaboración de la Escuela de Ingeniería Civil en Informática de la UBB, a través del Grupo de Robótica de la sede Chillán.
Para llegar al desarrollo de la competencia, realizada en la Casa del Deporte de Chillán, fue necesario primeramente, implementar una serie de talleres y capacitaciones a profesores y estudiantes de entre tercero y octavo año de enseñanza básica, tarea que desarrollaron los alumnos de la Escuela de Ingeniería Civil en Informática pertenecientes al Grupo de Robótica, que lidera el académico del Departamento de Ciencias de la Computación y Tecnología de la Información, Miguel Pincheira Caro.
En la oportunidad, la prorrectora de la UBB, Gloria Gómez Vera, destacó la importancia que la Universidad otorga a este tipo de actividades, donde académicos y estudiantes de la casa de estudios, logran vincularse activamente con instituciones de la zona, y comparten sus conocimientos y experiencias con profesores del sistema educacional y sobre todo con los escolares. “Como Universidad del Bío-Bío nos sentimos muy agradados de estar presentes en este certamen, pues nuestra vinculación con el medio es permanente, y no sólo a través de las actividades de extensión, asistencia técnica o transferencia de conocimientos, sino que se materializa en todos los niveles y con todos los niveles, como podeos confirmar hoy. Además, este encuentro permite poner en relieve la creatividad de los estudiantes del nivel escolar, lo que es un gran incentivo para potenciar sus actividades futuras”, aseveró.
La directora de la Escuela de Ingeniería Civil en Informática, Carola Figueroa Flores, junto al académico Luis Gajardo Díaz, valoraron la instancia como un espacio ideal para que los escolares visualicen la carrera de manera práctica, y a través de una actividad lúdica y de interés como es la construcción de robots.
Los estudiantes de la Escuela Reyes de España, Alonso Avilés y David Werner, ambos de séptimo básico, explicaron las funciones que desarrolló su robot. “El robot tiene distintas piezas y cada una está adecuada para una misión. Por ejemplo, una consiste en tomar una pelota, llevar globos. Hemos completado cuatro misiones, pero el robot se desvió algunas veces. Es divertida la actividad y uno aprende varias cosas de matemáticas”, explicaron.
En tanto, Carlos Fuentes, alumno de octavo básico de la Escuela Arturo Mutizábal, igualmente mostró las características de sus creaciones. “Confeccioné estos dos autos con paneles solares, o sea, ellos funcionan con la energía del sol. Estas competencias son entretenidas porque me gusta inventar y fabricar robots”, confesó.
El académico Miguel Pincheira, asesor del Grupo de Robótica de estudiantes UBB de la sede Chillán, explicó que la participación de la Universidad fue clave para el desarrollo y éxito del torneo. “Como Escuela de Ingeniería Civil en Informática ayudamos a la Municipalidad de Chillán, no sólo dando capacitación a los colegios, sino que también diseñamos las pruebas. El DAEM tenía la idea de que se representara a Ñuble sobre un tapete, y sobre esa base diseñamos siete pruebas, que tienen distinto nivel de complejidad. Una de las características es que los participantes son de distintas edades y capacidades, pues hay algunos que llevan años trabajando con robótica y otros comenzaron recién este año, entonces, intentamos regular aquello”, comentó.
Para la dictación de los talleres y la implementación del concurso, se trabajó con kits Lego, recurso del que disponen las escuelas participantes. “La mayoría de los colegios participantes ya tenían esos kits y por eso ocupamos esa tecnología que incorpora motores, sensores, y es un muy buen material para comenzar. Además, tienen la facilidad de ensamblar tal como un Lego, entonces no tienen nada que soldar ni conectar, de manera que es mucho más seguro para trabajar con los niños más pequeños”, explicó.
Finalmente, la Escuela República de Italia obtuvo el primer lugar, secundada por el equipo de la Escuela Arturo Mutizábal, en tanto que el tercer puesto fue para el Liceo Bicentenario Narciso Tondreau.