Una nueva jornada del programa de capacitación docente que lleva adelante la Vicerrectoría Académica en convenio con Laspau-Harvard se desarrolló el jueves 4 y vienes 5 de diciembre en Concepción y Chillán, respectivamente. En esta oportunidad Anastassis Kozantis, asesor pedagógico del Centro de Apoyo al Docente de la Escuela Politécnica de Montreal, abordó el método científico de la enseñanza y las comunidades de práctica.
En lo que fue el penúltimo de 12 talleres que considera el programa participaron 60 profesores de ambas sedes. La agenda contempló presentaciones interactivas y el desarrollo práctico de temas vinculados a los métodos, técnicas y actividades del aprendizaje activo, así como el acompañamiento pedagógico para la incorporación de nuevas metodologías en el aula. En el objetivo de fomentar el aprendizaje activo en la sala de clases, el expositor orientó a los participantes en la elección de métodos adecuados para la enseñanza y la evaluación, en relación a las capacidades que se quiere desarrollar y evaluar.
“Hay varias maneras de llegar al aprendizaje activo. En términos muy generales, se trata de que el profesor deje de hablar a la usanza de la clase tradicional y diseñe actividades de aprendizaje en que los alumnos estén involucrados, busquen información, analicen una situación y traten de aplicar esa información. Es un entorno más complejo para el estudiante, pero mucho más formador”, explicó.
Kozantis recordó que la idea es que los académicos que se han venido formando y preparando en estas materias, logrando incluso implementar innovaciones pedagógicas, oficien como tutores de otros docentes, transmitiendo la experiencia y los conocimientos adquiridos. “La estrategia tutor-tutorado se figura como muy pertinente e interesante y el objetivo de este taller en particular, es ayudar a los tutores para que sean más eficientes y eficaces. Básicamente, les hago pensar qué información sería útil compartir con sus tutorados, para poder implementar un cambio importante en la docencia. Esencialmente, se invita a mirar la parte afectiva, la motivación y los aspectos más técnicos para introducir una estrategia de metodología más activa”, ilustró.
Los académicos participantes valoraron la instancia. Tal es el caso de la directora del Departamento de Ciencias de la Rehabilitación en Salud, Mónica Cardona Valencia. Este espacio me permite realizar una autoevaluación de la docencia que he desarrollado, dar una mirada introspectiva y darme cuenta que a lo mejor hay elementos que se practicaban, pero que no se medían, comentó. Estamos embarcados en un proceso de renovación curricular y debemos lograr el involucramiento de docentes y estudiantes en el proceso de enseñanza-aprendizaje. “Nosotros debemos ser facilitadores, pero también debemos sentir que la retroalimentación es útil para nosotros”, acotó.
Por su parte, la académica del Departamento de Gestión Empresarial, Carolina Leyton Pavez, reconoció que el conocer la experiencia de docentes de distintas carreras y facultades, así como la del expositor internacional, ha sido del todo enriquecedor y formativo. “Pero lo primero es que los docentes tenemos que estar motivados, con la convicción y las ganas de fomentar el aprendizaje activo. Creo que debemos buscar las condiciones, hacer los requerimientos, generar los proyectos y plantearlos en las instancias necesarias”, valoró.
Carolina Leyton igualmente reconoció que desarrollar una actividad de aprendizaje activo conlleva mucho más tiempo que la preparación de una clase tradicional, , pero aseguró que es posible avanzar en forma paulatina y gradual. “En términos prácticos me ha permitido realizar mejoras sustanciales en algunas actividades que ya venía realizando y también está la posibilidad de transmitir esta experiencia a otros colegas, en este caso a mi tutorado. Realmente ha sido muy útil conocer lo que están haciendo los demás, las prácticas de otras facultades y de carreras diferentes”, aseveró.
Por Cristian Villa Rodríguez y Mariana Gutiérrez Vera