A través de un estudio desarrollado por investigadores UBB, se realizan acertados diagnósticos de los factores que influyen en la eficiencia de estas unidades hospitalarias. Una iniciativa apoyada por el Convenio de Desempeño en Innovación, CDInES UBB.
Cada cierto tiempo, nos enteramos, a través de los medios de comunicación, de lo crítica que es la situación actual del sistema de atención primaria de salud, especialmente en las unidades de urgencia de nuestros hospitales de la red pública. Se trata ciertamente de un área muy sensible para la ciudadanía en general, especialmente, para quienes no tienen los recursos económicos para acceder a la atención privada de salud.
Conscientes de esta realidad social, un grupo de investigadores de la Universidad del Bío-Bío desarrollaron el proyecto “Herramienta para Determinar la Eficiencia de una Unidad de Emergencia”, cuyo objetivo es, a través del uso de tecnologías de la información, mejorar los procesos de atención de público, de manera que esto redunde en una mejor calidad de servicio, medida, en indicadores concretos como un menor tiempo de espera de los pacientes.
La ejecución de este desarrollo tiene una duración total de 12 meses, consta de tres fases, y cuenta con una inversión total de más de $ 43 millones, incluyendo recursos apalancados del proyecto “Convenio de Desempeño de Apoyo a la Innovación en Educación Superior”, CD-InEs, y está bajo la dirección del Dr. Francisco Ramis, docente del Departamento de Ingeniería Industrial de la UBB.
“Dentro del CD-InEs yo dirijo un proyecto, que se está ejecutando en nuestro laboratorio, y que corresponde a una metodología de medición de eficiencia de unidades de emergencia. Para eso, se trabajó con el nuevo hospital que se está construyendo en Florida, y ahora, con el nuevo hospital de Los Ángeles, y ya se ha obtenido resultados muy importantes. El objetivo es ver de qué forma se puede mejorar la calidad de la atención, ya sea disminuyendo los tiempos de espera, asegurando que la gente va a ser atendida dentro de los estándares que están previamente definidos. Nuestro planteamiento es que actualmente no se mide la eficiencia, en ninguna unidad de emergencia de Chile. Entonces surgen varias complejidades; una es cómo se realiza esta medición, que corresponde a la parte ingenieril, que no es lo más complicado, si no que cómo convencerlos a que después usen esta información, como un indicador de desempeño. Y ése es el problema de fondo, que usen esta información, que les dice qué tienen que hacer para cumplir el estándar”, destaca el investigador.
En el equipo ejecutor de la iniciativa, correspondiente al ámbito “Construcción Sustentable” del CD-InES, participan, además del Dr. Ramis, dos investigadores del DII, además de siete alumnos que están realizando sus investigaciones de pre y post grado en la misma carrera.
La ejecución del proyecto consta de tres etapas: el levantamiento de los datos de cómo funcionan las unidades de emergencia antes de la intervención; luego, viene la sistematización de los datos y la definición de los indicadores que permitirán medir la eficiencia de las unidades de emergencia; finalmente, la etapa que se está realizando en la actualidad, corresponde al desarrollo de simulaciones computacionales de los procesos de mejora que se requiere implementar.
“Este proyecto surge en la Universidad del Bío-Bío porque es parte de una línea de investigación que llevamos desarrollando, alrededor de 13 años, desde 2002, cuando partió nuestro Centro Avanzado de Simulación de Procesos. Como nuestra Región es forestal, una parte importante de lo que se realiza en nuestro Centro tiene relación con este sector. Otra línea importante tiene que ver con la gestión en salud, donde han ido surgiendo y hemos ejecutado proyectos Fondef e Innova. En general, nuestro interés es trabajar con hospitales públicos”, explica el responsable del proyecto.
Entre los beneficios sociales que se generarán a través de este proyecto, se cuentan el ahorro en costos e incremento de la productividad, al aumentar la eficiencia de los procesos, lo que se expresa en factores como la disminución de la jornada laboral de los trabajadores de la salud, un ahorro importante en términos de tiempo de espera de los usuarios del sistema, una más eficiente asignación de recursos económicos y de personal, entre otros.
