El académico del Departamento de Ciencias de la Rehabilitación en Salud, Gabriel Lagos Riveros, elaboró una propuesta pionera que permite detectar precozmente la aparición de pérdida auditiva. El objetivo de la investigación era generar una normativa para la aplicación del examen de Audiometría de Alta Frecuencia en Chile, pues hasta la fecha no existía un protocolo validado científicamente. El investigador dio cuenta de su trabajo en el XII Congreso Nacional de la Asociación Española de Audiología celebrado en la Facultad de Medicina de la Universidad Complutense de Madrid.
El XII Congreso Nacional de la Asociación Española de Audiología, AEDA, realizado en la Universidad Complutense de Madrid, España, fue el marco en que el académico del Departamento de Ciencias de la Rehabilitación en Salud, Gabriel Lagos Riveros, presentó los resultados de su investigación denominada “Estudio normativo: Umbrales auditivos de alta frecuencia en normo oyentes entre 8 y 23 años 11 meses pertenecientes a la ciudad de Chillán”.
Dicho estudio permite sentar las bases de una normativa para la aplicación del examen de Audiometría de Alta Frecuencia en Chile, pues hasta la fecha no existía un protocolo validado científicamente. La aplicación de este examen reviste una importancia fundamental, pues permite detectar precozmente la aparición de pérdida auditiva, situación que no es pesquisada por el examen de Audiometría convencional.
Según se indicó desde la organización, el XII congreso anual puso en evidencia la complejidad de la audición y sus alteraciones, lo que determinó que la convocatoria anual de Audiología sea un claro ejemplo de ciencia e intercambio heterogéneo y multidisciplinar considerando la participación de médicos, odontólogos, psicólogos, fonoaudiólogos, audioprotesistas, biólogos, pedagogos, farmacéuticos, entre otros.
El académico Gabriel Lagos Riveros comentó que la Audiometría de Alta Frecuencia se realiza a personas de todo rango etario, niños, jóvenes, adultos y adultos mayores, pero en Chile se encuentra subutilizada debido a la inexistencia de normas y protocolos que permitan interpretar adecuadamente los resultados obtenidos.
“La finalidad de este examen es detectar precozmente la aparición de una pérdida auditiva. Como se detecta precozmente, se puede actuar de manera rápida y oportuna para evitar que se siga alterando otras frecuencias relacionadas con el área conversacional. Es decir, si un grupo de este tipo de frecuencias (Alta Frecuencia) se altera, luego se tendrá dificultad para comunicarse verbalmente con otra persona. La idea es prevenir, cualquiera sea el motivo como exposición a ruido, consumo de medicamentos que dañan la audición, o cualquier otra noxa que pueda estar incidiendo”, aclaró.
Por ahora, la norma propuesta por el académico está siendo aplicada en niños que pertenecen al Programa de Salud del Estudiante de la Junta Nacional de Auxilio Escolar y Becas, Junaeb.
“La idea es poder difundir los alcances de esta investigación, especialmente en Chile. En la UBB poseemos un determinado equipamiento y sería ideal que los centros de salud replicaran dicha implementación”, comentó el académico.
A modo de contexto, el profesional fonoaudiólogo Gabriel Lagos explicó que el examen de Audiometría habitual mide una frecuencia determinada entre 125 y 8.000 HZ. En tanto, la Audiometría de Alta Frecuencia considera sonidos más agudos que van desde los 9.000 a 20.000 HZ. “Se supone que estas últimas frecuencias se alteran primero que aquellas que van entre los 125 y 8.000 HZ, y que permiten que podamos comunicarnos eficientemente en forma verbal.
Lo que puedo vislumbrar es que las altas frecuencias que van entre 9.000 y 20.000 HZ se alteran primero, sin que las de 125 a 8.000 HZ se vean alteradas. Esto podría implicar que una persona que se somete al examen de Audiometría convencional arroje mediciones normales, pero sí tenga una patología. Personalmente, realizo los dos exámenes, la Audiometría convencional y la Audiometría de Alta Frecuencia, y hay casos en que la tradicional se encuentra normal y la de Alta Frecuencia está alterada. En estos casos se envía un informe al médico especialista, para advertir la situación y se tomen medidas al respecto”, describió el investigador.
Gabriel Lagos precisó que la normativa se elaboró considerando una muestra de 259 sujetos, un número importante toda vez que los trabajos o investigaciones que generan normativas o aportan una especie de norma trabajan con alrededor de 50 sujetos.
La presidenta del XII Congreso Nacional de la Asociación Española de Audiología, Dra. María Visitación Bartolomé Pascual, valoró la investigación del académico UBB, así como otros investigadores españoles quienes solicitaron antecedentes del trabajo del investigador de la UBB.