Pese a que esta práctica sólo reporta beneficios inmunológicos y afectivos al bebé y a la madre, los indicadores nacionales apenas bordean el 45% de lactancia materna exclusiva al sexto mes de vida, muy lejos del 80% propuesto por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Iniciativa de la académica del Departamento de Enfermería, Aurora Henríquez Melgarejo, busca generar conciencia entre los nuevos profesionales de la salud para que contribuyan a mejorar estos índices.
La lactancia materna desde el primer momento y cómo mínimo hasta los seis meses de vida sólo trae beneficios. Está comprobado que los menores que “maman” desde el principio se enferman menos e incluso poseen un mayor desarrollo intelectual y afectivo. Esto, porque la leche materna es nutricionalmente superior a cualquier otra alternativa; es bacteriológicamente segura y está siempre fresca; contiene gran variedad de protectores anti infecciosos y células inmunitarias; y produce menos riesgo de alergias que cualquier otro alimento para lactantes.
Pese a que los beneficios son evidentes, no siempre se tienen en cuenta estos factores y muchas madres suelen creer que los complementos lácteos pueden suplir a la leche materna.
Como una forma de relevar la importancia de esta práctica, se realizó el Curso de Lactancia Materna 2015, convocado por la Escuela de Enfermería a través de la académica Aurora Henríquez Melgarejo, que contó además con la participación de la Mesa Regional de Lactancia Materna de la delegación provincial de la Seremi de Salud de la Región del Biobío, y de profesionales de Junji.
Dicha instancia permite sensibilizar particularmente a los estudiantes de Enfermería y de Nutrición y Dietética, sobre la necesidad de fomentar la práctica de la lactancia materna exclusiva a lo menos hasta el sexto mes de vida. De hecho, los estudiantes asistentes obtuvieron una acreditación como monitores en lactancia materna.
“La idea es contribuir a aumentar los indicadores de lactancia materna exclusiva al sexto mes, pues estos son muy bajos en nuestro país. La provincia de Ñuble, con un indicador de 46% de lactancia materna exclusiva al sexto mes, está por sobre el promedio país. La idea es llegar a lo menos al 60% de lactancia materna exclusiva al sexto mes de vida. Esperamos que los nuevos profesionales puedan ayudar a mejorar los actuales indicadores”, explicó.
La leche materna, a diferencia de la leche artificial, es un fluido vivo que es cambiante y se adapta a las necesidades del niño o niña. Pero quizás, más importante que lo nutricional es el aspecto afectivo; la leche materna no sólo es alimento sino que además es apego y protección. Entonces, es muy importante que las madres tengan información acerca de cómo establecer y mantener la lactancia materna, pues debido a los cambios sociales y culturales hay ciertas dificultades, sobre todo luego que durante un buen tiempo se promovió la leche artificial.
“La OMS espera que el 80% de los niños tengan lactancia materna exclusiva hasta los seis meses pero en Chile estamos muy por debajo de esa cifra. Eso significa que no estamos llegando con el impulso que debemos llegar a las mujeres para favorecer la lactancia. ¿Cómo favorecer que la mujer se crea el cuento? Es lo que los profesionales de la salud debemos resolver y por ello resulta tan importante recalcar este aspecto en la etapa de formación de los futuros profesionales para que conserven esta impronta”, recalcó la académica Aurora Henríquez.
El curso de Lactancia Materna 2015 consideró la participación de pediatras, odontólogos, psicólogos, enfermeras, nutricionistas, abogados, entre otros profesionales, quienes expusieron sobre temas tales como el contexto histórico de la lactancia materna y la importancia para la nutrición humana; beneficios de lactancia materna; apego, comunicación familiar y lactancia materna; lactancia materna, mitos y contraindicaciones en el uso de medicamentos; creación e importancia de los bancos de leche; legislación y lactancia materna; anatofisiología de la mama; salud bucal y lactancia materna; técnicas de amamantamiento; extracción y conservación de leche, entre otros tópicos.
¿Por qué ha disminuido la lactancia materna?
De acuerdo a la experiencia de la académica Aurora Henríquez, la lactancia materna se ha visto mermada por distintos factores socioculturales. Por una parte, durante un tiempo se pensó que la leche artificial o “de tarro” podía suplir a la leche materna, y que incluso poseía propiedades superiores. Además, se asoció la idea que la lactancia materna era propia de los sectores más vulnerables y que quienes tenían recursos podían adquirir otro tipo de leche para alimentar a sus hijos.
“Pero es necesario retomar la lactancia materna como un elemento esencial en la vida de los seres humanos. Un niño que recibe lactancia materna obtiene inmunidad, puesto que la leche es un fluido vivo, tiene componentes que defienden al niño de las enfermedades, por lo tanto, un niño que no recibe lactancia materna está propenso a sufrir más enfermedades, a tener diarreas, a resfriarse mucho más y a tener cuadros respiratorios más severos. Otro gran beneficio que tiene la lactancia es que sabemos que los niños que reciben lactancia materna tienen un CI mayor en 5 puntos y más en comparación a aquellos niños que no reciben lactancia materna”, describió la académica Henríquez Melgarejo.
La educadora de párvulos Nilsa Iturra Iturra, directora de la Sala Cuna de la Población Nueva Esperanza de la comuna de San Carlos, también aportó antecedentes que permiten explicar en parte, la baja proporcionalidad de lactancia materna exclusiva al sexto mes de vida. “Creo que muchas madres jóvenes tienen algunos temores sobre su condición física. Por ejemplo, en nuestro sector atendemos a bebés de madres adolescentes y ellas posiblemente no han recibido educación en los colegios sobre esta temática. En los colegios enseñan sobre educación sexual, pero no se refieren a qué ocurre una vez que ha nacido un hijo. Entonces, las madres más jóvenes se preocupan de su aspecto físico y piensan que la lactancia puede perjudicar su figura, pero una vez que uno va enseñando los beneficios para el bebé, las madres jóvenes van cambiando su percepción”, comentó.
Por Mauricio Sánchez G. y Cristian Villa R.