El eje (In) Seguridad, Estado y Transformaciones Sociales reúne a académicos, investigadores y estudiantes de pre y postgrado de todo el país, quienes hasta el viernes 6 de noviembre podrán debatir en torno a 240 exposiciones que abarcan los más variados temas de la historia política, económica, cultural y social de nuestro país. El acto inaugural se realizó en la Sala Schäfer del Centro de Extensión de la sede Chillán, y fue presidido por el decano de la Facultad de Educación y Humanidades, Marco Aurelio Reyes.
La conferencia “Utilización y des-utilización política de la mística solidario-popular en Chile: ¿qué lealtad para qué historiadores?” del premio Nacional de Historia 2006 Gabriel Salazar Vergara, dio el vamos a las XXI Jornadas Nacionales de Historia de Chile en la Universidad del Bío-Bío. La Sala Schäfer de la casa universitaria se vio colmada por alrededor de 200 asistentes entre académicos, investigadores y estudiantes de pre y postgrado, quienes hasta el viernes 6 de noviembre podrán debatir en torno a 240 exposiciones que abarcan los más variados temas de la historia política, económica, cultural y social de nuestro país. Además de Gabriel Salazar, los premios nacionales de Historia, Sergio González Miranda (2014), Jorge Pinto Rodríguez (2012), y el experto en relaciones internacionales de Chile e historia contemporánea, Joaquín Fermandois Huerta, se cuentan entre los principales expositores.
Las Jornadas Nacionales de Historia de Chile de la UBB son organizadas por académicos del Departamento de Ciencias Sociales, el programa de Magíster en Historia de Occidente y por la carrera de Pedagogía en Historia y Geografía de la Facultad de Educación y Humanidades. Igualmente cuenta con el respaldo del proyecto regular Fondecyt 1140777 denominado “Delito y modernidad: características del sentimiento de inseguridad en las ciudades de Santiago, Valparaíso y Concepción, 1920-1973”, que dirige el académico Dr. Mauricio Rojas Gómez.
Durante el acto inaugural, el presidente del comité organizador, Dr. Mauricio Rojas Gómez destacó que el estudio de la Historia como disciplina, implica abordar aspectos estructurales del acontecer de las sociedades, y para ello, a partir de preguntas y problemáticas del presente se interroga al pasado. “Es por esta razón que el eje convocante de las Jornadas, -(In) Seguridad, Estado y Transformaciones sociales-, es un tema central para la historiografía, y nos hemos reunido convocando a los especialistas para discutir, y a partir de la Historia, dar algunas respuestas a estas interrogantes. Consideramos áreas muy variadas, como el tema transgénero, que nuestra sociedad recién está viendo a propósito del Acuerdo de Unión Civil, de hecho hay diplomas de personas con sus nombres masculino y femenino, eso ya nos habla de las transformaciones sociales. Hay mesas que abordarán los problemas limítrofes con Perú y Bolivia, mesas que abordarán temáticas regionales, problemas de la delincuencia y la inseguridad, conflictos laborales… y en ese marco el empresariado es una parte de la madeja social, un entramado muy grande que tratamos de abordar, para hacer diagnósticos, formular propuestas, y teorizarlos a partir de la historiografía”, describió el docente de la UBB.
Conferencia de Gabriel Salazar
El Premio Nacional de Historia 2006, Gabriel Salazar Vergara, brindó la conferencia titulada “Utilización y des-utilización política de la mística solidario-popular en Chile: ¿qué lealtad para qué historiadores?”. En ella, según expresó, dio cuenta de “una reflexión latente, no concluida ni sistematizada, y que data desde hace por lo menos 50 años”, aseveró.
“Chile vive hoy una coyuntura crucial. En el Chile de hoy convergen muchos procesos históricos que debemos estudiar, reflexionar sobre ellos y analizar con profundidad. La clase política de Chile posee un 97% de desprestigio ante la ciudadanía, según la última encuesta de Adimark-UC. Es probablemente la época de mayor desprestigio en la historia de Chile, sólo comparable a lo vivido en la década de 1920 y durante los años 1950, 1951 y 1952. Vivimos una crisis de representación en torno al Estado, con una Constitución política percibida como ilegítima. Es una coyuntura histórica profunda ¿y qué deben hacer los ciudadanos? Pues deben reflexionar para no quedar al margen de las decisiones que la elite política y militar han adoptado históricamente”, precisó Salazar.
El actual estado de las cosas se explicaría, en términos generales, según precisó el historiador, por la latencia de problemas históricos y sociales no resueltos de larga data. “Pienso que se han sumado dos situaciones, por una parte el descrédito progresivo de la política y de las instituciones del Estado en términos de que no se están resolviendo los temas de fondo que se están arrastrando en Chile durante mucho tiempo, y por otro lado, este proceso lento pero seguro que yo llamo ‘la transición ciudadana’, porque los ciudadanos se están transformando de ser ‘masas peticionistas’, por mencionarlo así, a convertirse hoy en asambleas locales y territoriales, que están tomando decisiones por sí mismas. Estos dos fenómenos han conducido a esta coyuntura en que nos estamos planteando la necesidad de una Asamblea Constituyente y de cambiar la naturaleza del Estado, ojalá de raíz”, ilustró el historiador.
“Desde 1965 hasta hoy, la sociedad chilena ha sido rebordeada desde arriba por los poderes centrales tales como Mideplan, el Ejército, la clase política, las universidades. Tenemos un pueblo que padece una historia, una historia que no ha hecho él (pueblo) sino que se la han hecho. Sin embargo, existe una memoria viva, que acumula frustración, dolor, derivado justamente de las reformas estructurales emprendidas desde arriba. Esta memoria viva explota el año 2013 al recordarse los 40 años del golpe militar. Nunca antes los medios de comunicación en forma masiva habían abordado el golpe de esa manera”, comentó.
Paradójicamente, según manifestó Gabriel Salazar, es el mismo modelo neoliberal imperante, el que se ha encargado de evidenciar las situaciones y problemas no resueltos. “Pienso que el modelo neoliberal tiene la virtud que por ser extremo, tiende a desnudar los problemas internos del empresariado, de la clase política e incluso de la iglesia católica; entonces todo eso contribuye a que hoy la ciudadanía tenga un espíritu crítico muy potente respecto de las autoridades que la rigen y que tienda, por su enorme memoria social, a actuar con independencia por sí misma, lo que implica el desarrollo de una actitud soberana que le va a hacer muy bien a este país si sigue el mismo camino”, vaticinó.
Visión del historiador Jorge Pinto Rodríguez
El Premio Nacional de Historia 2012, Dr. Jorge Pinto Rodríguez, destacó el particular momento en que se viven las XXI Jornadas Nacionales de Historia, y destacó el rol que los historiadores pueden desempeñar aportando claridad e insumos al proceso de reflexión.
“Hay un contexto muy complejo. El país está atrapado en una crisis que no sabemos en qué va a concluir, pero lo que está pasando con el empresariado, con el Gobierno, con la Iglesia, con los partidos políticos, da cuenta de un escenario que el país no había enfrentado en años anteriores. Pero tengo confianza en que los problemas se van a resolver; tenemos que buscarle una salida a este callejón porque el país se lo merece, y creo que los historiadores contribuiríamos a aclarar las cosas. Hemos tenido una conferencia de Gabriel Salazar que nos ilustra al respecto y creo que los debates que se van a producir en estas Jornadas Nacionales serán muy provechosas”.
Igualmente, y en alusión al concepto convocante de las Jornadas -(In) Seguridad, Estado y Transformaciones sociales-, el historiador se refirió brevemente a la situación que acontece en la región de la Araucanía, y que en consonancia con lo expuesto por el historiador Gabriel Salazar, da cuenta de un problema no resuelto de larga data.
“Creo que hay dos o tres errores que distintos gobiernos han cometido en la Araucanía y que podrían corregirse. En primer lugar, se debe entender el fondo del conflicto y no buscar una solución por la vía de la militarización, de perseguir al movimiento mapuche o de reprimirlo en algunos casos. En segundo lugar, pienso que el error del Estado es dejarse presionar por grupos que tienen una visión muy particular del problema, pero que no tienen la visión de conjunto. Por ejemplo, la presencia de los camioneros en las carreteras y su paso por La Moneda, refleja una manera de ver el conflicto, y pienso que el error del gobierno es que queda la impresión que se deja presionar por aquellos grupos. Por último, hay que insistir en el diálogo, en abrir espacios a las comunidades mapuche, una tarea que estaba realizando el ex intendente Huenchumilla. Espero que el gobierno y el Estado en general resuelva adecuadamente este problema”, aseguró.
Principales expositores
Gabriel Salazar Vergara, Premio Nacional de Historia 2006, es un connotado historiador, filósofo, sociólogo y docente. Es uno de los intelectuales chilenos más destacados del siglo XX y XXI, tanto por su numerosa, influyente y discutida producción historiográfica, como por su concepción del rol del conocimiento histórico en la sociedad de su tiempo. Desde su irrupción en el ambiente académico nacional manifestó su interés por estudiar a sujetos que no habían sido considerados mayormente por la historiografía chilena: labradores, peones, proletarios, mujeres, niños huachos, entre otros. De ahí también, que sus libros y diversos artículos hayan sido impugnados, debatidos y duramente criticados por varios de sus colegas.
Jorge Pinto Rodríguez, Premio Nacional de Historia 2012, es conocido principalmente por sus trabajos sobre Historia Fronteriza, Social y Demografía Histórica. El investigador ha dedicado gran parte de su trabajo a ver cómo ha influido el proceso de ocupación de la Araucanía por el Estado chileno. Sus líneas de investigación inicialmente estaban centradas en la Historia Colonial, principalmente en la zona del Norte Chico. Posteriormente, su obra se enfocó en la línea de la Historia Social y Fronteriza. Actualmente, es académico e investigador del Departamento de Ciencias Sociales de la Universidad de La Frontera, en la ciudad de Temuco.
Sergio González Miranda, Premio Nacional de Historia 2014, es conocido principalmente por sus trabajos sobre la cultura pampina, los pueblos altiplánicos y las relaciones fronterizas entre Chile, Perú y Bolivia, incluida la acción de las ‘ligas patrióticas’. Tiene una extensa y destacada labor de investigación sobre la historia del norte grande, centrando sus estudios en temas de desarrollos sociales y políticos de la Región de Tarapacá. Entre sus publicaciones destacan: “La sociedad del salitre. Protagonistas, migraciones, cultura urbana y espacios públicos” (2013), “Pampa escrita: cartas y fragmentos del desierto salitrero” (2006), “A cien años de la masacre de Santa María de Iquique” (2009) y “Hombre y mujeres de la pampa” (2002).
Joaquín Fermandois Huerta, es miembro de número de la Academia Chilena de la Historia, ejerce la docencia como Profesor del Instituto de Historia de la Universidad Católica de Chile, especializándose en Historia Contemporánea, particularmente en lo que respecta a las relaciones internacionales. Fue director subrogante del Instituto de Estudios Internacionales de la Universidad de Chile entre 1996 y 1998. Además de su labor histórica, es columnista frecuente en el diario El Mercurio, siendo considerado uno de los intelectuales públicos más influyentes en Chile. A través de sus textos, ha polemizado con otros historiadores respecto a la política exterior norteamericana, la Unidad Popular y las transformaciones políticas y sociales que ha vivido la sociedad chilena a lo largo del siglo XX.