Valorización de la biorefineria a través del desarrollo de materiales avanzados en base a lignina y micro-nano-celulosas fue el tema que abordó el académico de la Universidad Aalto, de Finlandia, Dr. Orlando Rojas durante la conferencia que dictó a docentes y estudiantes del Departamento de Ingeniería en Maderas, el 24 de noviembre.
Al comenzar su presentación el Dr. Rojas expresó que la celulosa se origina de los árboles pero también de fuentes como las algas marinas y bacterias, que tienen ciertas propiedades que la diferencian de la celulosa que viene de la madera. Sin embargo, dijo, los árboles en el futuro tendrán una incidencia muy grande, no sólo porque producen la madera para construir viviendas o hacer papel sino porque permitirán construir una bioeconomía basada en los biomateriales como la nanocelulosa.
A partir de la nanocelulosa, aseveró, se puede tomar una nanofibra de la estructura celular de la madera y reconstruirla a un nivel muy pequeño, cuestión que es posible gracias a la nanotecnología, para luego reconstruir en materiales de mejor desempeño y más avanzados. “Se trata de usar un material sostenible, natural para producir nanomateriales y micromateriales que tengan desempeños comparables a materiales que hoy se producen mediante recursos no renovables”, indicó. 
El especialista explicó que actualmente son muchos los países interesados en la nanotecnología basada en la nanocelulosa como Japón, Suecia, Finlandia y Estados Unidos. “En el caso de Japón, el país es consciente que el recurso maderero puede llenar muchos vacíos en el desarrollo de materiales compuestos, razón por la cual usan las nanocelulosas y microcelulosas como agente de reforzamiento de materiales compuestos que se usan en autos, por ejemplo”, aseveró.
Estos países, dijo, han entendido que deben trabajar en red con las universidades, los investigadores y la industria, con el fin de obtener una transferencia tecnológica que permita el desarrollo en el área.
Afirmó la tradición muy reconocida en el área maderera de nuestro país, la que se ha visto fortalecida con buenos incentivos a la investigación, infraestructura y perfeccionamiento del recurso humano para llevar adelante el uso de la madera en diferentes aplicaciones, incluyendo la nano y microcelulosa. “En eso es clave el rol de la Universidad del Bío-Bío que está formando profesionales en el área, haciendo investigación de primer nivel y relacionándose con la industria”, concluyó.
