El literato y académico del Departamento de Artes y Letras de la Facultad de Educación y Humanidades, participó como principal expositor en los actos conmemorativos del centenario del literato, organizados por la Biblioteca municipal que lleva su nombre.
El académico de la Universidad del Bío-Bío Juan Gabriel Araya, dio una charla respecto de la vida y obra, recordando los pasajes más importantes del escritor Volodia Teitelboim.
“Lo primero que establecí fue su relación con la poesía. Fue un poeta muy cercano a Vicente Huidobro en la década del 30 que fue cuna de la nueva antología. Posteriormente, Volodia tiene una dimensión ensayística, escribe por ejemplo su tesis sobre la conquista de América, un trabajo pionero en esa materia, continuó con ‘El pan y las estrellas” y una serie de artículos que él llamó crónicas. Entre el género cronístico es también sobresaliente, porque da cuenta de su exilio, de su intimidad y su vida cotidiana”, expuso el miembro de la Academia Chilena de la Lengua en un acto conmemorativo realizado en la Biblioteca municipal Volodia Teitelboim.
“En la dimensión narrativa, novelística, es emblema su gran novela ‘Hijo del salitre” que es una biografía de Elías Lafertte, un líder sindical nortino que es uno de los fundadores del partido comunista. En lo periodístico, su trabajo se tradujo en la creación de programas como ‘Escucha Chile’ de radio Moscú”, rememoró el académico de la UBB, frente a la audiencia con la que compartió su análisis.
En la oportunidad, también hubo espacio para un conversatorio con la audiencia, momento en que el profesor Araya compartió un texto de Volodia, “para que el público supiera leer al escritor, en una lectura colectiva que realizamos”, explicó.
El académico recordó que conoció a Teitelboim en un encuentro de escritores y posteriormente compartió con él en diversas oportunidades como “en un congreso en Santiago y acá en Chillán estuve con él y con el periodista Tito Castillo, ex director del diario La Discusión”, sostuvo.
El chillanejo Volodia Teitelboim nació un 17 de marzo de 1916 frente a la plazoleta del Mercado Municipal, por ese tiempo muy distinta a lo que se conoce hoy.
