El Programa para la Inclusión de Estudiantes en Situación de Discapacidad (PIESDI) de la UBB asume nuevos desafíos este año 2016 y a la vez se fortalece con el arribo de nuevos profesionales.
De esta manera, la Universidad busca dar cuenta de la Ley 20.422 que establece normas sobre Igualdad de Oportunidades e Inclusión Social de Personas con Discapacidad, que en su artículo 39 precisa que “las instituciones de educación superior deberán contar con mecanismos que faciliten el acceso de las personas con discapacidad, así como adaptar los materiales de estudio y medios de enseñanza para que dichas personas puedan cursar las diferentes carreras”.
Durante el proceso de Admisión 2016 se incorporaron a la Universidad nuevos estudiantes que requieren adecuaciones curriculares no significativas para acceder a los contenidos de las carreras que han elegido para encausar sus vocaciones: Pedagogía en Educación Física y Psicología. A estas carreras se suma Nutrición y Dietética que también incorpora entre sus alumnos a una estudiante proveniente del Programa de Bachillerato en Ciencias de la sede Chillán.
Lo anterior demandó a la Universidad fortalecer al PIESDI con la incorporación de la Educadora Diferencial mención Trastornos Visuales Jéssica Vera Ortega; a la Educadora Diferencial mención Trastornos Auditivos, Natalia Rojas Mena, y a la intérprete en Lengua de Señas, Evelyn Cortés Maldonado.
“Este año ingresó un estudiante en situación de discapacidad de origen auditivo a Pedagogía en Educación Física a través de admisión especial, y una estudiante en situación de discapacidad de origen visual a Psicología. Igualmente, se incorporó un estudiante en situación de discapacidad parcial de origen auditivo a la carrera de Enfermería, pero ella subsana en gran medida la accesibilidad a la información a través del uso de audífonos. Por ello, el PIESDI centrará gran parte de sus acciones en el apoyo a docentes de las carreras de Pedagogía en Educación Física, Psicología y a Nutrición y Dietética”, explicó la coordinadora del PIESDI en la sede Chillán, trabajadora social del Departamento de Bienestar Estudiantil, Jacqueline Angulo Cuevas, quien junto al coordinador del PIESDI en la sede Concepción, Richar Rocha Castillo, velan por hacer realidad el objetivo general del Programa, cual es, favorecer la construcción de una cultura inclusiva en la UBB, colaborando con el cumplimiento de derechos de educación superior para los estudiantes.
En este contexto, el PIESDI apoyó el proceso de inducción a los nuevos alumnos e igualmente desarrolló talleres de capacitación a académicos de las carreras mencionadas.
“El PIESDI incorporó a una profesora de Educación Diferencial con mención en Trastornos Auditivos, quien apoyará a los académicos de Pedagogía en Educación Física en materias para favorecer una clase inclusiva, incorporando algunas habilidades. Aquí se necesitan estrategias y adecuaciones curriculares no significativas, esto básicamente se refiere a las adecuaciones necesarias para que el estudiante acceda a la información. Ese trabajo se hará desde el Programa, con los profesores y con el estudiante, en asesoría permanente y en forma semanal. Además, se evaluará regularmente el material académico, para ver si es necesario hacer algunas adecuaciones. En todo momento se buscará conservar el perfil del estudiante UBB. Otra estrategia necesaria para que el estudiante acceda al currículo implicó la contratación de una intérprete en Lengua de Señas”, describió Jacqueline Angulo.
Pero en el entendido que la sociedad debe asumir la diversidad de sus integrantes y por tanto la inclusión, el PIESDI también vislumbra un cursos de Lengua de Señas orientado a académicos, estudiantes y funcionarios administrativos.
En el caso de la carrera de Psicología, quien suma una estudiante en situación de discapacidad visual, se considera el trabajo de transcripción del material educativo a Braille, siempre considerando las habilidades que incorpora el académico de cara a implementar una clase de carácter inclusivo. “Ciertamente, también se refuerzan las responsabilidades que debe asumir el estudiante. La idea es disminuir las barreras que generan discapacidad para que los estudiantes puedan acceder a la información y logren la anhelada accesibilidad académica, y puedan desenvolverse plenamente como todo estudiante de la UBB”, describió la coordinadora del PIESDI de la sede Chillán.
La trabajadora social Jacqueline Angulo Cuevas, destacó que durante el año 2015, a través de un trabajo articulado entre el Departamento de Pregrado de la sede Chillán, la Dirección de Desarrollo Estudiantil y el Programa para la Inclusión de Estudiantes en Situación de Discapacidad (PIESDI), se adquirió instrumental consistente en una máquina Perkins Braille, calculadora científica parlante, y máquina de termoformado para realizar material en relieve, e impresora Braille. Dicho equipamiento permitirá el acceso a la información académica por parte de estudiantes en situación de discapacidad de origen visual total.
Igualmente, el año 2015 ingresó al Programa de Bachillerato en Ciencias de la sede Chillán, la primer estudiante con pérdida total de la visión, lo que significó llevar a cabo estrategias de accesibilidad académica específicas para estudiantes que presentan déficit sensorial severo. Fue así como se desarrollaron estrategias lideradas por el PIESDI en coordinación con el equipo de académicos del Programa Bachillerato en Ciencias.
Lo anterior incluyó diversas articulaciones con redes de la zona para dar inicio a una nueva etapa de innovación en esta área, que si bien contaba con una historia de 10 años en temas de inclusión (desde la formación del PIESDI), hasta ese minuto no se había enfrentado a la necesidad de atender las especificidades que demandó este proceso.
Actualmente, son más de 30 los estudiantes de la Universidad del Bío-Bío que presentan algún diagnóstico asociado a discapacidad, por lo que es una contante trabajar por la inclusión social, aportando por el respeto a los derechos humanos.
Durante este año, el PIESDI coordinará diversas acciones con aquellas carreras que tienen entre sus estudiantes alumnos con baja visión, e hipoacusia moderada o severa. Hasta ahora se estima que existen 11 estudiantes que requieren de adecuaciones de acceso a la información, considerando materiales de estudio, o el desarrollo de clases con características inclusivas.
