La coordinadora regional de Educación Especial de la Seremi de Educación de la Región del Biobío, Cecilia Medina González, brindó la conferencia denominada “Políticas de Educación Especial y Formación Inicial Docente, con énfasis en el Decreto 83”. La actividad fue convocada por el Equipo de Educación Especial de la Facultad de Educación y Humanidades, integrado por académicos Hugo Lira Ramos, Rossana Ponce de León, Patricia Arteaga González y Claudia Vásquez Rivas.
La diversidad social y cultural, así como lo imperioso que resulta brindar respuesta a las necesidades educativas de todos los estudiantes, promoviendo y valorando además las diferencias culturales, religiosas, sociales e individuales de niños y jóvenes atendidos por el sistema escolar chileno, son parte de las múltiples condiciones que han llevado al Ministerio de Educación a definir criterios y orientaciones de adecuación curricular para estudiantes con necesidades educativas especiales de educación parvularia y de educación básica, en una primera etapa.
En dicho contexto, el Equipo de Educación Especial de la Facultad de Educación y Humanidades, coordinado por el académico Hugo Lira Ramos, organizó la conferencia denominada “Políticas de Educación Especial y Formación Inicial Docente, con énfasis en el Decreto 83”, actividad que estuvo a cargo de la coordinadora regional de Educación Especial de la Seremi de Educación de la Región del Biobío, Cecilia Medina González.
“Nosotros asumimos el tema desde una perspectiva global, considerando la formación inicial docente de nuestros estudiantes, el sistema escolar, y la interacción con nuestros centros de práctica, vislumbrando que la Universidad considere en el futuro la carrera de Educación Especial. En esta línea, en el contexto de la Renovación Curricular, hemos incluido estas temáticas en las mallas de todas nuestras pedagogías, y es así como consideramos la asignatura de Necesidades Educativas Especiales. Se trata de un tema transversal en que cada carrera tendrá sus énfasis de acuerdo a su contexto y nivel de formación, junto con ser esta asignatura un aporte valorado de manera relevante en los procesos de acreditación”, precisó el académico Hugo Lira.
En tanto, la coordinadora regional de Educación Especial de la Seremi de Educación de la Región del Biobío, Cecilia Medina González, destacó el interés evidenciado por los concurrentes en lo referido a las nuevas políticas de educación especial, y en modo más amplio a la inclusión, así como las implicancias que eso tiene para la formación docente.
“La inclusión nos está mostrando a un alumno diverso, con distintas características, y desde la educación tenemos que responder a eso. Por ello, revisamos los estándares de formación de educación parvularia, básica, media, y en todos los niveles aparecen estándares dedicados a este tema, y por lo tanto eso se tiene que traducir en las mallas curriculares. Afortunadamente, la UBB ha sido sensible en esta materia, y tiene asignaturas pensadas en el marco de su Renovación Curricular y también ha considerado las indicaciones más recientes. Creo que hay mucha conciencia sobre el tema. Hay que preparar desde la Universidad para que después, cuando los profesionales se desempeñen en las salas de clases, ya dominen estos conocimientos”, valoró la profesional de la Seremi de Educación.
Cecilia Medina destacó que la educación especial se define como una modalidad transversal presente en todos los niveles del sistema educativo, considerando la educación parvularia, básica, media y también la educación superior, pues hoy también ingresan a las universidades e institutos personas en situación de discapacidad, de manera que también hay que adaptar los espacios y las formas de enseñanza.
Cecilia Medina subrayó igualmente la necesidad que las comunidades educativas y la sociedad en general vivencien un cambio de actitud y de mentalidad frente a este tema, toda vez que tan importante como las adecuaciones físicas del entorno, y la disposición de los materiales de estudio necesarios para acceder a la información de cada materia, lo es el tránsito cultural necesario para lograr sociedades verdaderamente inclusivas.