Transcurrido un mes del inicio de clases del Diplomado en Emprendimiento y Liderazgo, y del Diplomado en Habilidades Sociales e Inserción Laboral en la sede Chillán, impartidos a través de la Unidad de Formación Integral, los estudiantes que accedieron a dichos programas no dudan en reconocer que se trató de un acierto el haber tomado dichas opciones.
Y aunque las clases de los diplomados se realizan los días sábado, de 9.00 a 15.00 horas, con el fin de no interferir con las actividades académicas regulares, los jóvenes que concurren lo hacen con la certeza de que los beneficios serán muy superiores al sacrificio que pueda representar prolongar medio día sábado a sus jornadas de estudio.
La estudiante de 5° año de Trabajo Social, Daniela Correa Vera, cursa el programa de Habilidades Sociales e Inserción Laboral y reconoce que se enteró de esta posibilidad a través de compañeros de carrera que lo vivenciaron el año 2015, y que siempre le hablaron muy bien del diplomado y de lo pertinente y necesario que resultó ser para complementar su formación disciplinar.
“Escogí el diplomado, en primer lugar porque vi la malla o temáticas que abordaba, y la verdad siento que existen diversas áreas en las cuales debo mejorar o reforzarlas, tanto para mi vida personal, como profesional, pues por mi carrera debo estar en constante interacción con las personas, ya que debo intervenir en sus vidas y sus familias, y debo saber llegar a ellas para realizar cambios significativos y mejoras dentro del núcleo familiar. En segundo lugar, las referencias que tuve de personas que cursaron el diplomado fueron las mejores, las cuales me motivaron más aun para cursar el diplomado. Y en tercer lugar porque el hecho de haber cursado un diplomado sobre habilidades sociales e inserción laboral, me da un plus como profesional, en este mercado laboral que se encuentra tan peleado y reducido”, compartió la joven.
Pese a llevar un solo módulo, pues las clases comenzaron hace un mes, la experiencia ya es gratificante para Daniela Correa. “Hasta ahora llevamos un solo módulo, el cual realizó Marcos Cortés Luengo, quien abordó temáticas relacionadas con nosotros mismos; nos enseñó a tener un auto concepto sobre nosotros, a reconocer, sentir y controlar nuestras emociones. Las abordó de la manera más dinámica posible, le puso corazón y ganas a lo que estaba realizando, y eso se valora como estudiante, puesto que no todos los profesores y profesionales entregan conocimientos con la calidad de este profesor. Ojalá que los profesores que continúen, entreguen una educación de calidad. Hasta ahora estoy conforme con el diplomado”, expresó.
A su vez, el estudiante del último semestre de Ingeniería Civil en Informática, Cristóbal Dreau Peña, quien cursa el Diplomado en Emprendimiento y Liderazgo, comentó que al igual que en el caso de Daniela, supo de la oportunidad por referencias de compañeros que durante el año 2015 habían accedido a este programa. “Elegí el diplomado principalmente por la necesidad de ‘liderar’. En mi área de trabajo muchas veces trabajaré con gente, o quizás deberé liderar grupos de trabajo, así que esta experiencia es ideal para ello. Además, desde siempre he querido empezar alguna pequeña empresa, y en este diplomado sé que aprenderé sobre las oportunidades que se ofrecen en el país para surgir”, manifestó con convicción.
Hasta ahora, Cristóbal Dreau asevera que ha practicado sus habilidades blandas, así como ha tomado conciencia sobre diversas formas de aproximarse al primer trabajo y cómo enfrentarlo. “Sé que las actividades seguirán mejorando por lo que he visto”, aseguró el futuro profesional.
Por su parte, la estudiante de 5° año de Nutrición y Dietética, Soledad Navarrete Hernández, se enteró de la factibilidad de acceder al Diplomado en Habilidades Sociales e Inserción Laboral a través de las publicaciones en redes sociales de la Unidad de Formación Integral, y de la propia Escuela de Nutrición y Dietética.
Ella reconoce que las habilidades sociales permiten entablar mejores relaciones entre las personas, y como futura nutricionista, el poder vincularse efectivamente con los usuarios, así como con los demás integrantes del equipo de salud, es un requisito imprescindible.
“Desde el inicio ha sido una experiencia enriquecedora, como estudiante de una carrera del área salud, en la cual no se profundizan temas que se han abordado en el diplomado. El autoconocimiento en las primeras clases permitió una mayor valoración personal, a través de la identificación de las fortalezas, y cómo enfrentarse a distintas dificultades con una mirada siempre optimista, entre otras cosas. En el módulo de habilidades sociales se logró una mejor relación con los demás miembros del curso, identificándose con algunos de ellos y sus historias de vida. Con todo, cada día sábado se logra aprender algo nuevo, que durante la semana en el internado en el Hospital Clínico Herminda Martín, es practicado y reforzado”, aseveró.
Son precisamente historias y testimonios como los expresados por los alumnos, los que reflejan lo pertinentes y necesarios que han resultado ser los diplomados dictados a través de la Unidad de Formación Integral.
La apuesta es clara: fortalecer el desarrollo de habilidades personales e interpersonales que favorezcan la inserción en el mundo laboral, así como el propiciar capacidades, actitudes y valores que fomenten el emprendimiento y liderazgo.