Nos sitúa como un ejemplo a seguir, comentó el vicerrector académico Aldo Ballerini Arroyo. Por su parte, el rector Héctor Gaete Feres manifestó sentirse reconfortado por compartir con la comunidad internacional lo que, a juicio de los expertos, constituye un aporte en materia de inclusión social.
El Programa de Inducción e Integración de Alumnos de Primer Año desarrollado por nuestra Universidad es uno de los 26 casos de transformación de las prácticas de enseñanza y aprendizaje que recoge el estudio Learning excellence, recientemente publicado por la Higher Education Academy, HEA. La experiencia de la UBB es presentada por el economista marroquí Jamil Salmi, ex coordinador de Educación Terciaria del Banco Mundial, que el año 2009 visitó la sede Concepción como parte de la comisión de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico, Ocde, que evaluó el sistema de educación superior nacional, por encargo del Gobierno de Chile.
La HEA es una organización sin fines de lucro, perteneciente a la Universities UK y a la GuildHE, que agrupan, respectivamente, a 133 universidades y colleges y a directivos de instituciones de educación superior del Reino Unido. Orientada a promover la calidad de la enseñanza, en mayo de 2015 encomendó a cinco reconocidos especialistas internacionales identificar y exponer iniciativas de aprendizaje de excelencia e innovadoras que se estén llevando a cabo en el mundo, en relación a los principales desafíos del sector. En mejoramiento de la retención estudiantil y rendimiento, Salmi optó por el programa impulsado por nuestra Universidad, convirtiéndolo en uno de los dos casos latinoamericanos que considera el informe (el otro es el de una universidad colombiana), enfocado en cinco regiones: América del Norte y del Sur, Australia, Europa y Africa.
Al proponer la experiencia de la UBB, el experto -que ha sido consultor en más de 60 países- recordó su visita al Campus penquista, donde tuvo la oportunidad de conocer cómo nuestra Universidad acoge a estudiantes vulnerables, asumiendo el desafío de mejorar su rendimiento académico y disminuir la deserción. Mencionó los esfuerzos de nuestra institución en materia de renovación curricular e incorporación de innovaciones pedagógicas en el aula y se interesó en la combinación de conocimiento y seguimiento de los alumnos y la introducción de prácticas educativas más interactivas, que ha permitido mejorar el aprendizaje y el desempeño de los jóvenes.
En este marco, Jamil Salmi se refiere al Programa de Inducción e Integración de Alumnos de Primer Año (FYIIP en su traducción al inglés), subrayando la reducción de la tasa de deserción al segundo semestre de estudios de 17 por ciento, el año 2007, cuando partió la iniciativa, a 8.7 por ciento el 2013. En el mismo período -agrega- el promedio de permanencia para un programa de cuatro años disminuyó de 6.6 a 4.9 años.
El economista da cuenta de las distintas etapas del programa y la participación de los alumnos tutores. Pone de relieve igualmente las iniciativas paralelas al FYIIP para preparar para la vida universitaria a jóvenes de establecimientos de enseñanza media, fortalecer el aprendizaje en ciencias y proporcionar apoyo a los estudiantes que lo requieren. Destaca asimismo la puesta en marcha de sistemas de datos en torno a las características de ingreso, vulnerabilidad, retención y otros factores, que hacen posible conocer la situación de los alumnos y proponer las intervenciones necesarias.
El rector Héctor Gaete Feres manifestó su satisfacción por compartir la experiencia de nuestra Universidad en materia de inclusión social. Nos alegra que una iniciativa nuestra sea valorada por los expertos y pueda resultar beneficiosa para otros, ya que junto con apoyar a nuestros estudiantes en su sueño de convertirse en profesionales, nos interesa y reconforta poder aportar a la sociedad, expresó la autoridad universitaria.
Según el vicerrector académico Aldo Ballerini Arroyo, en tanto, que el estudio de la HEA incluya el caso de la Universidad del Bío-Bío es un reconocimiento a los esfuerzos institucionales para propiciar el éxito académico de nuestros estudiantes, particularmente de los más vulnerables. Sitúa a la UBB en una posición de liderazgo y como un ejemplo a seguir por la comunidad internacional, a la vez que nos plantea el desafío de seguir avanzando en el objetivo de asegurar la igualdad de oportunidades a todos nuestros alumnos, afirmó.