En el marco del aniversario número 22 del Departamento de Estudios Generales, se presentó el libro «Recompas, recontras, revueltos y rearmados. Posguerra y conflictos por la tierra en Nicaragua 1990-2008», de la investigadora mexicana, de la Universidad de Quintana Roo, Verónica Rueda, doctora en Estudios Latinoamericanos de la Facultad de Filosofía y Letras de la Unam. Especialista en Historia contemporánea de Nicaragua.
Con alta presencia de estudiantes se dio inicio a la presentación del libro por parte de su autora, precedida por la introducción del académico de la Universidad, docente de Historia y Geografía, Magíster en Humanidades, Héctor Concha, quien contó detalladamente su impresión del texto.
En la oportunidad la autora explicó el nombre del ejemplar, que es muy significativo en Nicaragua, “los recontras, representan los Combatientes que estaban en la contra, que es el movimiento contra revolucionario, financiado por Estados Unidos, los que entregaron las armas en el 90’ y al no cumplirse las expectativas que les dio el Gobierno de turno se rearmaron y de ahí su nombre. Por otra parte los recompas: militares andinistas. Se denominaban compas en el sentido que no había ninguna jerarquía, y entre ellos se decían así. El frente sandinista pierde las elecciones, entonces se les empezó a llamar recompas. Los revueltos: es cuando ya no había diferencias ideológicas y lo que pedían era que el gobierno les cumpliera a los excombatientes, independiente al grupo que hubieran luchado en la época anterior, y finalmente rearmados: la manera despectiva en que se los denominó, a estos los incluí porque me parece que el nombre es muy significativo, porque eso es de lo que trata el libro”.
La investigadora comentó además que la idea del libro nació estando en Nicaragua, “sobre la carretera me llamó la atención un hombre que pedía dinero y portaba varias medallas militares, por tanto debía ser un excombatiente. Este encuentro me motivó a investigar a fondo el tema”.
Fue en 2006 cuando la autora efectuó el trabajo más denso del texto, que significó realizar, durante ocho meses, 52 entrevistas a ex combatientes, “este libro recopila sus experiencias, es decir cómo fue para los individuos la vivencia de haber pasado de una guerra a una desmovilización en pobreza y luego retomar las armas. Ésta es la parte central del libro atravesada por el origen campesino de estos excombatientes. A diferencia de otros movimientos guerrilleros en el caso nicaragüense la vertiente campesina es evidente en todos ellos, hombres y mujeres, donde su reivindicación es el acceso a la tierra”, comentó.
“Las historias de ellos están plasmadas íntegramente en el libro, son narraciones crudas y desgarradoras, pero cuidé que estuvieran plasmadas de tal forma que la gente al leerlas no sintiera lastima de ellos, porque es lo que menos se merecen. Es gente que la ha pasado muy mal, pero han sido muy organizados, sobre todo ahora con sus diversas organizaciones. Para ellos la parte más difícil es el haber adquirido alguna discapacidad. Tras la manipulación de granadas o bombas, ataques, entre otros”, agregó Verónica Rueda.
En relación a la vinculación con la Universidad, Rueda comentó que, “llegué a Chile, tras ser invitada por un proyecto Fondecyt, y al estar acá coordinamos con mi compañera de doctorado y académica de la Universidad del Bío-Bío, Olga Ostria, y es a través de su contacto que me invita esta Universidad a exponer mi libro”.
“Creo que lo que me facilitó el trabajo fue el ser mujer y mexicana, pues que no me veían de ningún lado, políticamente hablando, así que se podían expresar de mejor manera. En un momento tuve que parar de hacer entrevistas porque otras personas que se enteraban me llamaban a mi celular y me decían que querían contarme su vivencia. Que se entiende también porque es gente que no tuvo un proceso de readaptación, ni ayuda psicológica. Por tanto el hablar les sirvió para canalizar todo”, manifestó Rueda.
La autora contó que lo más gratificante fue que en la presentación del libro en Nicaragua, realizada en abril de este año, aquellos que dieron sus testimonios la felicitaron por haber contado objetivamente lo que sucedió en el país, dejándolos inmortalizados como un pueblo luchador.
Verónica Rueda, a quien le tomó diez años en publicar el libro, se mostró agradecida por la oportunidad, y respondió cada una de las consultas que recibió de parte del público, en su mayoría estudiantes de la Universidad.