Motivado por el interés personal de reunirse con arquitectos, artistas y estudiantes de la zona sur de Chile, llegó hasta Concepción Alfredo Jaar Hasbún, Premio Nacional de Artes Plásticas 2013, cuyas obras -que conjugan la imagen, la arquitectura, el sonido y la poesía- se encuentran en todo el mundo. Invitado por la Facultad de Arquitectura, Construcción y Diseño de la UBB habló de sus intervenciones e instalaciones en una ponencia que tituló Es difícil, en la que dio cuenta de su forma de aproximarse a la creación y la realidad.
Al iniciar su exposición -que tuvo lugar en el Aula Magna- aludió a lo que llamó “la tiranía de las capitales”, fenómeno que a su juicio se advierte en todo el orbe. Agregó, no obstante, que en tiempos de globalización y de avances tecnológicos y de las comunicaciones, “las periferias ya no existen”. En seguida se refirió al proceso y el contexto de algunos de sus trabajos, incluyendo los de su etapa juvenil en Chile.
Para mí, lo más importante es el contexto: Para actuar en el mundo necesito entenderlo, dijo, explicando que antes de emprender un proyecto se toma un largo período, varios años a veces, para recopilar información. Destacó igualmente que el arte es el intento del hombre de cambiar el orden de realidad que se le ha dado y se preguntó ¿cómo hacer arte hoy, con tanta información? No tengo una respuesta, la busco, aseveró.
Sobre sus primeras obras, contó que surgieron tras el Golpe Militar, cuando tenía 17 años y se obsesionó con la fecha que marcó a su generación (11.09.73), haciendo ejercicios visuales que se convertirían en sus inicios como artista. Más tarde, ya instalado en Nueva York, creó varias obras y campañas mediáticas en torno a la figura de Henry Kissinger y su incidencia en la política mundial.
En las casi dos horas que se prolongó su presentación, Jaar proyectó imágenes y abordó parte de sus propuestas más emblemáticas: Demos luz a una nueva vida – Umashimenkana, memorial de las víctimas del tsunami en Fukushima, Japón; Geometría de la conciencia, en el Museo de la Memoria de Santiago, Chile; The Konsthall, en Skoghall, Suecia; Luces de la ciudad, en Montreal, Canadá; Un millón de pasaportes fineses, en Helsinski, Finlandia; Música: Todo lo que aprendí el día en que nació mi hijo, en Dallas, Estados Unidos, entre otras.
Analizó también al poder de las imágenes y cómo las tratan los medios de prensa, deteniéndose en la fotografía del niño sirio Aylan Kurdi, muerto en una playa tras el naufragio de la nave en que huía junto a su familia, retrato del drama de los refugiados que estremeció al mundo. Comentó igualmente su más reciente perfomance, Enséñanos a superar nuestra locura, frase de Kenzaburo Oé que inscribió en un cartel que ata a su cuerpo y con el que recorre la urbe.
Radicado en Nueva York desde 1982, este habitante del mundo -al decir del académico Hernán Barría, quien lo introdujo al más de un centenar de asistentes que concurrieron al encuentro en la UBB- viaja alrededor de 200 días al año y acumula una millonaria cantidad de horas de vuelo. Su gira por el sur de Chile lo llevó, además de Concepción, a Valdivia y Talca, donde iteró la conferencia que, en nuestra ciudad, fue seguida por una audiencia que le escuchó en total silencio y luego dialogó con el artista sobre arte y política, los problemas que conmueven a nuestro país y otros temas.
Tras su visita a la zona centro sur, Jaar estará en Santiago como uno de los invitados del Décimo Encuentro del Instituto Hemisférico de Performance y Política de la Universidad de Nueva York, que se realiza por primera vez en nuestro país.
En las imágenes, la presentación del artista en nuestra Universidad y su encuentro protocolar con el rector Héctor Gaete Feres, al que acudió acompañado por su esposa Evelyne, la decana de la Facultad de Arquitectura, Construcción y Diseño Cecilia Poblete Arredondo, el académico Hernán Barría Chateau y el periodista de la revista Qué Pasa que publicará un reportaje sobre su gira sureña.