Importantes avances registró nuestra Universidad con la primera acreditación de las carreras de Ingeniería Civil en Automatización y de Ejecución en Mecánica, Electrónica y Electricidad, ante la Agencia Acredita CI. Con los resultados de estos cuatro programas, la Facultad de Ingeniería completa la acreditación de la totalidad de sus carreras y a nivel institucional se alcanza un 100 por ciento, restando sólo conocer, en diciembre, lo que sucederá con la recertificación de Diseño Gráfico y Pedagogía en Castellano y Comunicación.
En estricto rigor, todas nuestras carreras de pregrado regulares acreditables han cumplido exitosamente con este proceso, ya que los dos programas de cuyos resultados estamos a la espera han sido acreditados anteriormente, comentó el jefe de la Unidad de Aseguramiento de la Calidad de la misma Vicerrectoría (UAC), Sergio Araya Guzmán. Añadió que ello reafirma el liderazgo de la Universidad del Bío-Bío, que actualmente posee uno de los más altos índices de acreditación del pregado a nivel nacional y que se convertirá en una de las primeras universidades del país en alcanzar el 100 por ciento de certificación.
Es el fruto de un trabajo conjunto: el director de Escuela es la cara visible pero los responsables de este logro son todos los profesores, directivos, alumnos, administrativos, empleadores y egresados que participaron en el proceso, señaló Wladimir Esparza, director de la Escuela de Ingeniería Civil en Automatización, que acreditó por cinco años. El académico destacó particularmente el aporte de estudiantes y titulados que, con espíritu crítico y disposición a colaborar, demostraron gran compromiso con la carrera. Resaltó también el cuerpo académico del programa, que se ha enriquecido con la incorporación de docentes que han hecho una valiosa contribución en productividad científica, lo que se conjuga con la experiencia y trayectoria de los más antiguos.
En cuanto a los temas pendientes, Esparza mencionó la implementación del rediseño curricular y la consolidación de los laboratorios y equipamiento de que dispone la Escuela. Es necesario consolidar el fortalecimiento de la infraestructura, precisó. El gran desafío es seguir avanzando en los aspectos que se requiera para obtener un mayor período de acreditación en el siguiente proceso, concluyó.
Coincidió en esta aspiración, Jaime Rohten Carrasco, quien coordinó la autoevaluación de la carrera y que además se mostró confiado en que es posible lograr este objetivo. Con este primer proceso, se hizo propia la idea del mejoramiento continuo y del trabajo colaborativo, señaló, advirtiendo no obstante la necesidad de avanzar en la sistematización de la información que permita evidenciar el quehacer la Escuela
Juan Carlos Figueroa Barra, director de la Escuela de Ingeniería de Ejecución en Mecánica -acreditada por cuatro años-, también destacó la instalación de una cultura de mejora permanente, así como la idea de registrar lo que hace la carrera. El directivo subrayó igualmente que la certificación de la calidad del programa abarca a los vespertinos.
Respecto de las fortalezas detectadas, indicó que los pares destacaron la política institucional de modernización de los talleres y laboratorios de docencia, la experiencia y dedicación de los profesores, la identificación y positiva valoración que los alumnos tienen de la carrera y su reconocimiento externo. Ingeniería de Ejecución Mecánica tiene 48 años de historia, con más de mil 600 titulados, y goza de gran prestigio entre empleadores y la comunidad, afirmó Juan Carlos Figueroa.
Como desafíos, en tanto, mencionó la puesta en marcha, en 2017, de la malla de estudios renovada, fortalecer la vinculación con el medio a través del centro de titulados y el consejo asesor externo ya creados y seguir avanzando en el perfeccionamiento del cuerpo académico, para impulsar las líneas prioritarias fijadas por el Departamento.
Por su parte John Correa, director de la Escuela de Ingeniería de Ejecución en Electrónica, calificó el proceso de autoevaluación como una experiencia positiva, un aprendizaje que sirvió para asumir el mejoramiento continuo. Resaltó también la participación y compromiso de todos los estamentos involucrados y, especialmente, de los actores externos. En tanto, Pedro Melín, quien lideró el proceso de autoevaluación, sostuvo que fue un trabajo arduo, que demandó gran dedicación y esfuerzo. Asimismo, hizo hincapié en el apoyo del jefe y profesionales de la UAC, que posibilitó cumplir con los plazos y exigencias.
Ingeniería de Ejecución en Electrónica fue acreditada por cuatro años. A juicio de los evaluadores externos, la carrera tiene las fortalezas necesariaz para satisfacer las necesidades del mercado laboral a nivel regional y nacional. El programa cumple con el perfil de egreso, hay compromiso y fidelidad del estudiantado y una formación técnica acorde a las exigencias de la empresa, registra una rápida inserción laboral y un adecuado plan de mejoramiento, apuntaron.
En tanto, Ingeniería de Ejecución en Electricidad se acreditó por tres años. Los pares estimaron que el perfil de egreso es consistente con las competencias esperadas para una Ingeniería de base tecnológica y valoraron el prestigio y positiva evaluación de los titulados, la participación del alumnado en distintas instancias y los beneficios y facilidades que les proporciona nuestra institución. Se refirieron también al impacto del proceso de cambio curricular en marcha, tanto para el programa regular como el vespertino. Se pudo apreciar que la autoevaluación y acreditación ya han generado mejoras, anotaron.
Las imágenes corresponden a la preparación de los informes de autoevaluación de las carreras del Departamento de Ingeniería Eléctrica y Electrónica.