El académico del Departamento de Ciencias Sociales, Marco León León, logró la adjudicación del proyecto Fondecyt Regular denominado “Criminología, estrategias periodísticas y modernidad. Acercamientos a la construcción de un imaginario social sobre el sujeto delincuente y criminal en Chile (1930-1973)”.
La investigación, que se prolongará entre los años 2017 y 2019, busca abordar un aspecto poco explorado en la temática criminal de Chile, según expresó el académico Marco Antonio León, “el de la construcción de un sentido común o imaginario social, sobre el sujeto delincuente y criminal a través de la cobertura de diversas revistas y diarios, el cual tomaría lugar en Chile durante la época del así llamado Estado de bienestar o etapa de modernidad desarrollista (1930-1973)”, aseveró.
Marco Antonio León explicó que la investigación se propone como objetivos generales: “Examinar el papel de los medios impresos seleccionados, en la construcción de una imagen común de los delincuentes y criminales; y analizar las transformaciones que experimentó la representación discursiva del delincuente-criminal en Chile, revisando tanto las ideas, creencias y prejuicios criminológicos del período, como las diversas estrategias periodísticas que allí tomaron lugar”.
Para el desarrollo de la investigación, el académico seleccionó revistas especializadas pertenecientes a la Policía de Investigaciones: Detective (1934-1937); Revista de Criminología y Policía Científica (1937-1955) y Criminología (1955-1961). También escogió medios de prensa de carácter informativo y sensacionalista: Las Noticias Gráficas (1944-1953); La Tercera de la Hora (1950-1970); y El Clarín (1954-1973); y publicaciones que priorizaron el reportaje gráfico vinculado con la temática delictiva: Manos Arriba (1949-1950); Intimidades y sucesos policiales (1950-1953) o que tuvieron un sentido más misceláneo y magazinesco: Ercilla (1933-1970) y Vea (1939-1970).
El académico Marco Antonio León, precisó que en el proyecto subyace la hipótesis de que las publicaciones seleccionadas se relacionarían con la construcción de un imaginario social sobre la figura del delincuente y el criminal en Chile, durante el periodo en estudio. Lo anterior, independiente de la heterogeneidad de formatos, contenidos, mensajes, duración y públicos destinatarios de estos medios de comunicación.
Dicho imaginario social -entendido como un entramado complejo de ideas, prejuicios, creencias y esquemas valóricos- vincularía dentro de sí, como principales fuentes, tanto a los saberes criminológicos vigentes en ese entonces, como a los diversos enfoques periodísticos de los medios seleccionados.
De este modo, según ilustró el académico Marco Antonio León, la investigación busca conectar tres ejes fundamentales: La criminología como una disciplina que estudia al delincuente o criminal. Las estrategias periodísticas, develando las diversas herramientas que utilizan los medios impresos para intentar transmitir no sólo mensajes, sino también para reiterar discursos visuales y escritos sobre determinados grupos sociales tales como las elites, los sectores populares o las clases medias, entre otros. Por último, el tercer eje está definido por el periodo histórico correspondiente al Chile de la modernidad desarrollista que comienza a configurarse a partir de la década de 1930. Se trata de una sociedad de masas e industrializada, en donde los individuos acceden cada vez a mayor educación y por tanto se convierten en potenciales lectores.
Marco Antonio León, precisa que hacia la época que aborda el proyecto, la ciencia criminológica ha superado el paradigma biológico propio de la época positivista de fines del siglo XIX y comienzos del XX, conocida comúnmente como lombrosiana, en alusión al médico y criminólogo Cesare Lombroso. “Ahora se trata de una criminología académica que busca tener como matriz epistémica principal la sociología más que la biología; y que le interesan otros temas como las subculturas criminales, la falta de estructura social, el estudio de las pandillas, y que concibe al delincuente o al criminal no como un ser atávico, sino como un rebelde contra la sociedad o como un inadaptado o desviado”, ilustró el académico.
Sin embargo, paradójicamente, la imagen criminológica que construyen los medios de comunicación de la época en estudio, sigue considerando válidas las imágenes del delincuente o criminal de la época lombrosiana, manifestó Marco León.
“Uno advierte que este imaginario o sentido común que crean y recrean los medios de comunicación respecto de delincuentes y criminales, sigue siendo el de un sujeto de sectores populares, fundamentalmente hombres más que mujeres. Los delitos económicos están prácticamente invisibilizados y escasamente aparecen las acciones colectivas de bandas o pandillas, centrándose exclusivamente en el delincuente como individuo, en sintonía con lo que practicaba la criminología de la época lombrosiana”, explicó el investigador UBB.
El interés por investigar estas temáticas, según explicó Marco Antonio León, dice relación con que independiente que se sostenga que los medios no reflejan la realidad, sino que construyen una específica, dicha representación es muchas veces más fuerte y proyectual que la imagen construida a partir del conocimiento académico. Esto debido en parte al carácter masivo de los discursos textuales y visuales de los medios de comunicación, versus la naturaleza especializada y focalizada del saber académico.
“En esta época también hay necesidad de crear políticas públicas sobre criminalidad, y lo interesante es lograr desentrañar si estas políticas adoptadas en el periodo, responden a la investigación académica o también obedecen a la imagen y a la percepción construida por los medios impresos, que claro, muchas veces generan una demanda y una presión social mayor que la que pueda generar un instituto, un departamento de criminología de una universidad o de un recinto penal o policial”, enfatizó el académico del Departamento de Ciencias Sociales.
Marco Antonio León comentó que el estudio permitirá igualmente “ponderar el papel de los medios de comunicación escritos dentro de un periodo específico de la historia de Chile contemporáneo; y rescatar el rol de las ideas, creencias, prejuicios, novedades criminológicas y su circulación en nuestro medio, con las asimilaciones, adaptaciones y resistencias que ello implicó”.