Seminario, talleres y muestra de arpilleras de mujeres víctimas de dictadura fueron parte del programa de extensión relevante de la Universidad del Bío-Bío, que se llevó a cabo en conjunto al Museo de la Memoria y los Derechos Humanos.
Según comentó la académica y directora del programa de Derechos Humanos de nuestra casa de estudios, Vivianne Hasse, quien llevó a cabo el proyecto, «la figura de las arpilleras nació poco después del golpe de Estado de 1973. En ellas existe un carácter comunitario y artesanal, que surgió a partir de las vivencias y relatos que las mujeres familiares de detenidos desaparecidos comparten en la búsqueda de justicia. Es una forma de resistencia emocional, el arte como una vía de escape, también como una forma de percibir ingresos y un medio de expresión para las mujeres de la época».
Asimismo, explicó que la idea de traer esta muestra de mujeres víctimas de dictadura, a través del Museo de la Memoria, «es conocer otra forma de hacer resistencia que fundamentalmente fue de las mujeres, pues nuestro interés es que los jóvenes de nuestra Universidad y de la Región conozcan parte de la historia de Chile, pues sabemos que en la mayoría de los liceos esta parte de nuestra historia no se cuenta. Por otra parte es interesante ver cómo las organizaciones sociales se estructuraron en dictadura, pues en el país hemos perdido esa capacidad de organización. Nuestra idea en el fondo es difundir la problemática de los derechos humanos».
“Derechos Humanos y Memoria”, se tituló el seminario que se desarrolló posterior a la inauguración de la muestra, y en el que expuso el encargado de Promoción, educación y estudio, del Instituto Nacional de Derechos Humanos sede regional Biobío, Harún Oda; la conservadora y restauradora del Museo de la Memoria y los Derechos Humanos, Verónica Sánchez; y la representante de la organización de mujeres «La Monche», Ester Hernández.
Verónica Sánchez manifestó que las universidades siempre han sido foco de interés para el Museo, «para mostrar esta parte de la historia, una historia reciente, pero que muchos jóvenes desconocen, entonces es una buena instancia para informarlos mejor de lo que pasó y también para concientizarlos que esto no debe pasar nuevamente. Por lo tanto que la Universidad posibilite este tipo de instancias me parece muy fructífero para ambas partes”.
Al respecto Harún Oda comentó que “como institución nos parece importante que las universidades se transformen en espacios de articulación con las comunidades y sus entornos, en particular en temáticas vinculadas a la promoción de los derechos humanos y a la memoria. Esta es una Universidad que está dando varios pasos en la promoción de los DD.HH, incorporando esta materia en el currículum y realizando estos espacios de reflexión, discusión y de vitalización de la memoria, lo que nos parece importante, ya que esta es una institución pública y la labor de memoria es a lo que está mandatada por el Estado».
Fueron dos los talleres de arpilleras que se realizaron y los que estuvieron a cargo de la profesora del Museo de la Memoria y los Derechos Humanos, Claudia Videla, a los cuales se inscribieron una veintena de interesados.
Una de las participantes del taller de la localidad de Dichato, Juana Avilés, expresó que fue su hijo, estudiante de la UBB, quien la inscribió, «yo hace años que quería aprender esto, pero no se me había dado la oportunidad y que la Universidad en que estudia mi hijo sea la que promueva estas actividades es valorable».
Cecilia Luarte fue otra de las participantes, quien aseveró que debiese replicarse esta iniciativa, «ojalá lo realicen más periódicamente, pues es un trabajo que hace bien para el alma y que permite la introspección, es una vía de comunicación. En mi taller también participó un joven y me pareció bueno que estuviera, pues esto es ajeno a los hombres, lo que es una lástima, pues podrían desarrollar muchas capacidades».
La muestra de arpilleras estará disponible hasta el 10 de agosto en el Hall de Arquitectura de la Universidad.