El académico del Departamento de Ciencias Sociales, Dr. Marco León León, busca aportar una visión más integral sobre las instituciones penales en Chile durante el periodo referido, trascendiendo el ámbito meramente normativo, con el propósito de reflejar una historia social y cultural que refleje la cotidianeidad.
El Dr. Marco León se aboca a la presentación y análisis de 57 documentos, entre los que se cuenta el Reglamento Carcelario de 1911, las orientaciones definidas en 1965 por Naciones Unidas tendientes a mejorar el trato a los delincuentes, así como otro tipo de documentos y memorias escritas por presidiarios y expresidiarios donde se refleja su paso por cárceles chilenas. Según expresó el académico UBB, a través de la serie de documentos seleccionados es posible advertir cambios legislativos, pero también transformaciones humanas y sociales respecto de los recintos penales.
“Normalmente, los estudios que tratan sobre las instituciones penales pueden ser muy interesantes para un abogado o jurista, pues adoptan un enfoque muy normativo, pero se descuida la dimensión de la cotidianeidad y de otros temas que finalmente humanizan las instituciones penales”, explicó el académico UBB.
El Dr. Marco León aseguró que los documentos fueron seleccionados sobre la base de tres criterios. Primero, se buscó una amplitud de perspectivas para abordar el mundo de la prisión, considerando desde lo legal a lo testimonial. En segundo término, se seleccionó documentación que brindara una visión a nivel de país, y es así como se mencionan experiencias de cárceles del norte, centro y sur de Chile. Por último, los textos seleccionados debían ser representativos de las respectivas épocas y es por ello que al transcribirlos no se alteraron los términos, giros idiomáticos o faltas de ortografía, con el afán de humanizar aquello que se lee o aprecia como lector interesado en el pasado, enfatizó el investigador.
El Dr. Marco León señaló que el libro también aporta a la reflexión sobre los procesos sociales y de las propias instituciones, pues desde estas últimas muchas veces suele asumirse una visión lineal del devenir, dando por hecho que las instituciones siempre progresan según pasan los años.
“Sin embargo, uno advierte que la realidad social e institucional es bastante más compleja y no es lineal. La documentación del libro permite reconocer que puede haber avances en ciertos aspectos legislativos, pero en términos de presupuestos e infraestructura, las cárceles poseen múltiples carencias y precariedades. También ocurre que muchas veces las autoridades a cargo de un penal, producto de la propia personalidad, cometen descriterios y eso también forma parte de la realidad, y ahí notas más claramente que hay contrastes y no existe tal linealidad, porque la vida no es lineal. Hay avances, retrocesos, ambigüedades, contradicciones, o diferencias entre la pretensión normativa y la realidad cotidiana”, ilustró.
El libro, según explicó su autor, se orienta a un público general y busca reflejar una parte de la realidad que normalmente no se asume, como son los espacios demonizados desde antiguo en función de la privación de libertad. La obra permite conocer muchas veces el perfil de ciertos delincuentes y matizar juicios sobre quienes se encuentran en la cárcel, advirtiendo que no siempre quienes cumplen una pena en ella, deberían estarlo.
“La publicación permite acercarse a temáticas que son contingentes tales como la desigualdad, o temáticas relacionadas con la construcción de la alteridad, referidas a cómo satanizamos o demonizamos a los delincuentes, asociándolos casi instintivamente con la pobreza. Pero un criminal no necesariamente viene de un estrato social más bajo. Por ende, la motivación no siempre es condicionada por tratar de superar su condición de pobreza, a veces derechamente pasa por una enfermedad mental, o por un tema de gusto o atracción por hacer eso”, ilustró el académico Marco León.
El Dr. León enfatiza en la necesidad de comprender que así como en las cárceles puede haber malhechores francamente condenables, también hay personas que se encuentran tras las rejas producto de injusticias más que en atención a una supuesta justicia social o penal.
“Los reos de ahora y los de hace 100 o más años, también son seres humanos y efectivamente encontramos matices en ellos. El libro relativiza y cuestiona conceptos como justicia, orden social, exclusión social, que son términos más antiguos de lo que pensamos, y que a pesar del empoderamiento de la sociedad civil en su conjunto, son términos que no hemos redefinido y continuamos manejando criterios que ya no corresponden a nuestra época. De hecho, seguimos asociando las prisiones a una forma de castigo que se gestó a fines del siglo XVIII y principios del siglo XIX. Nuestro Código Penal en esencia, pese a la derogación o modernización de artículos, mantiene la misma arquitectura jurídica penal del siglo XIX”, argumentó el profesor Marco León.
Es por lo mismo que el Dr. Marco León sostiene que la lectura y reflexión del libro permiten entender las formas de construcción de conocimiento sobre la alteridad, lo diferente, otras condiciones sociales y sobre las formas de ser o de transgredir las leyes que la sociedad tiende a castigar, castigo que pasa por negar la visibilización de esas personas, quienes son encerradas en cárceles, como si la negación social bastara.
“Creo que este tipo de investigación, este tipo de textos, muestran que más allá de que nosotros no veamos cotidianamente a los reos, estos personajes, estos actores sociales e históricos, siguen presentes”, concluyó.
“Tras las rejas. Una historia documental de las prisiones en Chile (1911-1965)” fue publicado por Ediciones Universitarias de Valparaíso, Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, con financiamiento de la Convocatoria 2017 del Consejo Nacional de la Cultura y las Artes del Fondo Nacional de Fomento del Libro y la Lectura de la Región de Valparaíso.