El encuentro fue convocado por el Consejo Nacional de Desarrollo Urbano (CNDU), junto con la Municipalidad de Chillán, en el marco de la Nueva Agenda Urbana Hábitat III y la Política Nacional de Desarrollo Urbano. La idea es evaluar la creación de un consejo de desarrollo urbano sostenible de Ñuble aprovechando la coyuntura que ofrece la creación de la nueva región.
El Foro Urbano se desarrolló en la Sala Claudio Arrau del Teatro Municipal de Chillán y fue presidido por el alcalde de Chillán, Sergio Zarzar Andonie, junto con el presidente del Consejo Nacional de Desarrollo Urbano, Luis Eduardo Bresciani; la prorrectora de la Universidad del Bío-Bío, Gloria Gómez Vera, entre otros representantes de instituciones públicas y privadas.
La jornada se estructuró sobre dos ejes convocantes: “Nuestra identidad regional como base de la planificación urbana” y “Chillán, su desafío como capital de Ñuble”.
El director del Departamento de Planificación y Diseño Urbano de la Facultad de Arquitectura, Construcción y Diseño de la Universidad del Bío-Bío, Premio Nacional de Urbanismo 2014, Sergio Baeriswyl Rada, comentó que en el caso de la nueva región se debe comprender que son las ciudades las que articulan el territorio de Ñuble, constituyendo el mecanismo por el cual las personas mejoran sustancialmente su calidad de vida y la productividad.
En este sentido, Baeriswyl Rada comentó que el convertirse en región implica la asignación de poderes y la decisión sobre recursos que representan alrededor de un 18% del total en el nivel regional y un 11% en las comunas.
“El principal motor de desarrollo de una ciudad es el sector privado. En Chile la inversión privada es del orden del 89% y solamente un 11% representa la inversión pública, pero ese 11% no es menor, y es precisamente el que está enfocado en el rol del Estado en infraestructura, en sistemas de transporte, en aquellos que tributan o corrigen los modelos de crecimiento de la ciudad”, explicó.
El académico UBB también resaltó la necesidad de desmitificar la idea de que los planes reguladores permiten planificar la ciudad, puesto que en realidad, como su nombre lo indica, cumplen una función reguladora. “El plan regulador regula la demanda, aquellos procesos dinámicos impulsados mayoritariamente por el sector privado, pero no genera inversiones, no impulsa las dinámicas de desarrollo y muchas veces ni siquiera aquellas que nosotros aspiramos como elementos esenciales de garantizar la calidad de vida y mejorar la productividad”, aseguró.
Sergio Baeriswyl enfatizó que esta visión crítica reconoce que los planes reguladores son muy importantes para el 89% de la inversión que es de carácter privado, pero solo funcionan con la demanda, de manera que si se pretende transformar y planificar la ciudad, el plan regulador no da garantías de ello.
“El plan regulador simplemente va a regular que algunos fenómenos que podrían ser muy adversos para la ciudad no se den. Simplemente, va a regular en aquellos sectores donde hay mucha demanda, dinámica e inversión, para que eso ocurra de acuerdo a ciertos parámetros, pero no resolverá los problemas de desigualdad, transporte, patrimonio, contaminación, ni los problemas de calidad de vida o provisión de parques y áreas verdes que nosotros necesitamos”.
En opinión del académico Sergio Baeriswyl lo que las ciudades requieren para su transformación, considerando la perspectiva de los ciudadanos, es un plan de inversión y un modelo de gestión. “El desafío de las ciudades, y la nueva Política Nacional de Desarrollo Urbano tiene ese enfoque, es ver cómo se crea una agenda de inversiones consensuadas con la comunidad, que tenga instrumentos de regulación que tributen en ella, y que efectivamente representen lo que todos los habitantes de la región y de las ciudades quieran ser”, manifestó.
Baeriswyl Rada llamó la atención sobre la importancia de la participación ciudadana en este proceso, pues según aseveró, la experiencia indica que en Chile más del 78% de los habitantes de las ciudades nunca es consultado sobre materias de carácter urbano.
El experto UBB indicó que la planificación requiere necesariamente de recursos, de ahí la trascendencia de contar con planes de inversión. “Viviremos mejor en la medida que nuestras ciudades sean mejores ¿Cómo lo haremos? Por un lado está la planificación, por otro lado la inversión, y el ejercicio de organizar la inversión, la que llega todos los años de ese 18 o 19% que decide la región, organizarla en un plan estratégico a 10 años, en donde efectivamente veamos que nuestra ciudad sea mejor”, comentó.
El Premio Nacional de Urbanismo 2014 también recalcó que Chillán cuenta hoy con el desafío de lograr una gobernanza distinta que se traduce en un mecanismo de administración que puede ser un área metropolitana, un área funcional o el Gran Chillán (que en realidad es una red de ciudades) que logre un consenso respecto de la visión que se quiere desarrollar, en el entendido que la OCDE precisa que en la medida que las áreas urbanas son más grandes, implican mayor productividad e inciden directamente en mayor calidad de vida.
“Chillán tiene que tratar ser más grande, no en su extensión urbana, sino en su red funcional. Tiene que integrar a San Carlos, Bulnes, Portezuelo… a las distintas unidades urbanas satélites, que en la medida que interactúen más eficientemente con Chillán, van a crecer, mejorarán su productividad y mejorarán su calidad de vida”, reflexionó.
Por su parte, el alcalde de Chillán, Sergio Zarzar Andonie, comentó que la región de Ñuble logrará sortear con éxito los desafíos que se presenten, en la medida que las comunas trabajen en forma coordinada. El jefe comunal expresó que Chillán y Ñuble poseen diversas fortalezas como su rico capital histórico y cultural, además de amplia y variada belleza escénica lo que le permite proyectar un perfil turístico interesante, que solo puede ser explotado en la medida que las 21 comunas de la región logren trabajar en red, complementando la oferta que cada una posee.
A su vez, el presidente del Consejo Nacional de Desarrollo Urbano, Luis Eduardo Bresciani, destacó que Ñuble debe aprovechar el momento histórico que vive al transformarse en región. Reconoció que aunque dispersas, sí existen las herramientas para regular y planificar las ciudades, a través de planes reguladores y planes reguladores intercomunales que brindan la oportunidad de pensar entre varias comunas el territorio rural.
Asimismo, se dispone de instrumentos vinculantes de planificación de infraestructura, y es así como desde mediados de 2019 entrará en vigencia el Plan de Movilidad y Espacio Público, un proyecto de ley aprobado el año 2016, que permite a los municipios, a las regiones y a las áreas metropolitanas, formular un plan de inversiones en proyectos de infraestructura de transportes, financiados con aportes del sector privado.
Sin embargo, lo que más destacó Bresciani es la aparente existencia de una visión común respecto del territorio. “Es interesante la idea de la integración urbano-rural. Las ciudades son importantes porque si no las integramos, las ciudades pequeñas seguirán perdiendo población. La única manera de mantener vivas a las ciudades pequeñas e intermedias es integrarlas, de manera que las personas puedan vivir en una pequeña ciudad de 5 mil o 10 mil habitantes pero con los servicios en un barrio, y que al mismo tiempo no pierda las oportunidades que dan las grandes ciudades, y para eso hay que integrarlas”, enfatizó.
El presidente del CNDU, Luis Eduardo Bresciani, comentó que dicha institución apoya la creación de un Consejo en la región de Ñuble, donde estén representados diversos organismos como las universidades, municipios, gremios, parlamentarios, ciudadanía, entre otros, con el propósito de impulsar los principios de la Nueva Agenda Urbana Hábitat III y la Política Nacional de Desarrollo Urbano.
El foro consideró además la participación de la delegada presidencial para la instalación de la región de Ñuble, Lorena Vera Arriagada, quien se refirió a “Estructura administrativa de la Región; mirada de Gobierno”; y lo propio hizo el académico de la Facultad de Agronomía de la UdeC, Raúl Cerda González, abarcando la perspectiva de la actividad agropecuaria.
Asimismo, la jornada reunió a los siguientes expositores: René Poblete Castañeda, consejero nacional de la Cámara Chilena de la Construcción; Pablo Arriagada Demetrio, del Comité pro movilidad urbana Bicipaseos patrimoniales; Leidy Barros Arenas, del Comité comunal de medio ambiente – SCAM; Erwin Brevis Vergara, arquitecto y Encargado de la Unidad de Patrimonio de la Municipalidad de Chillán.