Reconocer y valorar en el medio rural de la Región de Ñuble, Tesoros Humanos Vivos (THV) que mantienen la tradición y la identidad del campesinado chileno fue el principal objetivo del trabajo etnográfico en terreno desarrollado como parte del programa de Diplomado en Gestión del Patrimonio Cultural Regional, según explicó su director, el Dr. Cristián Leal Pino.
La actividad se realizó en la comuna de Portezuelo, espacio donde los alumnos del Diplomado tuvieron la oportunidad de aplicar en forma práctica los conocimientos teóricos aportados en el módulo.
El académico Dr. Cristián Leal Pino explicó que el trabajo etnográfico demanda la visualización de tres fases: preparatoria, de trabajo de Campo e Informativa. La primera de ellas implica conocer el contexto, la definición de grupos de trabajo y la determinación de técnicas y estrategias de recolección de información. El trabajo de Campo propiamente tal consiste en observar el escenario, sumergirse en el territorio y recoger la información a través de diversas técnicas tales como la observación participante, entrevistas, fotografías, filmaciones, notas de campo, entre otras. La fase informativa, consiste en la entrega de los resultados del trabajo de Campo por medio de un informe escrito.
Durante la visita a Portezuelo los estudiantes conocieron a personas que de acuerdo a sus características pueden ser considerados como Tesoros Humanos Vivos, dando paso luego a un diálogo entre los etnógrafos y las personas. También se realizó un ejercicio sobre Lugares de Memoria.
El Dr. Leal Pino también enfatizó en la importancia de las notas de campo y para ello, los etnógrafos deben centrar su atención en lo que constituye su foco de estudio observando, escuchando y registrando concentradamente y en momentos adecuados. Gestos, frases, palabras, posturas corporales, emociones y sentimientos son algunos de los tópicos a los cuales debe concederse particular atención, según ilustró el investigador UBB.