La Escuela de Ingeniería de Ejecución en Electricidad hizo entrega de sus diplomas de título a los egresados de los programas diurnos y de continuidad de estudios durante una ceremonia efectuada en el Aula Magna de la sede Concepción.
En la ocasión, el director de Escuela, Juan Carlos Delgado, felicitó a los jóvenes y les señaló que este título «es la confirmación de una gran meta cumplida que es producto del trabajo, del esfuerzo de ustedes, pero también de sus familias y seres queridos, por eso hay que agradecer y valorar el aporte, apoyo, afecto y compañía que tuvieron en este proceso».
Asimismo, los invitó a mantener el contacto con la Escuela, a participar en las actividades, en el Centro de Titulados, «que permiten redes de contacto para posicionar a nuestros estudiantes en centros de práctica profesionales y contribuir a la vinculación con el medio».
Luego de la entrega de títulos a los 66 egresados, se destacó a quienes destacaron por sus méritos académicos.
El Premio Universidad del Bío-Bío recayó en Mauricio Contreras, de la promoción 2013, por cursar la totalidad de los estudios conducentes al título en esta Universidad, completar sus estudios en el número de semestres académicos contemplados en el respectivo programa, aprobar todas las asignaturas en primera oportunidad y obtener el promedio ponderado final más alto de su promoción.
El Premio Facultad de Ingeniería fue para Mario Jara y Gabriel Sepúlveda , por sus méritos académicos, la participación en actividades extraprogramáticas, el alto sentido valórico y compromiso y respeto hacia sus compañeros, docentes y la comunidad universitaria en general, y por destacar entre sus pares.
Asimismo, se otorgó el Premio Escuela de Ingeniería de Ejecución en Electricidad a Diego Barros, Miguel Figueroa, Juan Ignacio Molina y Leonardo Sanzana, con el fin de destacar sus méritos académicos, espíritu de superación, condiciones y características personales y el compromiso con la Escuela.
En representación de los titulados de la jornada diurna, Mario Jara, agradeció apoyo de sus familias, del cuerpo académico y del personal administrativo de la institución y manifestó a los titulados que hay que “salir a enfrentar el mundo laboral, pero no tengamos miedo, somos exalumnos de la gloriosa Universidad del Bío-Bío”.
Por su parte, el titulado Juan Ignacio Molina, en nombre de los titulados del Programa Especial de Continuidad de Estudios, recordó que fue difícil la decisión de estudiar dos años y medio, “por eso decidí hacerlo con los mejores, así fue como elegí estudiar en la Universidad del Bío-Bío. Aquí encontré profesores exigentes, pero acogedores; un desarrollo académico de excelencia y compañeros comprometidos que hicieron de estos años una experiencia inolvidable”.