Para dar a conocer la contingencia sobre la Reforma Tributaria, el abogado tributarista, Carlos Boada, realizó un seminario al respecto, organizado por la Cámara de Comercio, Industrias, Turismo y Servicios de Chillán-Ñuble, Facultad de Ciencias Empresariales de la Universidad del Bío-Bío y el Colegio de Contadores de Chile filial Ñuble.
En la exposición, el experto abordó un temario que responde a las falencias que él considera se deben abordar y mejorar en los próximos 
cambios a la reforma: ¿Por qué es urgente para el 98,5% de las empresas del país un perfeccionamiento a la Reforma Tributaria (Leyes 20.780 y 20.899)?, ¿Por qué es una mala idea terminar con la renta presunta ahora?, Concentración económica en Chile y sus efectos: razones económicas para perfeccionar la reforma, y ¿El proyecto de ley de pronto pago debe ser para todas las empresas o sólo para las empresas de menor tamaño y su relación con los grandes compradores?.
Boada sostuvo, “tenemos el desafío de no equivocarnos por una cuarta vez. Erramos el 2012, el 2014 y el 2016, donde como país hicimos un gran esfuerzo para tener una normativa tributaria que fuera simple y justa para tener los bienes necesarios para los bienes públicos. La idea hoy es aprender por qué nos equivocamos, que enmendemos los errores y que aprendamos para que no nos pase de nuevo. Esto no es un problema de izquierda o derecha, es de país”. Según el abogado, una de las razones de por qué las reformas no han funcionado es que no se ha hecho parte a los gremios y colegios profesionales.
“Quieren eliminar el régimen presunto nuevamente, pero mal. Como país tenemos que transitar en un plazo prudente, de siete o diez años, para finalmente eliminar la renta presunta. Pero tenemos que permitir que se aterrice en un sistema que de verdad esté pensado para ese tipo de contribuyente”, afirmó Carlos Boada.
Otro de los aspectos que manifestó el experto, es el innecesario requerimiento de documentación desde el Servicio de Impuestos Internos, considerando que mucha información ya la posee. “Esto se da porque no hay conciencia de que para el particular generar esa información tiene un costo, no es gratuito. Hay horas de contador, de la empresa, que no son productivas. Son horas para el sólo efecto de entregar información, que cuando uno llega al final, no toda era necesaria para el país”, dijo.
