Los académicos del Departamento de Ciencias Sociales, Christian Loyola Gómez y Juan Rivas Maldonado desarrollaron el estudio sobre “Accesibilidad a los centros poblados en la (nueva) Región de Ñuble, Chile”, el que constata serias deficiencias en materia de infraestructura y conectividad vial, lo que atenta contra el desarrollo efectivo del territorio.
“Una red de infraestructura vial frágil y desequilibrada, con zonas rurales intermedias conectadas por vías de tercer orden, de generación espontánea, que confluyen en la red principal en algunos casos sin control”. Esta es una de las principales conclusiones del estudio impulsado por los académicos Christian Loyola Gómez y Juan Rivas Maldonado.
La investigación denominada “Accesibilidad a los centros poblados en la (nueva) Región de Ñuble, Chile”, parte de la base científica aportada por la literatura que consigna que existen cuatro factores que determinan el desarrollo de una región: las infraestructuras, la localización, la aglomeración, la estructura de asentamientos y la estructura sectorial de la economía. En este marco, las infraestructuras de transporte constituyen un elemento básico para la competitividad, aseguraron los docentes UBB.
“Los territorios carentes de una accesibilidad adecuada no dispondrán de igualdad de oportunidad en el escenario de la globalización según explica el Dr. Jaime Escribano. Estas infraestructuras reducen o aumentan la distancia, la cual por una parte frena las interacciones y por la otra hace variar el valor de los lugares en función de su situación geográfica, principalmente por los temas referidos a áreas de influencia o de localización de estructuras comerciales o industriales. Interviniendo de esta forma en el flujo de personas y mercancías, y afectando consecuentemente el funcionamiento socioeconómico de espacios territoriales”, expresó el académico Christian Loyola, citando a varios autores de la especialidad.
El académico Christian Loyola explicó que la investigación tiene su origen en un estudio previo de accesibilidad entre las cabeceras comunales del Valle del Itata, que evidenció que el eje principal que conecta Chillán y Cobquecura dejaba aislado al resto del territorio, particularmente a comunas y localidades pequeñas ubicadas en el borde costero.
Esa experiencia llevó a los académicos Loyola Gómez y Rivas Maldonado a proyectar el actual estudio como un insumo relevante para la nueva Región de Ñuble. “Nuestra investigación considera, además de las cabeceras comunales, a todas las localidades por sobre los 100 habitantes. Así revisamos la conectividad para establecer el número de conexiones binarias entre los 93 centros poblados de la nueva región. Esto nos otorga una mirada más fina sobre cómo se comportaría este nuevo territorio en términos de accesibilidad y conectividad entre las propias localidades, y permite identificar cuáles son los espacios menos accesibles o con menos accesibilidad hacia los núcleos centrales, que en este caso lo constituye Chillán como cabecera regional”, explicaron.
Los investigadores de la UBB describieron que “la aplicación de indicadores de accesibilidad en un sistema de información geográfica, permitió caracterizar el establecimiento de zonas con mayores y menores niveles de accesibilidad, que podrían corresponder a espacios de mayor desarrollo y a zonas desfavorecidas. Al mismo tiempo, permite la posibilidad de simular el territorio frente a modificaciones o propuestas, facilitando el análisis de incorporación de cambios en la dinámica espacial para el potenciamiento de áreas con menores índices de accesibilidad”, ilustraron.
En términos generales, la Región de Ñuble se estructura a partir del eje principal constituido por la carretera 5 Sur, y perpendicularmente se identifica el eje que va entre Chillán y Cobquecura. A partir de esa base se suman múltiples aristas que se desprenden desde las carreteras principales hacia cabeceras comunales como San Fabián, Coihueco, Pinto, El Carmen, Yungay, Bulnes, Quillón, Ránquil, Trehuaco, Coelemu, entre otras.
“Entre estos núcleos que se emplazan hacia la cordillera y hacia la costa, no hay posibilidad de desarrollar ejes que conecten hacia el interior. Hoy es más viable, debido a la infraestructura vial que existe, ir de Trehuaco por Coelemu a Concepción que venir desde esas comunas a Chillán. Ahí hay un elemento importante. La estructura vial de la nueva región es deficiente y la conectividad entre las distintas localidades también lo es”, ilustraron los especialistas.
Loyola Gómez y Rivas Maldonado expresaron que a la luz de los antecedentes, la mayoría de las localidades emplazadas en la depresión intermedia se encuentran bien conectadas, pero las que ya se ubican en la precordillera y en la cordillera propiamente tal no están bien conectadas entre sí y tampoco hacia el núcleo central que es Chillán. Algo similar ocurre con las localidades situadas en la cordillera de la Costa: falta de conectividad entre ellas mismas y hacia Chillán.
“Hay elementos que se deben considerar para proyectar el futuro. Nuestro territorio no es plano y en Geografía hay un concepto muy relevante que es la impedancia, que podemos definir como la resistencia que el territorio presenta para que los distintos nodos o puntos se conecten. Esta impedancia considera la sinuosidad y la rugosidad del territorio. Esa rugosidad existe en la cordillera de la Costa y en la precordillera, entonces, los especialistas en diseño de las infraestructuras viales deberán salvaguardar esa situación para lograr caminos más rectos. Nosotros ponemos en alerta sobre esta situación y presentamos cómo es la actual infraestructura vial; advertimos la diferenciación de desarrollo de distintas comunidades y aseveramos que no se verá la luz si se mantiene la misma infraestructura vial, es decir, hay que proyectar nuevas infraestructuras”, manifestó el académico Christian Loyola.
Las nuevas estructuras, comentó Loyola Gómez, también deben ser definidas teniendo en consideración los lineamientos de desarrollo de la estrategia regional.
El académico Juan Rivas destacó que la accesibilidad se vuelve fundamental desde el punto de vista de la equidad social, pues ello determina las posibilidades de la población de acceder a servicios como educación y salud, por mencionar los casos más simbólicos. En este sentido, las decisiones de política pública deberían considerar estos criterios a la hora de definir la instalación de cualquier tipo de equipamiento con el propósito que la mayoría de las localidades tengan similares condiciones de acceso.
“En la planificación territorial, los equipamientos colectivos cumplen un rol relevante en el desarrollo regional, puesto que las actividades económicas y el bienestar social se ven beneficiados por una adecuada dotación de equipamientos colectivos”, expresó Rivas Maldonado reseñando a autores de la especialidad.
Los investigadores UBB también señalaron que a la luz de la información levantada formularon el proyecto de investigación interno denominado “Conectarse para el Desarrollo, Infraestructura y Accesibilidad de la nueva Región de Ñuble”, donde se incorpora el Dr. Jaime Rebolledo Villagra.
“En dicho proyecto pretendemos incorporar más elementos. No basta con la masa (población) que está en juego y que demanda un bien o un servicio. Para efectos del estudio consideramos toda la población demandante del territorio; pero cuando empezamos a hilar más fino y la población requiere un bien o un servicio en particular, la población no siempre es la misma. Lo que nos ponemos hoy como reto, y aquí está el aporte a la nueva región, es ver cómo las distintas comunidades que van a demandar un bien o servicio, accederán a ellos si la oferta está tan concentrada en Chillán como ocurre hoy”, expresó el académico Christian Loyola.
Los investigadores de la UBB precisaron que el estudio y sus resultados serán entregados a las autoridades de la naciente región de Ñuble, como un insumo más que permita contar con información validada para la toma de decisiones.