Enero de 2019 es el plazo que se fijó la mesa de equidad de género de nuestra Universidad, para tener los resultados del diagnóstico de la situación de la UBB en relación al tema y la elaboración de propuestas para la implementación de políticas institucionales al respecto. La instancia, que también trabaja en la formulación de un reglamento sobre acoso, se constituyó oficialmente el 9 de mayo recién pasado, recogiendo la inquietud de distintos actores y asumiendo los desafíos universitarios en un ámbito de fuerte repercusión en nuestra sociedad y cultura.
Instancia representativa
La coordinadora de la mesa, Soledad Reyes Pérez, comentó que a principios de este año comenzó a trabajar con estudiantes de Trabajo Social y de otras unidades que compartían una preocupación por materias de género. Posteriormente, desde la Rectoría se impulsó la institucionalización de este esfuerzo, conformando una mesa que ahora integran representantes de las direcciones de Recursos Humanos y de Desarrollo Estudiantil, las asociaciones de académicos y de funcionarios administrativos, el Círculo de Secretarias y los colectivos de estudiantes feministas Alas de Colibrí, Cuerpo Violeta y Mujeres Autoconvocadas, de las sedes Concepción y Chillán. Hemos propiciado la mayor representatividad, de tal manera que las propuestas que surjan tengan más legitimidad, afirmó Reyes.
Explicó que para llevar adelante su tarea, la mesa se ha dividido en tres comisiones. Una enfocada en un diagnóstico, con información sobre la representación de mujeres en la dirección universitaria y las brechas en el acceso a recursos y salarios, así como de los componentes culturales que están en la base de las situaciones de desigualdad y violencia de género. Otra centrada en la elaboración de un reglamento que comprenda no sólo la denuncia, investigación y sanción del acoso, sino también aspectos de prevención, sensibilización y reparación y acompañamiento a las víctimas. Una tercera comisión, en tanto, está abocada al diseño de propuestas de políticas institucionales, incluyendo la creación de una unidad asesora especializada en temas de género.
Diagnóstico inicial
Soledad Reyes Pérez.
Soledad Reyes, también representante de la UBB en el comité de género de la Agrupación de Universidades Estatales, AUR, señaló que el año 2017 se levantó un diagnóstico de la realidad de los planteles miembro de la organización en temas de género, el que ahora ha servido de base para ahondar el análisis a nivel interno.
El estudio de la AUR mostró que, a la fecha en que se realizó, la mayor parte de las universidades no contaba con políticas de equidad y la presencia de la mujer en cargos directivos es todavía muy baja. Evidenció, asimismo, una segregación horizontal: la matrícula de mujeres se concentra en carreras que se perciben como proyección del rol maternal o de servicio y es escasa en el área de las ciencias y las tecnologías. En el ámbito administrativo, en tanto, las mujeres cumplen, mayoritariamente, tareas de secretaría.
Estos resultados tienen su reflejo en nuestra Universidad, donde además es probable que haya diferencias entre los distintos Campus, señaló la académica. Advirtió además que se requiere robustecer el sistema de información, de manera de visibilizar el aporte de la mujer al desarrollo institucional.
Acoso y discriminación
En conformidad a las leyes de acoso sexual y laboral y discriminación arbitraria, el Reglamento de Orden, Higiene y Seguridad de la Universidad del Bío-Bío, del año 2015, incluye un capítulo especial sobre estos temas y normas especiales para la investigación y sanción de estas conductas, explicó el director de Recursos Humanos, Orlando Aravena.
Orlando Aravena Aguilera.
La normativa fue elaborada participativamente con las asociaciones estamentales de las sedes Concepción y Chillán y se ha aplicado en diversas oportunidades. A la fecha, a nivel de funcionarios, la mayor parte de las denuncias se refieren a casos de acoso laboral. De éstas, muchas se resuelven con la mediación de la psicóloga de la Dirección de Recursos Humanos y de no ser así, se informa a Rectoría y se inicia una investigación sumaria, anotó Aravena. Agregó que los protocolos sobre acoso sexual abarcan también las denuncias de estudiantes, las que son canalizadas a través de la Dirección de Desarrollo Estudiantil e igualmente investigadas y sancionadas. Hay que dejar claro sí, destacó, que se trata de situaciones de acoso, pues los casos de abuso sexual deben ser denunciados a la Fiscalía.
El abogado confirmó que con las movilizaciones feministas las denuncias de alumnas han aumentado y coincide en la necesidad de perfeccionar la normativa, fortaleciendo la prevención y la sensibilización. La comisión de la mesa de género a cargo de esta temática está revisando los protocolos de otras instituciones, con la idea de elaborar un mejor reglamento para la UBB, dijo.
Educación para el cambio cultural
La comisión abocada a las políticas institucionales, en tanto, trabaja en una propuesta orientada a promover la equidad de género, la igualdad de derechos y la eliminación de toda forma de discriminación arbitaria contra las mujeres. En este marco plantea la creación de una fiscalía especializada y una dirección de género.
La discriminación en contra de la mujer es una realidad constante en Chile y hoy se ha hecho evidente el desafío que tenemos en este sentido, argumentó el director de Recursos Humanos. Tenemos que avanzar hacia una educación no sexista, que no omita la contribución de la mujer en los distintos ámbitos de la cultura, incorporando bibliografía de autoras, el trabajo de investigadoras a la formación y el enfoque de género al quehacer universitario y la gestión institucional, sostuvo.
A juicio de Soledad Reyes, tal como lo expresó el rector Aldo Valle, las movilizaciones feministas sorprendieron a las universidades e inicialmente hubo cierta perplejidad, pero ahora hay plena conciencia sobre la urgencia de avanzar en igualdad de género. Nuestras instituciones son espacios reproductores de la cultura y debemos dar ejemplo para la erradicación de las desigualdades en la sociedad, sentenció.
Parte del desarrollo institucional
Olga Ortiz Soto.
El esfuerzo que está llevando a cabo la mesa es valorado por estudiantes y funcionarios de nuestra Universidad. La presidenta de la Asociación de Funcionarios No Académicos de la sede Concepción, Olga Ortiz Soto, resaltó la importancia de la iniciativa y reconoció, particularmente, la participación de las alumnas. Ha sido muy revelador: Las jóvenes tienen las cosas muy claras y las plantean con gran valentía. Su aporte ha sido muy enriquecedor y ha contribuido a que tomemos conciencia de la envergadura de los temas que estamos tratando, afirmó.
La dirigente señaló que las desigualdades de género se traducen en brechas salariales y de oportunidades de todo tipo, en capacitación y concursos, por ejemplo. Aludió asimismo a la necesidad de contar con procedimientos claros, consensuados y conocidos por todos para enfrentar las situaciones de acoso, así como de asistencia psicológica, acogida, apoyo y reparación a las víctimas.
Olga Ortiz sostuvo que hoy hay plena convicción respecto de que se debe dar un salto en estas materias y expresó su confianza en que los avances en institucionalidad y procedimientos se darán con fluidez. Puede que en un comienzo haya algunos tropiezos, pero después todo se va a dar adecuadamente. Creo que todo esto forma parte del desarrollo de nuestra institución y la sociedad, argumentó.
La voz de las estudiantes
Ha sido un trabajo arduo y riguroso, manifestó Stefany Gajardo Ramírez, alumna de cuarto año de Pedagogía en Educación Matemática y miembro del grupo Mujeres Autoconvocadas UBB, de la sede Chillán. La joven, que integra la comisión para la elaboración del reglamento sobre acoso, indicó que han analizado la normativa de otras universidades, especialmente de aquellas donde ha habido mejores resultados y que, a su vez, se basan en otras experiencias exitosas. Queremos que todo quede muy claro; que no quepan dudas en las definiciones, la integración de los comités a cargo del tema, las acciones y las medidas a adoptar y, también, en cuanto su aplicación en los casos que involucran estudiantes, puntualizó.
Stefany valoró la participación triestamental, así como la disposición institucional a avanzar en equidad de género. El escenario está dado para que todo funcione y sólo esperamos que las cosas se hagan lo más rápido posible, aseveró. Por su parte, Casandra Carrasco Rubio, vocera de Género de la carrera de Trabajo Social, indicó que las expectativas son muy altas. Se ha generado un espacio de convergencia donde los distintos actores universitarios han podido conversar con mucho respeto y trabajar colaborativamente. Ha sido una instancia muy nutritiva y confío en que sabremos aprovechar esta oportunidad, afirmó.
Cassandra Carrasco forma parte de la comisión para la implementación de políticas institucionales. Señaló que hay coincidencia en los diagnósticos y en la necesidad de una dirección, con línea directa a Rectoría, que se encargue de las políticas de género, que coordine los distintos esfuerzos e iniciativas y que incorpore además una fiscalía, concluyó.
