Reuniones con dirigentes sociales e investigadores sostuvo la coordinadora social de la Corporación Antioquia Presente, de Medellín, Colombia, Elsa Monsalve, quien visitó la Universidad del Bío-Bío, con el fin compartir herramientas de gestión social orientadas a restablecer las condiciones de vida de poblaciones afectadas por el cambio climático y desastres naturales e interiorizarse sobre de la realidad local de las comunidades en esta materia.
La actividad se enmarcó en el proyecto de Adaptación al cambio climático en asentamientos informales: análisis y fortalecimiento de iniciativas locales en Latinoamérica y el Caribe (Adapto), financiado por el IDRC de Canadá; además de ser una de las iniciativas que impulsa el Laboratorio de Gobierno Local de la región del Biobío (Lab UBB).
El coordinador del proyecto Adapto-Chile, Hernán Ascui, afirmó que la organización «realiza un trabajo en la construcción en conjunto con las personas de un camino hacia la rehabilitación de la comunidad, por eso es relevante transferir este conocimiento adquirido por la ONG a los habitantes de Nonguén que han vivido inundaciones, por ejemplo. Asimismo, valoró el aporte de Antioquia Presente a la investigación del proyecto, «con su experiencia en la realidad directa, con el trabajo que han desarrollado para recomponer los liderazgos y la forma de organizarse».
Durante su conferencia “El caso Salgar: una experiencia de resiliencia ante desastres naturales”, Elsa Monsalve dio a conocer la realidad de esa localidad colombiana donde la lluvia intensa tuvo como consecuencia 450 familias afectadas, 93 personas fallecidas y 11 desaparecidas, en una de las tragedias más recordadas de 2015 y donde la ONG Antioquia Presente tuvo una gran labor en la reconstrucción y el fortalecimiento de las comunidades, articulándose con el Estado.
Tanto en éste como en todos los casos, aseveró, es fundamental entender al ser humano en su visión biopsicosocial, es decir, tener un acompañamiento psicológico, social y promover la convivencia para contribuir a su bienestar emocional y así facilitar la adaptación a su nueva realidad socio familiar.
Estos aspectos fueron destacados por la profesional durante las visitas en terreno que realizó con los académicos de las carreras de Arquitectura y Trabajo Social de nuestra Universidad a Valle Nonguén y Tomé, donde compartió con dirigentes y líderes locales.
Tras diversas reuniones, Elsa Monsalve agradeció la invitación de la Universidad del Bío-Bío que le permitió compartir algunas herramientas de gestión social para capacitar de alguna manera a los líderes locales. “El conocimiento no está en nosotros, está en ellos que viven en el territorio, lo conocen y tienen identificadas las dificultades y las respuestas”.
Agregó que la capacitación es clave como parte del proceso. «Es importante que estas personas se capaciten, se empoderen, se movilicen como organizaciones sociales o vecinales para sacar adelante sus comunidades”.
Asimismo, durante su estada enfatizó que es necesario innovar, pero “la gente se imagina que es inventar cosas que no existen en el mundo y si tenemos esa concepción, esa mirada, entonces nadie se va a atrever, pero hay pequeñas iniciativas locales de las mismas comunidades que pueden apuntar a reducir los riesgos, a minimizar los impactos, a mejorar la convivencia. Son pequeñas iniciativas locales que faltan que sean apoyadas, escuchadas, comprendidas. La innovación está en escuchar a la comunidad que vive, siente, habita, se relaciona y ha creado una relación con ese territorio. En la medida que a los dirigentes los fortalezcamos, los capacitemos, los empoderemos vamos a tener con certeza unas comunidades con mayor capacidad de resiliencia y afrontamiento de las situaciones adversas”, concluyó.