Estudiantes de tercer año de la Escuela de Trabajo Social sede Chillán realizaron una intervención comunitaria en la Población 11 de septiembre, una de las zonas históricas de la comuna de San Carlos. La actividad se enmarcó en la asignatura Intervención Social, Territorial y Comunitaria I, y consistió en identificar aspectos positivos de la población según los relatos de los vecinos.
La intervención se dio en ayuda a la Fundación Deportiva, Social y Cultural San Carlos de Itihue junto a la Comunidad Nuevo Sendero, quienes desarrollan el proyecto “Mujeres, Niños y Adolescentes, queriendo y mejorando nuestro Barrio 11 de septiembre, San Carlos”, adjudicado en 2018 con fondos del Ministerio de Desarrollo Social.
El trabajo de los estudiantes, guiados por la académica Patricia Márquez Canales, consistió en realizar un taller donde identificaron, a través del testimonio de vecinos, los aspectos positivos de su territorio, información que plasmaron en posters mostrados a la comunidad universitaria en el campus La Castilla.
La docente Patricia Márquez sostuvo que los alumnos lograron conectarse con la comunidad, y a ser “un aporte a un proyecto que no quedará sólo en un trabajo para recibir una nota, sino que quedará como un bien para la población. Además, sentí mucho profesionalismo por parte de los jóvenes”, destacó.
Por su parte, la coordinadora técnica y financiera del proyecto, Jazmín Palma Pérez, agradeció la colaboración de los estudiantes de Trabajo Social en el aspecto de la valoración del entorno social. “Todo se realizó bien, fue linda la experiencia del taller ya que llegaron con toda la metodología establecida y tuvieron la capacidad de comunicarse muy bien con los vecinos”, comentó Márquez, quien reflexionó sobre la importancia que tiene el que los futuros profesionales se vean inmersos en experiencias de actividades en terreno.
Estudiantes
Los estudiantes se mostraron orgullosos de sus respectivos trabajos, y a su vez se mostraron conscientes del aporte que significó su participación en una comunidad luchadora y donde la ayuda muchas veces la obtienen a través de demandas.
“Me parece excelente que nos den estas instancias para acercarnos a la comunidad, hay que adecuarse a todos los espacios, y la vinculación con el medio que hace la Universidad es muy buena”, explicó la estudiante Valentina Flores Zúñiga. Respecto a la experiencia, Valentina sostuvo que al comienzo fue un poco distante pero que mejoró rápidamente.
“El compañerismo y la unión son algunos de los aspectos positivos que identificamos. Están acostumbrados a que los estigmaticen, que los traten de delincuentes y todo eso, pero ellos comentaban que cuando a alguien se le quema la casa, por ejemplo, todos ayudan”, manifestó la estudiante Muriel Muñoz Ibáñez.
Las jóvenes comentaron que compartieron con los vecinos luego de terminar el taller, donde se destacó el esfuerzo de una de las pobladoras a modo de reconocimiento, “y ahí nos quebramos un poco porque era impresionante el cariño que se notaba entre los vecinos”.