El jueves 18 de abril se constituyó el renovado Comité de Sustentabilidad, encabezado por el vicerrector de Asuntos Económicos y conformado, además, por los directores de Recursos Humanos, Finanzas y Administración, Administración y Presupuesto, Docencia, Extensión, la Escuela de Ingeniería Civil Química, el subdirector de Innovación –en representación de la Vicerrectoría de Investigación y Postgrado-, la ingeniera en medio ambiente Marcela Garrido y la estudiante Vanessa Quintana. Los nuevos miembros del comité se informaron de los alcances de la certificación APL- IES (Acuerdo de Producción Limpia para Instituciones de Educación Superior), que la UBB obtuvo en 2017. Es un logro importante que puede potenciarse de cara a la acreditación institucional 2019, puesto que refleja la preocupación y los esfuerzos de nuestra Universidad en torno a un tema sensible como es la sustentabilidad, subrayó Juan José Valenzuela.
El director de Recursos Humanos y secretario del Comité de Sustentabilidad agregó que la UBB es la única Universidad de las regiones del Biobío y Ñuble que cuenta con la certificación APL. Ello implica asumir su rol como impulsora de la conciencia ambiental en la formación de pre y posgrado, la generación de conocimiento y promoción de la cultura, así como en el quehacer cotidiano en sus distintos Campus, sostuvo.
Valenzuela recordó que la Universidad se sumó al APL-IES en noviembre de 2012, con lo que se comprometió a cumplir una serie de metas. Para ello contó con el apoyo de dos proyectos adjudicados por la Agencia Chilena de Eficiencia Energética. Según el diagnóstico inicial efectuado en 2013, a esa fecha la Universidad cumplía con 21.4 por ciento de las exigencias del acuerdo. El porcentaje fue creciendo año a año hasta completar el 100 por ciento en octubre de 2016, como resultado de las iniciativas impulsadas y coordinadas por el Comité de Sustentabilidad.
Entre las acciones realizadas, figuran la formulación de políticas institucionales en los temas de energía y sustentabilidad, la creación de un asignatura de formación integral para los alumnos, la capacitación a docentes y funcionarios, actividades de extensión como ferias y seminarios, el desarrollo de proyectos de investigación vinculados al medioambiente, la elaboración de guías de buenas prácticas, el cálculo de la huella de carbono y medidas para mitigar su impacto, la reducción del cinco por ciento del consumo de agua y energía, la instalación de puntos limpios en todos los campus, la firma de convenios con las municipalidades de Concepción y Chillán para el reciclaje, la identificación de áreas de peligro y la realización de simulacros de emergencia, entre otros.
La certificación APL-IES alcanzada por nuestra Universidad se extiende por tres años, hasta el 27 de abril de 2020. La visita de seguimiento efectuada a comienzos de este año comprobó que se mantiene el total cumplimiento de las metas del acuerdo, según lo informado el mes de abril. Una próxima evaluación tendrá lugar a fines de 2019 y se espera también someterse a una segunda acreditación, al término del plazo de vigencia de la actual.
Se trata de un instrumento valioso que queremos que la comunidad universitaria conozca y al que creemos que debe sacarse provecho en el proceso de acreditación institucional. Es un plus que no todas las universidades pueden mostrar, reflexionó Juan José Valenzuela, advirtiendo que sólo 12 de las 21 instituciones de educación superior que se incorporaron inicialmente al acuerdo, lograron la certificación.
Las imágenes al final de esta nota corresponden a la entrega de la certificación de la cuantificación de la Huella de Carbono, otorgada por el programa Huella Chile del Ministerio de Medio Ambiente, la primera, y a la auditoría de seguimiento realizada por Hugo Valeria, auditor de la Agencia de Sustentabilidad y Cambio Climático, las dos restantes.
