“Género y academia: Construcción de una mirada compleja para comprender las brechas de inequidad”, se denominó la clase magistral en que la académica del Departamento de Ciencias Sociales, Dra. Soledad Martínez Labrín, coordinadora del proyecto de Dirección General de Género y Equidad (Dirgegen), dio cuenta de su investigación doctoral en Psicología en la Universidad Nacional de Córdoba, Argentina.
La Dra. Soledad Martínez Labrín explicó que dicha investigación se llevó a cabo considerando a un grupo de académicas de universidades integrantes del Consejo de Rectores de las Universidades Chilenas (CRUCH), todas ellas de connotada trayectoria en distintos ámbitos disciplinares. Desde una perspectiva cualitativa, la académica UBB empleó la metodología de la investigación narrativa, con el propósito de poder reconocer los aspectos de generización de la academia en 3 ámbitos: subjetividad, intersubjetividad y prácticas institucionales.
“Los 3 ámbitos o capas se van trabajando y desglosando para mostrar qué tanto la subjetivación de género es patriarcal, tradicional, trasunta una visión individualizada del ser, una construcción de sí mismas como madres fundamentalmente, un imaginario más bien tradicional”, precisó.
La Dra. Martínez explicó que, por otra parte, las relaciones intersubjetivas también van dando paso a la construcción de formas, espacios y lugares donde las mujeres aparecen como situadas naturalmente, se las localiza. “De alguna manera las relaciones interpersonales van interpelando y situando en un espacio a las mujeres, recordando a cada instante que eres mujer”, ilustró.
En tercer plano, la académica Soledad Martínez, señaló que las prácticas institucionales también se encuentran estructuradas de tal manera, que van generando relaciones de poder de género al interior de sí, y por tanto van separando y distinguiendo a mujeres y hombres, principalmente, de forma implícita.
“Estos tres elementos: lo individual, lo interpersonal y lo institucional o lo colectivo, que podríamos decir que nos constituyen, de alguna manera conjuran para que las mujeres tengamos el lugar que tenemos en la academia. Eso tiene como resultado las cifras que ya conocemos. Hoy observamos que las mujeres académicas tienen contratos más precarios, trayectorias menos regulares, jerarquías más bajas, premios y prestigios menores, brechas de salarios sobre todo en los quintiles más altos… Es decir, vamos a encontrar una serie de inequidades”, argumentó.
En el marco de la conferencia, la Dra. Soledad Martínez también se refirió a la percepción de las mujeres respecto del poder, lo que también contribuiría a explicar, desde un plano subjetivo, por qué en la academia, tal como en otros espacios, el número de mujeres en cargos directivos es bajo en comparación a los hombres. “Las mujeres tendemos a usar muy poco los espacios de poder, tanto académicos como políticos. Al parecer, se entiende que el poder es negativo, anticientífico y poco objetivo. Además, se percibe como una cosa que gusta y es propia de los hombres”, describió.
La investigadora UBB reflexionó sobre la necesidad de tomar conciencia sobre esta realidad que se manifiesta en acciones sutiles, automáticas e implícitas, pues no se encuentran escritas en ningún código o reglamento, y se explican más bien por los usos, costumbres e imaginarios sociales compartidos. “Si no hacemos una ruptura con esto, las diferencias se van a perpetuar. No vale de mucho que más mujeres ocupen cargos de poder, si continúan interactuando de acuerdo a los mismos imaginarios sociales o relaciones interpersonales. Por eso es importante abordar estos temas de fondo, que son simbólicos e implícitos, y para eso necesitamos reflexionar, conversar, pensarnos”, aseveró.