La académica del Grupo Epidemiología Alimentaria Nutricional (EPIAN), Luz Lobos Fernández, participó en el seminario y curso-taller sobre Compilación de Datos para Tablas de Composición de Alimentos convocado por FAO, el Capítulo Chileno de Composición de Alimentos (CAPCHICAL) y la Agencia Chilena para la Inocuidad y Calidad Alimentaria (ACHIPIA).
La participación de la UBB se gestionó a través del Secretario Ejecutivo de CAPCHICAL, director de la Escuela de Ingeniería en Alimentos, Dr. José Miguel Bastías Montes, quien relevó la importancia de que Chile cuente con tablas de composición de alimentos que indiquen los valores reales de lo que se está consumiendo, es decir, tal como se consumen y no en crudo, como ocurre habitualmente.
La académica del Departamento de Nutrición y Salud Pública, Luz Lobos, explicó que el curso es fundamental para profundizar investigaciones sobre ingesta alimentaria, variable principal de los proyectos realizados al alero del Grupo EPIAN. Igualmente, permitió adquirir un mayor dominio del software de Evaluación Consumo Alimentario (ECA), empleado habitualmente en diversos trabajos académicos.
“Contar con bases de composición de los alimentos para generar datos analíticos de calidad, evaluarlos y publicarlos en la tabla de composición de alimentos resulta imprescindible. En esta línea es vital formar capital humano para el uso correcto de las tablas y bases de datos de composición de alimentos; incluso para definir y abordar problemas nutricionales. Esta actividad permite precisar y estandarizar conceptos y procedimientos entre quienes generan, compilan o utilizan datos de composición de alimentos”, precisó la académica UBB.
Luz Lobos Fernández comentó que las bases de datos de composición de alimentos consideran información especializada muy necesaria en diversos ámbitos como en nutrición, salud pública, agricultura, comercio, ciencias de la alimentación, ciencias ambientales y económicas. “Como país requerimos contar con bases de datos de composición de alimentos integrales y representativas de los alimentos disponibles y consumidos en Chile”, acotó.
Según ilustró la académica Lobos Fernández, contar con esta información actualizada, adecuada y confiable es un desafío ineludible, más aún en escenarios de economía globalizada, toda vez que Chile produce, consume, exporta e importa productos naturales y procesados.
“Somos potencia alimentaria. Producimos muchos alimentos y los exportamos, y a nivel internacional es importante saber qué pasa con las características de esos alimentos, cuál es la calidad nutritiva de lo que estamos exportando y de lo que estamos produciendo a nivel local”, señaló.
Al respecto, Luz Lobos enfatizó que disponer de información sobre la composición bioquímica de los alimentos también permite dar un valor agregado al producto que se exporta, tal como ocurre con algunos berries chilenos, cuyo valor y preferencia en el extranjero también se explica por sus características nutricionales.
“Las tablas de composición de alimentos son un recursos necesario para la implementación de eventuales políticas alimentarias y para proyectar sistemas de control y vigilancia. Por eso es tan importante conocer el proceso que demanda una metodología rigurosa, de manera que una persona que esté en el norte, centro o sur de Chile, emplee las mismas terminologías y procedimientos. Para eso es necesario formar recursos humanos y es un desafío pendiente”, reflexionó.