La UBB debe evolucionar cultural y estructuralmente para cumplir con las demandas por la igualdad de derechos. En ese marco, estamos viviendo una etapa de desafíos y esperanzas: Un proceso de aprendizaje, de colaboración y trabajo participativo, que nos ha permitido alcanzar logros relevantes. No obstante, nos quedan grandes e importantes tareas por desarrollar para que tengamos una Universidad igualitaria.
Es la reflexión de la coordinadora del proyecto Dirección General de Géneros y Equidad, DIRGEGEN, Dra. Fancy Castro Rubilar, en momentos en que la comunidad se apresta a conmemorar el Día Internacional de la Mujer. Realizaremos un acto cultural para invitar a la reflexión sobre el significado de esta fecha, comenta la académica, agregando que será el viernes 6 de marzo, a las 10 horas, en el Aula Magna de la sede Concepción, y el lunes 9, a la misma hora, en el Aula Magna del Campus Fernando May. En ambas oportunidades será presidido por el rector Mauricio Cataldo.
Para la coordinadora de la DIRGEGEN, la conmemoración del Día Internacional de la Mujer tiene un significado histórico, puesto que pone de relieve la acumulación de esfuerzos de muchas mujeres, que a lo largo de la historia y producto de una lucha persistente y de procesos sociales dolorosos, lograron el reconocimiento de derechos relevantes. Pero también tiene un alcance al día de hoy: En el año 2020, persisten desigualdades de género que resultan intolerables para las necesidades y el estado de desarrollo de la sociedad actual. Aún hay brechas salariales, discriminación en salud, el trabajo del hogar no es reconocido y en el mundo universitario, por ejemplo, para ascender académicamente no se consideran las dificultades que enfrenta la mujer, advierte Fancy Castro.
Con respecto a la situación de nuestra Universidad en este ámbito, Fancy Castro señala que hay un avance en cuanto a tomar conciencia de las inequidades. Hay una preocupación pero que todavía no es suficiente para generar condiciones de mayor igualdad en la Universidad en general y en las unidades académicas, que continúan siendo muy masculinizadas, argumenta.
La académica destaca que los avances registrados obedecen al aporte comprometido de las agrupaciones de trabajadoras, mujeres autoconvocadas, asociaciones gremiales, federaciones, entre otras, y a la decisión política de los rectores. Tanto de Héctor Gaete, que acogió las demandas del movimiento feminista de mayo de 2018, como del rector Mauricio Cataldo, que impulsó el proyecto para la creación de la Dirección General de Géneros y Equidad.
La relación con las distintas agrupaciones de mujeres ha sido muy interesante y enriquecedora, manifiesta la Dra. Castro. Los diferentes grupos han jugado un papel relevante. Han sido escuchados y aunque ha habido diferencias, el diálogo nunca se ha roto, dice. A veces puede parecer que el proceso ha demorado demasiado, pero los tiempos de la Universidad son lentos: se conversa y debate mucho, procurando la más amplia participación, añade.
La propuesta para la implementación de la Dirección General de Géneros y Equidad ya fue aprobada por unanimidad por el Consejo Académico y será próximamente presentada ante la Junta Directiva, con lo que podrá ponerse en marcha formalmente durante este semestre. No obstante, desde 2019 se cuenta con una coordinación y un equipo profesional trabajando en la temática en Concepción y Chillán.
Otro paso importante a nivel institucional es que el concepto de género se incorporó de manera explícita en el Plan General de Desarrollo Universitario 2020. Son logros significativos que responden a la voluntad de ir avanzando seriamente en esta materia, sostiene la coordinadora de la DIRGEGEN.
La académica adelanta que una vez que se formalice la nueva institucionalidad, la Dirección seguirá profundizando las líneas de trabajo: completar la redacción y validación de los reglamentos en las instancias que corresponden; el diseño de políticas institucionales con perspectiva de género en temas como inducción, ingreso o selección de personal; la organización de actividades de sensibilización, difusión de buenas prácticas y prevención en materia de acoso y discriminación de género, tanto a nivel académico y administrativo como entre estudiantes. Además, continuaremos trabajando de manera sostenida en la contención, acompañamiento y seguimiento de las víctimas en materia de violencia de género, subraya Fancy Castro.
Existe un número creciente de denuncias y, aunque el temor de las afectadas es menor que antes, se trata de procesos que no son fáciles de llevar acabo, argumenta. En este sentido, resalta que, junto con la creación de la Dirección General de Géneros y Equidad, se implementará el cargo de un o una fiscal especializado/a para investigar exclusivamente estas denuncias.
La coordinadora de la DIRGEGEN concluye que también hay que seguir avanzando en la actualización del diagnóstico institucional de género, afinando aspectos cualitativos y trabajando para formular políticas que se hagan cargo de resolver las inequidades que ha revelado el estudio, en aspectos como la alta masculinización de la mayoría de las facultades -con la excepción de la Facultad de Ciencias de la Salud y de los Alimentos- o las brechas salariales.