Profundos cambios en el estilo de vida de la población mundial ha provocado la pandemia del Covid-19, lo que ha generado una significativa disminución en la emisión de contaminantes y diversos efectos sobre el medioambiente.
Así lo explica el académico de Ingeniería en Recursos Naturales de la Facultad de Ciencias de nuestra Universidad, Dr. Patricio Neumann, al señalar que algunos estudios han mostrado que la concentración atmosférica de dióxido de nitrógeno ha disminuido en regiones donde se han implementado medidas de cuarentena, tales como China o el norte de Italia. “Eso es importante, porque la exposición a los óxidos de nitrógeno puede favorecer la generación de infecciones respiratorias y existen estudios preliminares que vinculan la presencia de este contaminante con la mortalidad del Covid-19”, acota.
Sin embargo, el académico sostiene que, en el caso de países como Chile y específicamente en ciudades como Chillán, es posible que el confinamiento lleve a un aumento en los episodios de contaminación por material particulado, debido a que la principal fuente de dichos contaminantes es la calefacción domiciliaria a leña.
Con respecto a las emisiones de gases de efecto invernadero, afirma que éstas han disminuido alrededor de un 5.5% a nivel global, principalmente asociado a la disminución en los vuelos y otros medios de transporte de pasajeros. A pesar de ello, existe incertidumbre sobre lo que sucederá una vez superada la crisis sanitaria, pues es posible que se genere un efecto rebote que incremente las emisiones a niveles más altos que los que teníamos antes de la pandemia. “Esto sería gatillado por la crisis económica y el posible ablandamiento de las agendas ambientales en favor de la reactivación de la economía, la que se enfocará en re-incentivar el consumo y probablemente implique un retorno a la generación sucia de energía”.
Preocupante también -enfatiza- es el incremento del consumo de plásticos de uso sanitario. “Debido a las necesidades de protegerse del contagio, el uso de guantes, mascarillas, protectores faciales y otros elementos de protección personal ha aumentado de manera exponencial durante las últimas semanas, siendo la mayor parte de estos del tipo ‘usar y tirar’. Esto va directamente en contra de los esfuerzos que se han realizado a nivel mundial y nacional para disminuir el uso de productos plásticos de un solo uso, y considerando la incertidumbre generada por la pandemia resulta difícil proyectar que pasará con esto en el futuro”, asevera.
El Dr. Patricio Neumann subraya que es fundamental la conciencia medioambiental que deben tener las personas adoptando todas las medidas para enfrentar el Covid-19. Al respecto explica que recientemente se ha establecido un endurecimiento en la fiscalización de la calidad de la leña vendida en las ciudades del centro sur de Chile, debido a que la leña con un mayor contenido de humedad se combustiona de manera menos eficiente y por lo tanto genera una mayor cantidad de contaminantes. Considerando que alrededor de un 90% del material particulado fino presente en ciudades como Chillán proviene de la quema de leña, esta es una medida necesaria para enfrentar el invierno de manera responsable y mitigar los impactos del Covid-19. “Es importante entender que todos somos parcialmente responsables por el problema de la contaminación atmosférica de Chillán y, por ende, debemos contribuir con nuestro granito de arena para su solución. Por lo mismo, en la medida que nuestra situación socioeconómica nos lo permita, debemos migrar a sistemas de calefacción menos contaminantes, invertir en mejoras de aislamiento térmico en nuestros hogares o, al menos, asegurarnos que la leña que compramos ha sido certificada con un bajo porcentaje de humedad”.
Agrega que es necesario entender que el cuidado de la biósfera es fundamental para la supervivencia de nuestra propia especie. Para que eso ocurra, se requiere una mayor educación ambiental y una nueva perspectiva de nuestra relación con el medioambiente. “Una de las cosas que nos ha mostrado esta pandemia es que para enfrentar los problemas ambientales globales necesitamos más que solo disminuir nuestras huellas personales. Es posible que este sea el momento de cuestionar la estructura de nuestra economía y la forma en que producimos los bienes que consumimos, lo cual requiere de esfuerzos mancomunados por parte de los gobiernos y el sector privado, y el desarrollo de políticas ambientales que realmente sean sustentables y que no solo lleven ese logo como una estrategia comunicacional”, concluye.