Un intenso trabajo han sostenido las asociaciones de funcionarios administrativos de nuestra Universidad durante los últimos meses, representando las inquietudes de su estamento en distintos espacios participativos y visualizando los próximos desafíos. Han sido tiempos difíciles, en los que se han evidenciado las capacidades y dedicación del personal administrativo, aseguran sus dirigentes.
Esta situación fue sorpresiva, se ha prolongado más de lo que se pensó inicialmente y nadie sabe con certeza cuándo terminará, comenta Olga Ortiz Soto, presidenta de la Asociación de Funcionarios No Académicos, Afunabb, de la sede Concepción. En este contexto -advierte-, nos preocupa la estabilidad laboral: El impacto económico es fuerte, hay funcionarios cuyos cónyuges han perdido el empleo y su remuneración es ahora el principal sustento de la casa. Asimismo, la instalación del teletrabajo y su compatibilización con las demandas domésticas y familiares no ha sido fácil, especialmente para la mujer. A ello se suman los efectos del confinamiento. Somos un grupo grande y todos y todas, en mayor o menor medida, hemos sufrido con lo que estamos viviendo, reflexiona Olga Ortiz.
Por su parte Consuelo Toro, secretaria de la Afunabb – Chillán, ahonda: Las exigencias se han multiplicado entre el hogar y el trabajo y el cumplimiento de todas las responsabilidades resulta doblemente estresante. Hay un agotamiento físico y mental importante, como lo mostró la encuesta que las asociaciones realizamos con el apoyo de la Dirección General de Análisis Institucional.
En este escenario, ambas dirigentes destacan la preocupación de las autoridades universitarias de proteger la salud de la comunidad UBB, contribuyendo además a prevenir el riesgo de contagio en la población en general. Subrayan igualmente el aporte del estamento administrativo, cuyo esfuerzo ha permitido dar continuidad a los procesos universitarios, argumentan. Eso revela el compromiso y la calidad profesional y humana de los funcionarios, que han sido fundamentales para mantener el funcionamiento de nuestra institución, aseveran.
La presidenta de la Afunabb penquista rescata también el rol que han jugado las jefaturas, que han estado en contacto con el personal a su cargo, orientando y redireccionando el trabajo.
Olga Ortiz reconoce los lineamientos impulsados desde la Rectoría que, apenas se inició la emergencia, se abocó a asegurar la matrícula e implementar la docencia a distancia. Para esto último conformó la comisión triestamental, a cargo de elaborar el protocolo para iniciar el primer semestre de 2020 bajo esta nueva modalidad, el que posteriormente fue aprobado por el Consejo Académico.
Las asociaciones de funcionarios administrativas de Concepción y Chillán han participado igualmente en la comisión económica, que planteó una serie de medidas para enfrentar el impacto financiero de la crisis, y en la de retorno seguro, orientada a cautelar la seguridad de la comunidad universitaria y los campus una vez que se retomen las actividades presenciales, con un regreso gradual, por turnos y con elementos de resguardo personal y de las oficinas, entre otras medidas. Estos protocolos ya se están adoptando y mostraron su eficacia en el caso de Chillán, donde el contagio externo de un funcionario no ha afectado a otros compañeros de labores, señala Consuelo Toro.
Dirigentes de las Afunabb de las dos sedes han concurrido a reuniones con sus congéneres de otras universidades del Estado, constatando que algunos planteles que acarreaban dificultades económicas han adoptado, en acuerdo con el personal, decisiones más drásticas en relación a la rebaja de asignaciones u otros recortes. En este sentido, hay coincidencia en que el Estado debe hacerse cargo de sus universidades y se está preparando una carta dirigida al Presidente de la República, parlamentarios y otras autoridades, en la que se relevará el aporte del estamento administrativo a la misión y el quehacer de sus instituciones.
A partir de sus contactos con organizaciones gremiales, así como en el encuentro de la mesa triestamental de universidades estatales realizado recientemente, las dirigentes de la UBB resaltan los avances institucionales con respecto a la reforma estatutaria. Destacan asimismo la triestamentalidad de ésta y otras iniciativas en marcha. Es algo que distingue a la Universidad del Bío-Bío, dijeron. En esta línea, ponen de relieve los vínculos que han generado con académicos y estudiantes, a partir del trabajo en las diversas instancias de participación que ha abierto la UBB.
Entre los aprendizajes adquiridos y los próximos desafíos, Olga Ortiz menciona el desarrollo de las capacidades tecnológicas del estamento administrativo. La actual emergencia nos obligó al trabajo remoto sin ninguna capacitación previa y cada uno ha debido ir adecuándose de la mejor manera, pero hay que pensar que esta modalidad se irá instalando en el tiempo y hay que estar abierto a la posibilidad de reconvertir funciones como las de los auxiliares, sostiene. Consuelo Toro, en tanto, añade: Habrá que reforzar y ampliar nuestros conocimientos y habilidades tecnológicas, a través del comité bipartito de capacitación.
Ambas dirigentes se refieren igualmente al apoyo a la salud mental que se requiere, para lo cual se contará con dos psicólogos que, desde la Dirección de Recursos Humanos, implementarán estrategias y protocolos para abordar esta tarea. Asimismo, insisten en el paso a planta de los funcionarios a contrata. Es un desafío pendiente y, aun en estos tiempos difíciles, es necesario una señal que demuestre la voluntad de las autoridades de seguir avanzando en este tema, manifiestan.
La presidenta de la Afunabb Concepción y la secretaria de la Afunabb Chillán enfatizan la permanente apertura de la Rectoría a atender las inquietudes de los funcionarios, así como la unidad de las agrupaciones de ambas sedes. Ello nos permite aportar aún más al desarrollo de nuestra institución y de todo el personal administrativo, apunta Olga Ortiz. Somos una sola Universidad, birregional y con una posición reconocida, y la unión nos hace más fuertes para seguir trabajando por nuestro estamento y nuestra institución, concluye Consuelo Toro.