En un importante insumo para la toma de decisiones estamentales e institucionales se han constituido las consultas sobre el impacto de la implementación del teletrabajo y la docencia a distancia, realizados por la Dirección General de Análisis Institucional, DGAI, a petición de las asociaciones de académicos y funcionarios administrativos de Concepción y Chillán. Ambos estudios se llevaron a cabo con un estricto resguardo de la privacidad de los participantes y evidenciaron una preocupación transversal por la salud mental, la incidencia del factor de género en las repercusiones de las nuevas modalidades de trabajo y otros hallazgos.
El director general de Análisis Institucional, Manuel Pereira, señaló que los resultados de estos primeros levantamientos de información en el marco de la crisis socio-sanitaria han servido de base para impulsar políticas universitarias para abordar las inquietudes detectadas. Insistió asimismo en el carácter anónimo de las encuestas, que se efectuaron on line, a través de la plataforma institucional Limesurvey. El uso de los sistemas corporativos exige una clase de acceso para impedir la duplicación de respuestas, pero éstas son absolutamente confidenciales, explicó.
El directivo destacó el alto nivel de participación que alcanzaron las consultas, tal como la efectuada, a fines de marzo, a los estudiantes sobre acceso a internet y computador y otros temas contingentes. En el caso de la aplicada al estamento administrativo, participaron 458 funcionarios y funcionarias de planta, a contrata y a honorarios, correspondiente al 42.6 por ciento del universo. La realizada al estamento académico, en tanto, fue respondida por 431 personas, equivalente al 46.75 del universo total (922 docentes con las distintas modalidades de contrato).
Estos niveles de participaron son más altos que los habituales y han permitido contar con datos confiables, afirmó Manuel Pereira, destacando que los resultados están a disposición de la comunidad universitaria. Agregó que en el futuro podrían desarrollarse nuevas encuestas para recoger información actualizada conforme evolucione la coyuntura y las necesidades que se presenten.
Consulta al estamento administrativo
La consulta al estamento administrativo se realizó entre fines de abril y principios de mayo y consideró un instrumento semicerrado, autoadministrado, con 32 preguntas divididas en cinco dimensiones: Desempeño de funciones y organización del tiempo, conexión para el trabajo a distancia, conciliación del trabajo con la vida personal y familiar, violencia de género y repercusiones del Covid-19.
La mayoría de los participantes señaló que puede organizarse de manera adecuada y mantiene un constante contacto con su jefatura y su equipo de trabajo. Sin perjuicio de lo anterior, en las respuestas abiertas aparecieron sugerencias respecto de una mayor comunicación y flexibilidad para llevar adelante sus labores. Igualmente, aunque 71.4% dijo contar con un lugar adecuado para trabajar, hay quienes advirtieron repercusiones en su salud física, aludiendo a malestares en la espalda. Respecto del uso de equipos propios y/o de la Universidad, en tanto, las respuestas fueron variadas y en las respuestas abiertas se mencionaron la conexión, computador, celular e impresora como elementos para desarrollar mejor el teletrabajo.
Si bien un grupo importante manifestó compartir las labores domésticas y de cuidado de hijos, adultos mayores, personas en situación de discapacidad o enfermos/as, quedó de manifiesto que son responsabilidad principalmente de mujeres. Asimismo, en las respuestas abiertas, se indicaron la consideración de estas situaciones y la flexibilización y el análisis de la carga laboral como una forma aminorar los niveles de estrés.
En cuanto a las situaciones de violencia de género reveladas en la encuesta, destaca que se vinculan a violencia económica y psicológica. La primera afecta principalmente a hombres y la segunda, a mujeres.
La salud emocional se visualiza como un nodo clave para abordar, ya que el 70,31% de quienes participaron en la consulta declaran sentirse afectados/as. Igualmente, las repercusiones del Covid-19 están asociadas a la economía familiar, lo que queda también de manifiesto en las respuestas abiertas, en las que se aludió al apoyo económico, préstamos, estabilidad, trabajo del cónyuge y otros temas.
Consulta al estamento académico
Para la consulta al estamento académico, que se llevó a cabo entre el 25 de junio y el 9 de julio, se adaptaron los cuestionarios aplicados al personal administrativo y a los estudiantes. Se mantuvieron preguntas transversales sobre conectividad, conciliación del trabajo con la vida personal y familiar, violencia de género y repercusiones del covid-19 y se agregaron otras sobre labores específicas del estamento académico, tales como organización y desempeño de las labores académicas y molestias relacionadas a problemas psicológicos. Estas últimos fueron preparadas por la académica Claudia Vásquez, del Departamento de Ciencias Sociales.
La mayor parte de quienes respondieron el cuestionario afirmó disponer de un lugar adecuado para trabajar en casa y contar con conexión estable a internet. Asimismo, la mayoría indicó que tiene equipo propio para desarrollar sus labores. Aunque son pocas las respuestas relativas al requerimiento de apoyo y/o capacitación en relación al trabajo a distancia, se advierte la necesidad de acompañamiento efectivo en aspectos de manejo de plataformas online para el desarrollo de clases. Este es el principal requerimiento del estamento académico en esta materia.
Un 63.34 logra siempre o habitualmente organizar su tiempo para la docencia a distancia, aunque para las académicas resulta más complejo. Para actividades de vinculación con el medio, investigación y asistencia técnica, en cambio, tanto hombres como mujeres declararon destinar menos horas que antes de la pandemia, lo que podría interpretarse por la mayor dedicación a la docencia y, en varios casos, a la administración universitaria, ya que se visualiza un incremento de las horas destinadas a estas labores, especialmente entre los hombres.
Al indagar en las responsabilidades del cuidado de hijos y/o personas de la tercera edad, en situación de discapacidad o enfermas, la mayoría declaró que son compartidas. No obstante, cuando no es así, la cantidad de mujeres que las asume sola es más del doble que la de hombres, proporción que se repite cuando se trata de las tareas domésticas.
En relación a la violencia de género, hay hombres que confiesan ser afectados directamente por situaciones de violencia física, 5.08% indicó sufrir violencia psicológica y 7.63%, violencia económica. En el caso de las mujeres, 6.4% señaló ser víctima de violencia psicológica, 2.91% de violencia económica, 2.33% de acoso u hostigamiento sexual y 1.16% ha sido discriminada por orientación sexual, identidad y expresión de género.
En cuanto al impacto del Covid-19, más de un tercio de los participantes mencionó repercusiones económicas y, en relación a la salud emocional, un grupo importante confesó poco interés o agrado por hacer cosas, sentirse deprimido/a, decaído/a o sin esperanzas, mal consigo mismo o con dificultades para dormir, con el apetito, para concentrarse o de movimiento o del habla. Asimismo, más de la mitad dijo haberse sentido cansado o con poca energía, situación que se acentúa en quienes trabajan en la sede Concepción y entre las mujeres.
En general, tal como en el estamento académico, uno de los principales requerimientos que surge en las respuestas abiertas es el apoyo psicológico.
