Con el cuento “Le Canapé” la estudiante de segundo año de la Escuela de Diseño Industrial UBB, Camila Jara Alvear, ganó el concurso de dramaturgia organizado por el Departamento de Arte, Cultura y Comunicación de la sede Concepción de la Dirección de Desarrollo Estudiantil, en el marco del programa cultural “Vivamos las Artes”. El relato ganador fue puesto en escena y grabado por el colectivo teatral penquista “La Otra Zapatilla”.
El jefe del Departamento de Arte, Cultura y Comunicación, sede Concepción, Nelson Muñoz Suárez, destacó la participación del estudiantado en esta iniciativa y recordó que el programa “Vivamos las Artes” es un espacio de acceso a la cultura como política institucional permanente respecto al desarrollo artístico y cultural en la Universidad del Bío-Bío.
Sobre el concurso, Nelson Muñoz, precisó que es una iniciativa que busca fortalecer la creación artística de los/as estudiantes, “lo importante ahora es entrar a una etapa distinta, ya no sólo de promoción y divulgación de los trabajos artísticos estudiantiles, sino también buscar nuevos formatos que permitan desarrollar su creatividad, apoyado por una plataforma administrativa, de equipo y gestión cultural desde el Departamento”. Es desde esa mirada y en el contexto actual de pandemia donde el equipo de la DDE vio una oportunidad, logrando realizar el certamen y la puesta en escena de forma remota y sin problemas, contando con el gran apoyo del colectivo teatral penquista “La Otra Zapatilla”.
“Le Canapé”, un sillón regalón
Camila Jara vive en Tomé y ahí se remontan sus inicios con la literatura y la creación de poemas, cuando algunos años atrás, junto a un par de amigos/as, participaron de un taller literario de su comuna llamado «A la mente no máh». Fue en una de las actividades realizadas ahí, específicamente trabajar con una fotografía tomada por alguien del equipo y contar una historia al respecto, cuando Camila encontró la imagen de “un sillón tirado junto a un poste esperando a que pasara la basura, algo que me pareció intrigante. No se tira un sillón a la basura todos los días. Por otro lado, ¡los sillones guardan muchos recuerdos de años! En fin, lo encontré interesante y realicé el ejercicio con esa foto”.
Me inventé una historia para el fin de ese sillón y así surgió «Le Canapé», explicó la estudiante de la Facultad de Arquitectura, Construcción y Diseño (Farcodi). “Hace años que tengo la costumbre de escribir, pero siempre poesía, no me acomoda mucho la prosa y por lo mismo el cuento es cortito”, agregó.
La historia en sí no tiene que ver con alguien en específico aclaró la joven, por lo que buscando una explicación «entretenida» a porqué el sillón terminó en la basura, “pensé en una pareja joven que se aventuró a hacer su vida juntos, en una misma casa. Pero la chica, «Magda» en el cuento, se llega a sentir abrumada en algún punto y se da cuenta de que le habría gustado haber hecho más antes de seguir comprometiéndose. Entonces un día explota, las ansias por aventuras y nuevas experiencias le ganan al amor. Y «El canapé», su sillón regalón, de pronto no vale nada. Vuelve a ser el mismo sillón roñoso de la feria de las pulgas. Porque el valor y la belleza se lo dan el ser humano que se sienta encima y traspasa sus sueños”.
El cuento fue escrito hace cuatro años y cuando llegó el correo de la DDE sobre el concurso, dijo la estudiante de la Farcodi, se “bajoneó” un poco ya que quería participar, pero no tenía tiempo para escribir algo. Fue ahí cuando recordó a “Le Canapé”, relato que siempre tuvo a la mano a lo largo de los años, “y pensé que en una de esas podría adaptarse al teatro y sacarle partido a esta melancolía que transmite”.
En una primera instancia Camila Jara se olvidó del certamen, hasta que le avisaron y a los minutos llegó el video, “la primera vez que lo vi fue tan emocionante. Qué loco es ver representada tu idea tan bien, por otras personas con las que nunca hablé de ello. Y eso es el resultado del talento de los actores y la producción. Se me pararon los pelos con su trabajo, me transmitieron lo que yo quise transmitir en primer lugar. A lo largo del día se enteraron mis compañeros, o familiares, y todos coincidían en que la representación transmitía todo tan bien, varias personas me dijeron que se le llenaron los ojos de lágrimas, así que el objetivo se cumplió totalmente”.
Ahora estoy super feliz, destacó la estudiante de Diseño Industrial UBB, me siento de alguna forma orgullosa, pero sobre todo siento mucha admiración por «La otra zapatilla», “son secos. Espero que se normalice luego la situación actual, para volver a clases y verlos en la Universidad”.
