La actividad fue organizada por la Facultad de Educación y Humanidades y consideró el patrocinio del Proyecto Fondecyt Regular 1191075, que dirige el director del programa de Doctorado en Educación en Consorcio UBB, Dr. Omar Turra Díaz, y el Instituto de Investigación sobre la Universidad y la Educación (IISUE) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Convocar a la reflexión de estudiantes y académicos/as sobre la enseñanza y el uso público de la Historia fue uno de los principales objetivos del encuentro internacional, según explicó el Dr. Omar Turra Díaz, quien dirige el proyecto Fondecyt Regular denominado “Caracterización del código disciplinar de la historia escolar ante las reformas curriculares recientes. Estudios desde el sistema escolar y formación del profesorado”.
El Dr. Turra Díaz explicó que tradicionalmente se ha planteado que a la Historia y a los historiadores, concierne una responsabilidad fundamental en la imagen que los sujetos tienen de sí mismos y de “los otros”, construida desde el relato histórico. “También la crítica histórica postula que la reconstrucción del pasado ha sido instrumento de dominación ejercida por los sectores hegemónicos, cuya arbitrariedad conlleva que en todo tiempo y lugar, la recuperación del pasado, antes que científica, ha sido primordialmente política, según ha expuesto el historiador mexicano Enrique Florescano en la década de 1980”, explicó.
En atención a ello, precisó el Dr. Turra, el encuentro rescató la expresión “usos públicos de la historia”, en tanto “considera un conjunto de temas y problemas que reflejan debates actuales en los estudios históricos acerca de la forma de gestionar el conocimiento del pasado, tanto en el terreno de la investigación como en su difusión o llegada al sistema educativo, o su inclusión en los procesos de escolarización”, ilustró.
El Dr. Omar Turra explicó que el concepto “uso público de la historia” surge en el contexto de la historiografía alemana e italiana, durante la década de 1980 del siglo XX, “y es un concepto que viene a relevar las funciones políticas y culturales inherentes a las representaciones del pasado. Luego llega a los sistemas educativos, en tanto comienza a debatirse la función social y educativa de la Historia como disciplina escolar, es decir, su valor público”.
El Dr. Sebastián Plá Pérez, académico del Instituto de Investigación sobre la Universidad y la Educación (IISUE) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y coordinador del seminario “Educación y usos públicos de la historia”, abordó el tema desde una perspectiva metodológica y de investigación. Para ello interrelacionó 3 elementos que a su juicio se intersectan: el uso público de la Historia, la historiografía profesional y la enseñanza de la Historia en el ámbito escolar.
“Lo que quiero discutir es dónde ubicar la enseñanza de la Historia escolar en relación al uso público de la Historia y a la historiografía profesional, porque para mí es importante concebir la relación o un vínculo de relación, en cierta medida, con la historiografía profesional. Estimo que se debe entender que la enseñanza de la Historia está mucho más próxima en su epistemología, en sus finalidades sociales, a otros usos públicos de la Historia porque hay una dimensión educativa, y la historiografía profesional no tiene esa dimensión educativa”, enfatizó.
El Dr. Plá Pérez relevó la necesidad de reflexionar en la centralidad de lo educativo y repensar la manera en que se asume la investigación en la enseñanza de la Historia, tanto en lo metodológico como en las fuentes disciplinares y teóricas. “Creo que tenemos que repensar la investigación en la enseñanza de la Historia como un uso público de la Historia, el uso común de los saberes, conocimientos, interpretaciones, contenidos del pasado que se presentan en múltiples formas en la cultura histórica de una sociedad, y que esa visión tiene que renovar nuestras formas de pensar la enseñanza de la Historia”, ilustró.
En tanto, el Dr. Omar Turra Díaz dio cuenta de algunas reflexiones sobre la Historia como disciplina escolar enmarcada en la historia social del currículum, y que de acuerdo a autores ingleses y franceses, la historia se posiciona como un campo de conflicto, donde lo curricular no es pacífico puesto que lo que se enseñaría en las escuelas está fuertemente condicionado a las pugnas y a los intereses de grupos de poder, a quienes interesa viabilizar su entendimiento de la cultura y sus conocimientos legítimos a través de la enseñanza histórica.
“Esa ha sido la impronta tradicional de la asignatura. Se sabe que el origen nacionalizador de la disciplina es relevante desde la conformación del Estado moderno. La creación de la escolarización y el ingreso de la asignatura al sistema educativo viene a desarrollar ese propósito, a nacionalizar el pasado y a construir identidades nacionales. Pero justamente es eso lo que se ha puesto en cuestionamiento desde el ámbito del mundo científico y del mundo político. Se ha cuestionado la enseñanza de la Historia, en tanto tendría fines interesados de construir nacionalismo en una época en que esto ya no cabe, en una época en que estamos hablando del reconocimiento de diversidades culturales”, describió el Dr. Turra.
El investigador UBB explicó que en la actualidad el currículum educativo de la asignatura se ve permeabilizado por la idea de conformar subjetividades interculturales, y también se suman otros ámbitos como la construcción de una ciudadanía para vivir en democracias multiculturales, donde también es sumamente relevante la formación en materia de Derechos Humanos.
Todo ello podría llevar a pensar que la impronta tradicional de la asignatura ha desaparecido, pero el Dr. Turra Díaz precisa que las investigaciones evidencian que persiste la enseñanza de una historia nacionalista. “Por ejemplo, en escuelas y liceos donde el 80% del estudiantado proviene de la sociedad mapuche, la enseñanza de la historia replica categorías chilenizadoras. La historia enseñada es la historia nacional, la historia patria, con sus efemérides, y el mundo mapuche tiene que estudiar la Guerra de Arauco, que muestra cómo el Estado chileno se enfrentó a los españoles y luego a los mapuches para alcanzar el triunfo y ocupar el territorio que hoy pertenece al Estado chileno, y cómo los mapuches son “incorporados” a la chilenidad”, ilustró.
El Dr. Omar Turra también se refirió al rol del profesorado y de las prácticas docentes, un ámbito donde debería haber más investigación. “Una cosa es el currículum prescrito y otra el currículum enseñado, y en ese contexto aparecen situaciones que habría que relevarlas desde la investigación y establecer ciertos cambios, miradas críticas respecto de las prácticas docentes, sobre todo en estos contextos educativos interétnicos, interculturales, y ver cómo avanzamos en esa dirección”, recalcó el investigador UBB.