La realidad de los sectores Comercio y Silvoagropecuario y pesca dio a conocer el Observatorio Laboral Biobío del Servicio Nacional de Capacitación y Empleo (Sence) al entregar los resultados que arrojó la segunda Encuesta Nacional de Demanda Laboral, Enadel, realizada entre octubre de 2020 y enero de 2021, con el objetivo de caracterizar los requerimientos de capital humano de las empresas y alinear la oferta de formación y capacitación a las necesidades de las empresas y del mundo productivo en general.
El Observatorio Laboral Biobío forma parte de la Red de los Observatorios Laborales desarrollada por el Sence, es financiado por OTIC Banotic y ejecutado por el Departamento de Economía y Finanzas de la Universidad del Bío-Bío.
La actividad contó con la presencia del intendente de la región del Biobío, Patricio Kuhn; el subdirector nacional del Sence, Ricardo Ruiz; el director regional del Sence, Oscar Aliaga; la seremi del Trabajo y Previsión Social, Sintia Leyton; el gerente general de Banotic, Orlando Toledo; la directora de Desarrollo y Recursos Humanos de Banotic, Camila Sánchez; el decano de la Facultad de Ciencias Empresariales, Benito Umaña; y el coordinador del Observatorio Laboral Biobío, Luis Méndez.
El intendente Patricio Kuhn al dar la bienvenida señaló que sin duda el Observatorio Laboral Biobío de Sence ha hecho una labor fundamental para saber cómo se han comportado las empresas de ambos sectores. “Destaco la importancia de los resultados de la encuesta para generar las herramientas necesarias que nos permitan desarrollar mejores escenarios para el crecimiento de nuestra región”, expresó.
El coordinador del Observatorio Laboral Biobío, Dr. Luis Méndez, entregó los resultados de la consulta enfatizando que en la región del Biobío fueron encuestadas 144 empresas del rubro Comercio y 67 del sector Silvoagropecuario y pesca, descubriendo cuatro aspectos: Dotación de las empresas, Vacantes difíciles de cubrir y vacantes proyectadas, Capacitación y tecnologías e Impactos de la crisis sanitaria.
Para enfrentar la pandemia el 83% las empresas del sector Comercio reconoce que ha implementado algún protocolo de funcionamiento diferente al habitual para capacitación, mientras que un 50% ha optado por reducir la jornada de trabajo y el 36% ha implementado teletrabajo.
Por su parte, el 82% de las empresas del sector Silvoagropecuario ha optado por capacitar e incorporar nuevos protocolos de funcionamiento, un 30% ha funcionado por teletrabajo, un 25% ha rediseñado productos y procesos y un 18% ha debido suspender la relación laboral con sus trabajadores para aminorar los efectos de la crisis sanitaria,
Con respecto a la capacitación, el 83% y 93% de las empresas de los sectores Comercio y Silvoagropecuario y pesca, respectivamente, declaran que ésta es fundamental para el desempeño de sus trabajadores. Al ser consultadas por la calidad del servicio que ofrece el mercado en este ámbito el 31% del Comercio y el 51% del Silvoagropecuario y pesca considera que es apropiada.
En materia de incorporación de tecnologías el 42% y 33% de empresas del Comercio y Silvoagropecuarias y pesca, respectivamente, declaran tener una alta probabilidad de hacerlo. Un aspecto positivo es que los resultados arrojaron que no hay riesgo de que la tecnología reemplace o sustituya a los trabajadores, sino es vista como un complemento en la medida que puedan capacitarse y adoptarse a los nuevos cambios tecnológicos.
Los principales canales de reclutamiento en ambos rubros son la recomendación directa entre los mismos trabajadores, las redes de los empleadores, las redes sociales y, en menor proporción, las plataformas web. Sin embargo, en el sector Silvoagropecuario y pesca se observa un importante impacto de las Oficinas Municipales de Información Laboral, (OMIL) en esta variante.
Sobre las vacantes disponibles durante la pandemia, 38% de las empresas del sector Comercio y 44% del sector Silvoagropecuario tuvieron vacantes difíciles de cubrir, las empresas han seguido desarrollando sus actividades y necesitan trabajadores, siendo las empresas más grandes las que tienen una mayor necesidad de vacantes por ocupar.
Finalmente, en cuanto a las dificultades para cubrir vacantes están la captación de candidatos con las capacidades requeridas en competencias y habilidades técnicas, el desinterés de los trabajadores por el tipo de trabajo, la falta de experiencia laboral y de postulantes, esto último, especialmente notorio en las mujeres que han salido de la fuerza laboral por la pandemia.
